La ropa de segunda mano ha pasado de verse, como algo en exclusiva para personas que viven en la indigencia o en la pobreza, a la última tendencia para renovar tu armario sin gastarte mucho dinero.

El furor de la ropa vintage

El mundo de la moda lucha por sobrevivir, pero le ha llegado un serio competidor: la ropa de segunda mano. Ha pasado a ser una opción más para una gran parte de la población, porque lejos de pensar que una prenda muere con la persona que la compra, la realidad ha hecho que hasta muchas de ellas cobren más valor, sobre todo si son de hace décadas, y pasan por ser tesoros vintage, que se los rifan los expertos en moda.

Ropa de segunda mano: nuestro armario apuesta por la sostenibilidad

¿Necesitas un abrigo? Busca en espacios de segunda mano, antes de comprar uno nuevo.

Esos modelos con formas y tejidos propios de las décadas de los años 60, 70, 80 y 90, resultan tener un valor sentimental incalculable, en especial si se encuentran en perfecto estado.

Y es que nunca está más abrir el arcón de la abuela o el armario del abuelo para recoger auténticas alhajas tejidas, por los que muchos desembolsan una gran cantidad de dinero, sobre todo sin están firmadas por algún conocido modisto/a.

Ropa de segunda mano como nueva

El vender ropa que ya no usas, porque ha cambiado tu estilo y ya no te gusta, has variado de talla o no tienes demasiado espacio para acumular más vestimenta; es una opción que se encuadra dentro de la economía circular y la sostenibilidad.

Ropa de segunda mano: nuestro armario apuesta por la sostenibilidad

Unos vaqueros o un cinturón en perfecto estado y poco usados pueden costarte muy poco dinero.

¿Por qué una falda, una abrigo o una pantalón que se encuentra en buen estado no puede ser utilizado por otra persona? Hasta hace nada había muchos prejuicios con esta cuestión, y rara vez la gente compraba ropa de segunda mano en España.

Más bien se hacían intercambios de prendas entre amigos o entre familiares, pero de ahí no pasaba. El resto de daba a la caridad, a organizaciones que lo repartían entre gente necesitaba, que no podría permitirse el lujo de adquirir ropa para cambiarse la que tenía.

Una ayuda al medioambiente

En la actualidad, una gran parte de la población decide no comprar ropa nueva (sabiendo la gran cantidad de energía y materias primas que se utilizan para fabricar una sola prenda), si encuentra lo que necesita con ropa de segunda mano, ya que a diferencia de lo que se piensa suele estar en la mayor parte de las ocasiones prácticamente nueva.

Ropa de segunda mano: nuestro armario apuesta por la sostenibilidad

¿No encuentras el jersey que deseas? Ojea los que haya en el mercado de ropa de segunda mano.

La diferencia está, en que una americana o blazer de marca de segunda mano y en perfecto estado puedes encontrarla a partir de 15 euros; en cambio en la tienda una similar cuesta como mínimo el doble.

Entonces hay muchas razones para no desaprovechar la ocasión de adquirir prendas de segunda mano. Un ahorro de dinero, además de un ahorro para el medioambiente, ya que la industria de la moda es una de las industrias más contaminantes del mundo, a pesar de que se están dando grandes pasos para que esto no sea así, por parte de muchas firmas.

El gasto de agua para simplemente crear un vaquero de algodón, los tintes químicos que terminan ensuciando los ríos, la mano de obra que trabaja de forma intensiva con precarias condiciones de trabajo, y un largo etcétera de cuestiones, que no debemos de obviar si queremos conservar nuestro medio ambiente.

Por lo tanto, repensemos nuestro armario, y apostemos por la sostenibilidad de nuestra ropa. ¡Larga vida para nuestras prendas, nuestro planeta lo vale!