Ésta es la conclusión a la que han llegado diversos científicos de un estudio, liderado por la Universidad de Granada. Al parecer según las últimas pruebas realizadas, está estrechamente ligado la presencia de Compuestos Orgánicos Persistentes (pesticidas) en el organismo y el advenimiento de esta enfermedad, todo ello, independientemente del sexo, edad o masa corporal del sujeto.

En este análisis llevado a cabo por la Universidad de Granada, se ha demostrado la clara relación existente entre la exposición a pesticidas, que ingerimos a través de la contaminación en los alimentos, el aire o el agua, y la prevalencia de diabetes tipo 2 en personas adultas.

Este tipo de sustancias tienden a acumularse en la grasa del cuerpo humano, y serían una de las causas por las cuales las personas obesas tienen más posibilidades de desarrollar diabetes; al tener más cantidad de grasa, acumulan una mayor cantidad de pesticidas.

¿Cómo pueden provocar diabetes?

Según aparece en el último número de la revista Environmental Research, los científicos han demostrado que las personas con mayores concentraciones del compuesto DDE, principal metabolito del plaguicida DDT, tienen cuatro veces más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, con respecto a las que presentan niveles más bajos. Además, otro de los pesticidas que se hallaron en el tejido adiposo de los participantes en el estudio, ?-HCH (beta-hexaclorociclohexano), presente en las formulaciones del plaguicida Lindano, también está relacionado con el aumento de riesgo de la enfermedad.

El sorprendente estudio se realizó con 386 personas que acudieron a los hospitales San Cecilio de Granada y Santa Ana de Motril. Se analizó el tejido adiposo (grasa) de las mismas, ya que actúa como reservorio energético y tiene una gran importancia metabólica en el organismo, pero al mismo tiempo posee la capacidad de almacenar sustancias potencialmente tóxicas. Estos residuos en grasa son un excelente indicador de la exposición histórica de una persona a los pesticidas

Los Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs) abarcan un conjunto de sustancias químicas de características muy diferentes, que habitualmente aparecen por ejemplo: en mezclas de plaguicidas, residuos de actividades industriales o materiales de construcción; y que suelen acceder a nuestro organismo  por la comida, por la respiración o a través de la piel.

Juan pedro Arrebola, uno de los científicos que ha realizado el estudio, recalca que el mecanismo de acción por el que los COPs aumentarían el riesgo de padecer diabetes “no se conoce aún, aunque algunos investigadores han sugerido que estos compuestos podrían provocar una respuesta inmune tras su unión a los receptores de estrógenos en tejidos relacionados con metabolismo de los azúcares”.

Para el 2030, los datos apuntan a que un 4.4% de la población mundial sufrirá este trastorno metabólico. Una cifra nada desdeñable, que acarreará graves consecuencias en la salud pública.

 

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Juan Pedro Arrebola, Francisco Artacho y María Fernández, del equipo investigador

El Hospital Universitario San Cecilio de Granada, la Universidad de Granada, la Escuela Andaluza de Salud Pública, el Hospital Santa Ana de Motril y el Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques de Barcelona, han sido los  que han puesto en marcha esta investigación, y según el equipo científico “un buen ejemplo de la investigación clínica actual centrada en enfermedades frecuentes y de alto impacto en salud”.