La utilización de fibras naturales como el fique es de vital importancia por varias razones. En primer lugar, las fibras naturales son renovables y biodegradables, lo que las convierte en una opción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente en comparación con las fibras sintéticas.

En segundo lugar, el uso de esta fibra está brindando en la actualidad una alternativa económica a familias campesinas de tradición fiquera tanto en Colombia, uno de los países más importantes en producción, como en otras partes del planeta.

El mundo está en constante búsqueda de alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. En este contexto, el fique se presenta como una fibra vegetal del futuro, con múltiples aplicaciones y beneficios tanto para la industria como para el medio ambiente.

Planta

Cultivo de la planta de fique.

La organización de cooperación internacional al desarrollo, ATELIER, con sede en València, apuesta desde hace veinticinco años por la economía circular y los derechos humanos, especialmente los derechos de las mujeres, protagonistas de esta historia, al suponer más del 70% del mundo artesanal del fique.

Una apuesta real y efectiva que se materializa en una sostenida relación de cooperación con la cooperativa colombiana Ecofibras, que “es una importante fuente de trabajo de Curití, pueblo de tejedoras donde tiene su sede, y alrededores, dando trabajo a 300 familias artesanas de la fibra del fique y alrededor de 600 familias productoras”, constata Consuelo Vidal Hernandis, Directora de ATELIER ONGD.

La realidad apunta que aún queda mucho por hacer. En la actualidad únicamente se aprovecha la fibra -que representa el 5% de la planta-, lo que provoca que la rentabilidad de la producción sea aún baja. Sin embargo, en los últimos dos años, el sector del fique en Colombia, junto a las universidades más significativas del país, han avanzado en la utilización integral del cultivo, especialmente de los jugos y el bagazo, que son los restos que deja la planta tras el trabajo de corte y desfibrado, necesarios para la obtención de la fibra.

En términos generales, los productos aprovechables de la planta de fique son la fibra, la pulpa y la estopa (fibras cortas).

A partir de éstos, se pueden desarrollar productos muy variados, como biofertilizantes, desengrasantes, jabones y alimentos para animales, principalmente bovinos y ovinos, que ya se comercializan en el mercado de Colombia.

En el área de los textiles no tejidos, se está investigando y promoviendo el uso del cuero vegano a partir del fique o el uso de fique como reforzado para plásticos reciclados.

Pero la riqueza de la fibra del fique toca todos los sectores y lo hace dentro de la economía circular, también llamada verde, respetuosa con el medio ambiente y la dignidad de las trabajadoras que lo realizan.

Innovación en el diseño de nuevos productos

El tema de la innovación y su importancia fue el centro del debate del Foro Internacional de Diseño Interior que se celebró en València durante el 2022, año en el que esta ciudad fue declarada la capital del diseño. Este hecho constituyó una oportunidad para innovar, reforzar y dar continuidad e incrementar las posibilidades de innovación.

Así lo vieron ATELIER y la cooperativa Ecofibras, que tuvieron un stand en la Feria Hábitat València 2022. Un espacio de encuentro necesario e imprescindible que significó una nueva oportunidad para difundir el valor de las fibras naturales y posicionar los productos del fique en el mercado global. Un punto de encuentro que concluyó con la necesidad de crear nuevos y atractivos diseños, así como llevar a cabo estrategias de comercialización especializadas en los mercados europeos.

Hoy toda la actividad relacionada con la producción y comercialización del fique han evolucionado y se han diversificado. El fique se ha convertido en un material de moda sostenible. Se utiliza en la fabricación de bolsos, sombreros, zapatos y otros accesorios de moda. Su aspecto rústico y su durabilidad lo hacen atractivo para aquellos que buscan productos ecológicos y únicos.

Fique

Productos realizados con fique.

Otra aplicación es el embalaje ecológico. En un mundo que busca reducir la contaminación por plásticos, el fique ha resurgido como un material de embalaje sostenible. Se utiliza en la fabricación de bolsas reutilizables y envases biodegradables. Y finalmente en la Industria Automotriz donde la fibra de fique se utiliza en la fabricación de componentes.

La sostenibilidad: el valor añadido

El sector de la moda es la segunda actividad más contaminante del mundo, tras la de los hidrocarburos. El principal problema es la huella ambiental que dejan los materiales requeridos para la confección, entre otros, los plásticos -especialmente los poliésteres no biodegradables-, el algodón -que presenta una gran huella de carbono y huella hídrica- y las tintas no biodegradables.

En este sentido, el uso de fibras naturales biodegradables, como la fibra de fique, representa una alternativa medioambientalmente sostenible. Las fibras naturales, como el fique, tienen un planteamiento para el futuro, son una alternativa para aquellas personas consumidoras sensibilizadas por las cuestiones medioambientales y que utilizan su consumo de forma responsable apostando por la sostenibilidad del planeta.

En este sentido, desde ATELIER ONGD han producido un corto que trata de responder a cuestiones en torno a la desconocida fibra de fique: qué es, cómo se extrae, qué productos pueden elaborarse con ella y su papel como planta sostenedora del medioambiente. El vídeo pretende ser un llamamiento para la acción ante el desafío global al que todas nos enfrentamos: la sostenibilidad del medioambiente.

Además, el fique es una planta con múltiples beneficios a nivel medioambiental, por su escasa necesidad de riego -por su capacidad de almacenamiento de agua-, su baja exigencia de pesticidas y su capacidad de regeneración del suelo. En Colombia, por ejemplo, existen diversos proyectos de fomento del cultivo y de uso del fique para la reconversión de minas de carbón.

El fique es de las pocas plantas con metabolismo CAM, las cuales absorben dióxido de carbono por la noche y producen oxígeno, mientras que las demás plantas por la noche producen dióxido de carbono debido al proceso de respiración.

Historia y tradición: presente y futuro

La historia del fique se remonta a siglos atrás, cuando las civilizaciones precolombinas ya lo utilizaban para diversas aplicaciones. Los pueblos indígenas de América Latina, como los Incas en Perú y los Guane en Colombia, usaban el fique para hacer cuerdas, redes de pesca y tejidos. Su resistencia y durabilidad lo convirtieron en un material invaluable en la construcción de viviendas y puentes colgantes.

Con la llegada de los colonizadores españoles, la demanda de productos de fique creció. El fique se exportó a Europa y se convirtió en un producto comercial importante. Durante el siglo XIX, la fibra de fique se utilizó en la fabricación de sacos y costales para el transporte de café, lo que contribuyó significativamente a la economía de Colombia y otros países productores de café.

Esta historia y tradición que nace de la transformación del fique enlaza con las tradiciones esparteras y relacionadas con otras fibras naturales, como la palma, en la Comunitat Valenciana.

La visibilización e impulso de los trabajos artesanales y manuales ligados a las fibras es un ejercicio de memoria, que avanza en contra del olvido de oficios y prácticas ancestrales.

La historia del fique se enriquece y diversifica, crece. El fique se ha convertido en la fibra que se abre paso en un mercado global respetuoso con el medio ambiente, con la economía circular y humanitaria y que innova uniendo a la perfección utilidad y respeto al planeta y arte.