Cuidar el cabello se ha convertido en un gesto diario para cualquier persona, al igual que otra parte del cuerpo, el cabello delata nuestra salud, nuestra higiene, nuestro carácter y nuestro espíritu o filosofía de vida.

El cabello reflejo de nuestro interior y de nuestra psique

Si tanto muestra, es hora de darle los tratamientos necesarios para que luzca con su mayor esplendor. Tanto si lo llevas corto, medio o largo, no debes descuidar su estado. Por eso, no dudes en comenzar a alimentarte mejor y a vigilar tus menús, es posible que todo tenga que ver, cuando aparece apagado.

Pero también la hidratación. Si tu cuerpo no está hidratado, el pelo se vera más seco y menos flexible. Al igual que sucede, cuando tenemos algún problema hormonal: es posible que el pelo deje de rizarse, o que comience a caerse más a menudo. Todos los cambios que afectan a nuestra psique, repercuten en el cabello.

De ahí, que cuando tenemos estrés comience una caída profusa, se vuelva gris por un hecho inesperado que ha afectado a nuestro yo más profundo, o comience a ser más fino y frágil, porque el estrés entre otras cuestiones, ¡se encarga de dilapidar nuestras vitaminas y minerales! Absolutamente todo se refleja en su aspecto.

Es conveniente elegir un tratamiento según veamos su aspecto actual. Es posible, que lo tuviéramos seco y de repente empieza ser más graso. Entonces escoge un champú, acondicionador o mascarilla para cabello graso o normal hasta que se solucione el problema. Seguramente, necesitaremos ayuda extra con productos específicos o de styling para darle la forma que queremos.

A lo mejor te suenan estas exclamaciones: ¡Ya no se me riza cómo antes!, ¡Se me ha ido el volumen!, ¡Tengo el pelo como un estropajo y no se me desenreda con el suavizante que empleaba!, ¡He comenzado a tener caspa!…Hay muchas más, pero todas hablan de lo mismo, un desequilibrio interno que se refleja en el exterior, y eso a pesar de que el cuerpo es autoreparable y siempre está buscando el camino para la homeostasis.

Además, de ver el tratamiento que vas a comenzar para que desaparezcan esos «síntomas» de tu cabello, sería necesario investigar sobre qué ha sucedido en tu vida los últimos meses, las últimas semanas o los últimos días para que algo haya cambiado ahí arriba. Da marcha atrás y piensa qué ha pasado en tu vida.

Cómo hacer agua perfumada casera

Por último, siempre resulta muy atractivo, que nuestro cabello tenga un olor especial. Un olor que nos identifique. Es cierto, que cuando nos duchamos y lavamos nuestro cabello, ese aroma suele permanecer al menos ese día. Pero, ¿qué sucede cuándo llega el día siguiente? Normalmente, deja de oler.

Si quieres que tu personalidad se refleje en tu cabello con un olor distintivo, prueba a realizar un agua perfumada 100% natural con aceites esenciales. Un truco tan sencillo, como fácil de preparar, que hará que tu cabello huela a la fragancia que tanto te gusta. Además, te saldrá muy económico.

Para ello debes reutilizar un spray de 150 ml o 200 ml que tengas en casa vacío. Observa que salga muy difuminada el agua, cómo si fuera una lluvia muy ligera.

Después rellénalo de agua filtrada o mineral. No emplees la del grifo. Por último, adquiere un frasco de aceite esencial con la fragancia que más te haga vibrar, o que quieras para relajarte. ¡Puedes elegir entre muchas! Me encanta el olor de la lavanda, la naranja dulce, el limón, la bergamota, la menta, y el jazmín; pero si quieres algo diferente prueba con ylang-ylang. Mejor si escoges el aceite esencial ecológico.

Introduce en el envase de 15 a 20 gotas del aceite esencial elegido. Agítalo, y ya tendrás tu agua perfumada lista. ¡Acuérdate de agitarla bien en cada aplicación! Si ves que tiene demasiado olor, o al contrario, que no desprende mucho aroma, puedes añadir unas pocas más a tu gusto, o rebajarlas.

Por cierto, ese agua perfumada pueden emplearla los hombres y los niños a partir de los siete años, a no ser que tenga algún problema de alergia a esa planta. ¡Les encantará!

Al contrario que otros productos que venden para perfumar el cabello no va a resecar tu pelo, ni lo va a ensuciar. ¡A partir de ahora, no querrás que se te acabe nunca! Si te cansas de ese olor, puedes probar con otro, o tener varios para cada ocasión, o para toda la familia.