Los musgos son unas pequeñas plantas denominadas briófitas, que no son vasculares. Se puede denominar no vascular a aquella planta que carece de hojas, tallos y raíces. A diferencia del resto de plantas, poseen un único conjunto de cromosomas.

Se puede establecer una clasificación de las briófitas en hepáticas, antocerotas, y los musgos, propiamente dichos.

Crecen y se desarrollan en prácticamente todos los hábitats terrestres, y en el agua dulce, pero no aparecen en el mar. Se sabe que fueron las primeras plantas en invadir los ecosistemas terrestres. Sus ancestros datan de hasta 500 millones de años.

Los musgos nacen de esporas, pero en lo que respecta a su reproducción podemos encontrar aquellos que tienen órganos sexuales masculinos y femeninos en la misma planta, denominados monoicos, y aquellos que son portados en distintas plantas, llamados dioicos.

En el mundo se pueden contabilizar alrededor de 15.ooo especies. Estando representados en Europa, cerca de 1.750, y en la Península Ibérica, unos 1.100.

A pesar de ser minúsculos, casi imperceptible a nuestros ojos, cumplen numerosas funciones primordiales en la naturaleza, pudiendo aparecer en lugares insospechados como troncos de árboles, rocas desnudas o en el cauce los ríos.

Es mucho más difícil identificar briofitas que otras plantas, y todavía nos falta en estudios fisiológicos, ecológicos y genómicos, para identificarlas, sobre todo en las zonas tropicales.

Funciones de los musgos en la naturaleza

• Protegen de la erosión en los suelos y en todos los elementos donde se encuentran. Su efecto tapiz es realmente eficaz para ello. Cuando hay inundaciones se adhieren a la superficie con gran fuerza, por lo que es complicado que puedan despegarse, y cuando sopla el aire y hay sequía, procuran un medio húmedo para que siga sobreviviendo la vida.
• Se trata de las primeras plantas en surgir cuando un bosque o territorio se incendia. Su capacidad de adaptación y de resurgir de las cenizas es única.
• Almacenan numerosos minerales provenientes de la lluvia y son el hogar de distintos microorganismos que fijan el nitrógeno.
• También constituyen el lugar perfecto para que la semillas puedan crecer.
• Acumulan los metales pesados del ecosistema donde se desarrollan. De hecho, un nuevo estudio científico publicado en agosto del 2023 en MDPI, presenta una nueva técnica mediante fluorescencia inducida por láser que emplea la clorofila de las plantas, como los musgos, para identificar diferentes metales y factores estresantes ambientales.
• Son excelentes biomarcadores de cambios microclimáticos.
• Funcionan como sumideros de CO2.
• Actúan como filtradores del agua. Son capaces de retener hasta 20 veces su peso en agua.
• Los animales de la tundra que se alimentan de musgos (como el caribú, el reno, el lemming, entre otros), se sabe que se encuentran protegidos contra el frío por las sustancias anticongelantes naturales que son incorporadas a sus células.
• Otros animales invertebrados emplean el musgo como su hogar, pero otros de mayor tamaño lo utilizan para construir sus nidos o tapizar las paredes o camas de sus refugios.
• Ayudan a regular el cauce de los ríos, como ocurre con la especie Sphagnum, que también está presente en las turberas, una reserva natural que acumula y reserva carbono de forma indefinida, y que comprende del 3 al 4% de la superficie terrestre del planeta, y que representan casi una cuarta parte de todo el carbono del suelo, por lo que desempeñan un papel crucial en la regulación del clima.

Por eso, no es muy recomendable emplear musgo para decorar el Belén, al menos en grandes cantidades, ya que podría impactar en ese ecosistema del que se recolecta. De ahí, que tengamos sumo cuidado cuando vayamos al campo, o cuando intentemos comprar en algún establecimiento.

Ahora, cuando vayas al campo o te acerques al bosque, seguro que tu mirada intentará encontrar estas pequeñas plantas. ¡Cómo podrás comprobar están numerosos hábitats!