La cosmética natural ha ido evolucionando con las necesidades que demanda la sociedad para adaptarse a los nuevos tiempos y a las tendencias más sostenibles. De esta forma, llegaron a nuestros neceseres los productos cosméticos sin residuos (Zero Waste).

Evitando los plásticos de un solo uso

Gracias a ellos evitamos la enorme contaminación que supone generar un bote para cada producto que se nos agota, ya se semanal o mensual, por cada individuo. 

Si echamos cuentas de la cantidad de plásticos de un solo uso que terminan en la basura a nivel mundial, frenaríamos de inmediato nuestro consumo, porque la mayor parte de ello jamás se reciclará. O sea, terminará de un modo u otro, en nuestra tierra, o en nuestras aguas, si nadie lo remedia.

Solo hay que mirar las últimas cifras de la tragedia:  el Índice de Fabricantes de Residuos Plásticos (Plastic Waste Makers Index), que informa que en 2021, se generaron 139 millones de toneladas métricas de residuos plásticos de un solo uso en todo el mundo, 6 millones de toneladas métricas más que en 2019.

En el mismo índice se recalca que el reciclaje no logra escalar lo suficientemente rápido y sigue siendo una actividad marginal para el sector de los plásticos.

Reutilizar, reciclar o rellenar

Con todo ello, antes de adquirir cualquier artículo de higiene o cosmética habría que tener en cuenta si vamos a reutilizar ese envase o si se puede rellenar con ese mismo producto u otro. O si preferimos destinarlo a nuestro reciclaje casero particular, para emplearlo de otra manera muy distinta.

Uno de los recién llegados son los dentífricos, que ya no se les puede denominar pastas dentales, porque han pasado a otro estado: polvo. ¡Qué por suerte dura mucha más! Un ahorro económico y de residuos para nuestro planeta, porque tan solo comprando una simple bolsa o caja de cartón lo podemos rellenar de nuevo.

Con una ínfima cantidad podemos conseguir una boca de anuncio, y sobre eso, no todas las pastas dentales pueden presumir. Llegan a todos los recovecos de la cavidad bucal y se deshace mucho mejor para conseguir resultados óptimos. 

Ingredientes naturales para unas fórmulas eficaces

Uno de los ingredientes estrella es el carbonato de calcio molido finamente, que tiene una función abrasiva suave para que la placa bacteriana no se deposite en los dientes, ni el sarro que muchas bocas suelen tener.

Otro de ellos es el aceite esencial de clavo, que además de ser un aceite antibacteriano natural, tiene un poder anestésico bastante potente gracias al eugenol, que actúa en las encías inflamadas, y en los dientes, evitando la proliferación de bacterias que provoquen caries, por ejemplo.

El aceite esencial de raíz de jengibre, es otro que aparece en el INCI de los dentífricos en polvo naturales, por tener unas propiedades similares al del clavo.

Algunos otros aceites esenciales son frecuentemente empleados como el aceite esencial de menta piperita, otro combatiente frente a bacterias, virus y hongos que no se puede desperdiciar; aunque otra de sus peculiaridades más destacadas es la antiinflamatoria.

Otros ingredientes como la camomila o la caléndula, que suelen encontrarse, tienen otras funciones: como calmar y suavizar, además de reparar y crear una barrera antimicrobiana, a la vez que inflamatoria.

El extracto de canela es muy aprovechado por sus cualidades antisépticas y antimicrobianas.

El aceite de coco por su ácido láurico, que es de forma universal empleado por ser uno de los fungicidas y antibacterianos naturales más poderosos, como se puede examinar en distintos estudios científicos.

También suele aparecer en las fórmulas de estos dentífricos el xilitol, como una sustancia que ayuda a reparar el esmalte dental aumentando el flujo salival, evitando la formación de placa dental y de caries, bajando la inflamación gingival, además, de proporcionar una limpieza general a la boca.

El carbón activado es uno de los ingredientes más empleado por algunas marcas de higiene, porque blanquea los dientes de forma natural, eliminando las poco estéticas manchas y decoloraciones que suelen salir por fumar, medicamentos o alimentos, entre otros factores. Evita el mal aliento y realiza un papel preponderante en la limpieza bucal.

Cómo nos lavamos los dientes

Nuestra boca y nuestros dientes reflejan nuestro interior, nuestros sentimientos, nuestra forma de expresarnos; pero también nuestras costumbres. De ahí la importancia de tener buenos hábitos y una correcta higiene bucal, lavándonos los dientes, la lengua y realizando enjuagues de forma diaria, al menos dos veces al día.

Tampoco se nos debe pasar por alto elegir un cepillo de dientes manual apropiado a nuestras condiciones bucales, y a la forma de nuestra boca. No todos los cepillos son iguales, ni todas las bocas. ¡Un buen dentífrico en polvo, junto a un buen cepillo de dientes, pueden hacer milagros en algunas bocas!