Cuando se adopta a una mascota es necesario asumir la responsabilidad de velar por su bienestar y garantizarle la mejor calidad de vida posible. Sin embargo, son cada vez más los dueños que no se comprometen y acaban por abandonarlos a su suerte en cualquier espacio natural, poniendo en riesgo al resto de las especies.

Es vital que conozcas la importancia de proteger la biodiversidad si tienes un animal exótico, y cuáles podrían ser las consecuencias de su abandono.

Entendiendo el concepto de biodiversidad

Para entender bien este concepto conviene analizar el término “biodiversidad” cuyo prefijo “bio” hace referencia a la vida, mientras que “diversidad” ya sabemos que se trata de variedad.

En consecuencia, la biodiversidad comprende la riqueza natural de un ecosistema conformada por la cantidad y variedad de especies que hacen vida en él, donde todas son necesarias y ninguna es mejor que otra.

La importancia de proteger la biodiversidad si tienes un animal exótico

Hurón.

La naturaleza primitiva tiene lugar para todos los seres vivos, quienes conviven y existen en relación con el resto de las especies, teniendo la posibilidad de subsistir siempre que se mantengan las condiciones originales. Los problemas surgen cuando una especie actúa para someter a otras, poniendo en riesgo sus existencias.

Es bien sabido que la acción del humano como especie se ha extendido prácticamente a todos los rincones del planeta Tierra e incluso fuera de él, para hacer vida y evolucionar aunque esto implique un daño al resto de los seres vivos.

Hoy en día es fundamental establecer límites y evitar tanto como posible que nuestras acciones interfieran con la subsistencia de otras especies.

¿Qué son animales exóticos?

El concepto de animales exóticos ha cambiado con el tiempo. Mientras que anteriormente este término nos hacía pensar en especies extrañas, provenientes de lugares recónditos de la Tierra, hoy en día abarca prácticamente a cualquier animal diferente de perros y gatos.

En España los hurones, conejos, aves tropicales, reptiles y anfibios son frecuentemente adoptados como mascotas exóticas, pero no deja de ser necesario brindarles cuidados específicos, alimentación y condiciones de vida adecuadas para sus especies, incluyendo vacunas y revisiones médicas a cargo de especialistas como, por ejemplo, en veterinarios expertos en el sector.

¿Cómo puede la tenencia de animales exóticos afectar a la biodiversidad?

En muchas ocasiones, la comercialización de animales exóticos se presta para prácticas ilegales o poco éticas donde no se respetan los derechos y necesidades de estos ejemplares, únicamente se persigue el lucro.

Desde este punto de vista, los animales se crían en entornos inadecuados o se extraen de ecosistemas deteriorados por la propia acción del hombre y llegan hasta sus dueños con comportamientos aprendidos, diferentes a los que desarrollarían si estuvieran libres en la naturaleza.

Ahora bien, tras su adopción los animales exóticos intentan adaptarse a nuevas condiciones de vida proporcionadas por sus dueños, quienes les facilitan alimento, refugio y todo lo básico para subsistir.

Con frecuencia, los responsables a cargo de este tipo de mascotas se dan cuenta demasiado tarde de lo complejo que puede ser cuidarlas, considerando que se deben emular en casa las condiciones de su entorno natural tanto como sea posible, para evitar que enfermen o mueran. Cuando esto sucede, algunos optan por lo que creen que es mejor o simplemente más fácil: dejar al animal libre en algún parque, bosque o zona verde.

El daño que esta acción ejerce sobre la biodiversidad es mucho mayor de lo que se cree. Y ya no solo por los beneficios anuales que proporciona la biodiversidad y que se pueden perder. Por un lado, el animal que solía ser mascota no está en la capacidad de sobrevivir porque no sabe cómo obtener alimento y refugio por sí solo, incluso podría ser devorado por cualquier otro, de modo que “dejarlo en libertad” es prácticamente sentenciarlo a muerte.

Por otro lado, el comportamiento de ese ejemplar en el entorno donde es liberado es completamente inesperado. Quizás asuma una actitud pasiva y simplemente muera de hambre, frío o como presa. Pero también es posible que desarrolle actitudes propias de su instinto de supervivencia y se convierta en depredador, en cuyo caso se estaría poniendo en riesgo la existencia de otras especies del lugar.

Ahora que ha quedado claro el efecto que puede generar el simple gesto de “dejar a un animal libre”, es oportuno recordar que antes de adoptar a cualquier ser vivo como mascota es indispensable informarse sobre sus necesidades y, si no se cuenta con las condiciones, preferiblemente no hacerlo.

Es muy sencillo, si no estamos en la capacidad de ofrecerles una vida mejor que aquella que pueden tener en su hábitat natural, entonces no los adoptemos como mascotas.

Pero, si ya tienes un animal exótico y no puedes hacerte cargo, consulta con un veterinario o especialista en fauna para que te oriente. Existen muchos refugios para este tipo de especies donde pueden vivir como si estuvieran en casa y compartir con otros ejemplares, es lo menos que podemos hacer después de haberlos extraído de su verdadero hogar.