Ya tenemos aquí la vuelta al cole. Quizás una de las épocas más temidas para muchas madres y padres, porque no saben cómo hacer números para que les salgan las cuentas, de tanto gasto que se les avecina. Y es que la factura, en muchos casos, en especial si en la familia hay bastante prole, llega a ascender a cifras verdaderamente escandalosas. Para echarse a temblar, con dos sueldos normales, y ya ni digamos los singles.

En algunos casos, estas familias tienen que pedir un crédito para hacer frente a tanto gasto por sus vástagos. Algo inadmisible, tal y cómo están los tiempos, porque la deuda luego hay que pagarla con demasiadas creces.

Después del verano y de las vacaciones, septiembre se convierte en el mes de apretarse el cinturón y comenzar a realizar verdaderas filigranas con el dinero que entra en casa. Ya no hay gastos extra, y el dinero que entra parece sale volando por la ventana, como paloma voladora.

Clase infantil

Todos las niñas y niños deberían tener el mismo acceso a la educación. Fotografía de Max Fischer.

Con este panorama, hay que buscar esos agujeros por los que se escapa el dinero, y comenzar a valorar cómo se puede ahorrar en algunos cuestiones. Trucos que resultan infalibles si se quiere llegar sano y salvo al siguiente mes. La cuesta de enero, no existe. Comienza en septiembre, según pones el pie en el primer mes otoñal.

Cómo ahorrar en la temida vuelta al cole

Vestuario

Uno de los problemas más frecuentes es la equipación para ir a clase, ya sea uniforme o chándal, junto con las zapatillas de deporte correspondientes. 

La mejor manera de ahorrar en el vestuario es practicar el trueque con las propias madres y padres del colegio. En muchos casos, se quedan prácticamente nuevos, o al menos, servibles. Ya sea, porque se les ha quedado pequeño de los estirones que han dado, o porque no ha habido ningún percance. Organizarse con un chat para este tipo de acciones es fundamental.

Otra manera es recurrir a lugares de segunda mano donde venden este tipo de productos por un precio módico, pudiendo adquirir la vestimenta por mucho menos de la mitad de su coste. Una alternativa sostenible y rentable. Nada se tira y todo se reutiliza de nuevo.

Zapatos y mochilas

Incluso hasta las zapatillas deportivas o las mochilas pueden comprarse de esta forma sabiendo la marca que suele usar o el modelo en concreto que quiere, para no equivocarse en el número. En la mayor parte de los casos, están nuevas o seminuevas, pero el coste llega a reducirse hasta menos de un cuarto de lo que cuesta en una tienda.

Material escolar

El material escolar es otro de los quebraderos de cabeza, que suelen tener los progenitores. El primer consejo es ir a tiendas que tengan marcas blancas o marcas desconocidas para poder adquirir allí los cuadernos, los bolígrafos, los estuches, las reglas, las gomas, los rotuladores…aunque también se venden por segunda mano nuevos.

Otra forma de reducir precio es conseguirlos en establecimientos al por mayor, sobre todo si tenéis familia numerosa. En muchas tiendas os van hacer descuentos presentando el carnet. Informaros antes de ir.

Clase

La misión de la educación es enseñar de la manera más práctica y lúdica posible, para que no exista un salto abismal entre lo que se da en las aulas y la vida real. Fotografía de Max Fischer.

Libros de texto

Si el colegio tiene libros de texto, se puede hacer lo mismo que con la vestimenta, preguntar si se queda alguno nuevo a otras madres o padres para intercambiarlos o donarlos. También se pueden buscar en el mercado de segunda mano. La opción más empleada por las familias para economizar la vuelta al cole, ¡y de qué manera! Antes se pasaban de los hermanos mayores a los pequeños, pero ahora cambian cada año. Un tema aparte de daría para escribir unos cuántos artículos.

Ordenador y mesa de estudio

Respecto a el ordenador o la mesa de estudio, que en muchos hogares se necesita, vuelvo a insistir que se puede organizar dentro del colegio una red de ayuda para este tipo de cuestiones. Te salvaría en más de un apuro. Hay ordenadores de segunda mano vendidos en tiendas que ofrecen un respaldo y una seguridad de comprobación en este tipo de compra. Es otra opción asequible al alcance de las familias.

La educación no debería ser un privilegio de unos pocos

De ahí la necesidad de que las madres y los padres reivindiquen esta realidad a los gobiernos y a las autonomías pertinentes. Si la educación es gratuita, debe ser gratuito todo: libros, uniformes, o cualquier actividad o material derivado de ello.

Pero también, todas las necesidades no materiales que tu hija o hijo necesite para avanzar en sus estudios: desde un psicólogo, pasando por clases de refuerzo, hasta un pedagogo. Como ocurre en otros países vecinos europeos, y con ayudas reales a las familias más desfavorecidas, que no se puedan permitir acceder a estos servicios. Porque no estamos hablando de una limosna para intentar hacer malabarismos, sino de una ayuda monetaria eficiente para afrontar los gastos que supone la educación de las hijas y los hijos.

Por ello, debemos tener presente una famosa frase del poeta romano Ovidio, que se puede aplicar aquí a la perfección:

“El goteo del agua perfora la roca no por la fuerza, sino por la persistencia».