Crecer feliz y con una alta autoestima no es una tarea difícil para los padres y los educadores, solo hay que fomentar la positividad y la confianza en las propias capacidades, además de saber canalizar las frustraciones y, en general, las emociones.

Crecer con autoconfianza

Si todavía no sabes en las distintas ocasiones que se te presentan cada día con tu hijo, cómo poder afrontarlas para que siga adelante de la mejor manera posible y se convierta en un adulto sereno y equilibrado, es posible que necesites una ayuda extra.

El libro «Un niño seguro de sí mismo» de Paola Santagostino (Ediciones Obelisco), nos da las claves para afrontar ese reto diario desde que son muy pequeños, para que crezcan con autoconfianza, a pesar de los obstáculos que puedan existir en el camino de la vida.

Un niño seguro de sí mismo

Portada «Un niño seguro de sí mismo» de Paola Santagostino (Ediciones Obelisco)

Ya que la forma en la que se vea el problema, dependerá de la solución. La convicción de poder afrontar y resolver las distintas situaciones está en su mano.

Sentimiento de inferioridad y autolimitación

No es bueno estar constantemente señalando los errores, porque ¿quién no ha fallado en algún momento? En la actualidad, hay una plaga de adolescentes que se sienten incapaces por valoraciones del éxito absurdas y contradictorias. Pero esto se ha fomentado desde la niñez con modelos o prototipos falsos o irreales.

Transmitirle seguridad ante el mundo exterior, minimizando sus defectos y estimulando sus dones, y reforzando las relaciones afectivas. Aunque la aceptación de uno mismo tal y como es, es el primer paso a llevar a cabo.

Lo primordial siempre es, que no tenga un sentimiento de inferioridad, reforzando la valentía y la seguridad de tomar decisiones. No se pueden establecer muchas limitaciones o prohibiciones, ya que cohíben esa oportunidad de explorar y demostrar su valía de forma espontánea.

Tampoco es bueno reprimir sus emociones de forma constante, tiene que saber cuáles son sus límites. Pero un niño se expresa directamente y en el mismo momento, aunque sean emociones negativas, eso le ayudará a tener un desarrollo emotivo sano.

Niños

Los niños con una autoestima equilibrada lograrán ser unos adultos equilibrados y seguros.

Es fundamental que en su crecimiento, en su desarrollo, encuentre un entorno sano y una educación, que le apoye en sus intenciones y propósitos de mejora.

El «no» por delante

Muchos niños se autolimitan con un «no puedo» o un «no sé hacerlo». Por eso, desde le primer instante hay que comenzar la operación de reequilibrio, redimensionando el problema a tratar, actuando en el plano emotivo.

Lo ideal es estimular para que pruebe cosas nuevas, sin importar el resultado. Se trata de chavales extremadamente sensibles, que necesiten más apoyo, pero con delicadeza y dulzura.

El perfeccionismo extremo es tan bien otra causa de grandes desequilibrios en los niños, y que a la larga puede llegar a dañarles, paralizándoles. 

En todos los casos, hay que evitar siempre las comparaciones, respetando y aceptando a cada crío, tal y como es. Para ello, Paola Santagostino nos apunta las claves:

• Dirigirse al niño utilizando las palabras adecuadas y el tono correcto.
• Enfocar su atención hacia todo lo que pueda estimular su fantasía.
• Transmitir al niño una actitud positiva.
• Establecer con el niño un diálogo abierto sobre sus emociones.
• Proponer reglas precisas que puedan ser respetadas fácilmente.
• Acostumbrarlo al trato con los demás.
• Reconocer con él los errores y buscar las soluciones.
• Aprender a valorar la gravedad de los problemas sin dramatizarlos.