La preocupación por el cambio climático, el aumento de sequías y problemas estacionales o el empobrecimiento de los suelos y su desertización son cuestiones que cada vez más agricultores tienen presentes.

La concienciación y apuesta por nuevos modelos de agricultura ha impulsado el aumento de los cultivos ecológicos y así, dentro de una economía sostenible, aprovechar los recursos que pueden ayudar a mejorar nuestros cultivos, como los biofertilizantes, lo que hará que nuestras cosechas sean de primera.

Uvas

Las uvas de la agricultura ecológica contienen todas las cualidades organolépticas conservadas.

La gran apuesta de esta era por la agricultura ecológica y sostenible

El siglo XXI viene marcado por la puesta en valor de una agricultura más concienciada con el medio ambiente y en la que, pensando también en el agricultor y que pueda obtener una cosecha óptima, el impacto sobre la tierra sea menor que con prácticas más agresivas.

La agricultura ecológica se basa en la obtención de productos de la tierra de una forma natural y manteniendo la biodiversidad y la calidad del agua y del suelo, elementos vitales para las cosechas.

Y es que con esta nueva forma de entender la agricultura se busca una vuelta a la tradición, con el objetivo de obtener los productos de siempre con técnicas de ahora, mejorando en la rentabilidad, pero asegurando la calidad del campo y sus productos para el presente y el futuro.

En estos procesos agrícolas destaca el uso de un fertilizante orgánico, que ayuda en los procesos de obtención de los alimentos para las plantas y que resultan más beneficios que los fertilizantes tradicionales, que pueden ser perjudiciales para el suelo especialmente.

Además, los consumidores son cada vez más conscientes de la importancia de este tipo de agricultura, aumentando la demanda de productos ecológicos y revalorizándolos. En definitiva, la agricultura ecológica supone un valor añadido.

Guindillas

Los fertilizantes ecológicos ayudan a un mejor desarrollo de la planta.

Las ventajas de usar un fertilizante ecológico

Optar por un fertilizante ecológico frente a los fertilizantes tradicionales reportará muchos beneficios para la cosecha y para la propia tierra, lo que ha hecho que aumente su uso en sustitución de los abonos tradicionales.

Este tipo de fertilizantes, los biofertilizantes, están elaborados con uno o varios microorganismos, principalmente bacterias y hongos beneficiosos, que aportan múltiples nutrientes tanto a las plantas como al suelo. De esta forma es posible un cultivo ecológico y respetuoso con el medio ambiente.

Además, a medio y largo plazo los beneficios son más que notables, ya que ayudan a la conservación del suelo al evitar el empobrecimiento de la tierra por el uso de químicos nocivos, lo que en definitiva repercute en la calidad y rendimiento de los cultivos.

Con fertilizantes ecológicos también se favorece a la planta en la absorción de nutrientes y minerales esenciales como el fósforo, nitrógeno o hierro, lo que permite obtener cosechas sanas, con productos de calidad y de una forma sostenible.

Los biofertilizantes presentan la ventaja de que pueden ser utilizados en casi todo tipo de suelos y no son contaminantes con el agua como sucede con algunos abonos tradicionales, algo esencial a la hora de conservar los recursos naturales.

A todo esto se añade que permite obtener cultivos que se puedan calificar de agricultura ecológica o sostenible, lo que le da un valor añadido a nuestro producto, siendo esto algo cada vez más demandado por los consumidores.

En definitiva, pasar a una agricultura ecológica y al uso de fertilizantes ecológicos reportan muchas ventajas, lo que hace que cada vez más agricultores decidan utilizar estos productos y mejorar sus cosechas, a la vez que se protege el suelo y en general el medioambiente.