Mi búsqueda por encontrar nuevos productos eco a buen precio y de buena calidad, me ha llevado a recorrer diferentes establecimientos de todo tipo. Me he topado con las poderosas grandes superficies que se están queriendo adueñar de un mercado en alza, que cada año va sumando miles de clientes. La razón de que la clientela se haya sumado al cambio se debe, entre otros motivos, y visto el panorama, a la pésima calidad que nos están vendiendo en los productos convencionales. Me refiero a todo tipo de artículos que podemos encontrar en cualquier tienda o supermercado. Las grandes marcas en vez de invertir en una mayor calidad, lo que quieren es sacar enseres al negocio del comercio cuyo coste sea mínimo, utilizando para ello ingredientes de pésima categoría. Bueno, en todo esto la crisis tiene mucha culpa. Ni ellos están por la labor de apostar por productos auténticos, ni los consumidores hacen por informarse de lo que compran. Los dos ejemplos son buenos referentes del panorama español.

Las frutas y verduras que actualmente ofertan dejan mucho que desear. Los tomates rara vez saben a tomate, las sandías salen insípidas, los nísperos o las cerezas estivales podrían pasar por ser un experimento de la nueva cocina de Adriá, en el que se les ha absorbido toda la sustancia y sus propiedades organolépticas, para volver a rehacerlos con su forma original, pero con interior que podría ser de cualquier materia comestible. En definitiva, un intentar comer algo con sentido, sin tenerlo. No es que quiera criticar la cocina de este señor, no es mi intención; pero sí a los que se supone que nos venden manzanas, que no los son, pudiendo pasar por una nueva especie, de esas que se cruzan como si fuesen perros, y de las que sale una nueva que no sabe muy bien lo que es.

Esto mismo ocurre con los artículos que utilizamos de higiene o para el hogar. De esto quiero escribir más detenidamente, después de llevarme una sorpresa que se transformó en susto al comprar un suavizante. El caso que me ocupa estas líneas, me sucedió la semana pasada y no quería que a ninguno de vosotros os ocurriera tal negligencia. El hipermercado Alcampo está intentando, como el resto de las grandes cadenas, hacerse un hueco en el emergente negocio del producto eco o bio, pero con no muy buena mano. Me acerqué a una de sus tiendas en donde venden un suavizante concentrado ecológico de una línea nueva llamada “Vivir Mejor Medio Ambiente”. Otras veces he utilizado este mismo producto y me ha dado buen resultado. Desde hace algún tiempo había notado que estaba agotado, y cuando vino, habían renovado el formato exterior. Incauta me lo lleve a casa normalmente, cuando descubrí al abrirlo por el repelente olor, que habían cambiado la composición, aunque seguía apareciendo en la etiqueta de detrás, suavizante concentrado ecológico (eso sin certificado que lo avale). Me puse a comprobar los ingredientes, y leí que habían incluido tres componentes: methylchloroisothiazolinone, methylsothiazolinone y octylisothiazolinone, que se sabe que son alérgicos, inmunutóxicos, irritantes y que a la larga pueden producir cáncer. ¿Decisión acertadísima en un producto ecológico?…no lo creo. Pensé:  “han desfocalizado el centro de atención, en vez de mirar lo de dentro. Te fijas en el envase exterior con el nuevo packaging. Esto mismo hacen las celebrities cuando se operan, se cambian el peinado para que nadie note lo que se han hecho, desvían la mirada hacia otra parte”. Otra técnica de marketing que se le puede colar a cualquiera, en este caso a mí.

Simplemente es una llamada de atención para que nunca os dejéis llevar por lo bonito de un producto, además de ser bonito por fuera, debe serlo también por dentro. Pero no todo son collejas para Alcampo, a su favor he de contaros que tienen una amplísima variedad de galletas para desayuno o merienda de su propia marca Auchan, ecológicas certificadas: con sésamo, chocolate, de mantequilla,…Muy en su tradición francesa. Desde luego, exquisitas y para toda la familia. Espero que no nos metan otra “doblada” con otros productos, para eso espíritu detectivesco, mejor con lupa.