La agricultura urbana cada día gana más adeptos. Balcones, terrazas y jardines complementan sus geranios con tomates y pimientos…  Pero con estas nuevas incorporaciones llegan nuevas preguntas ¿Qué materiales necesito? ¿Qué cuidados específicos necesitan las hortalizas, verduras y aromáticas que no requieran otras plantas ornamentales? Básicamente la pregunta generalizada de todos aquellos que nos adentramos en el mundo de la agricultura urbana es: ¿Por dónde empiezo? Hoy, porque quiero iniciar mi incorporación a este estupendo blog insuflándoos energías y ganas de hacer, voy a daros las 5 claves principales para iniciar un huerto en casa que mi experiencia como horticultora urbana me ha dado. A partir de aquí, el resto es ponerse, experimentar, aprender y, por supuesto, ¡ensuciarse las manos!

Consejos para iniciar un huerto en casa

Las fresas son un cultivo habitual de los huertos urbanos. Fotografía de Tim Douglas

 

  1. Luz, luz y más luz

Es fácil darla por sentada, creedme. Pero la luz es el factor más determinante a la hora de seleccionar la posición del huerto y la que va a limitar qué podemos plantar y qué no, ya que resulta imprescindible para el proceso de fotosíntesis de las plantas. La mayor parte de las plantas hortícolas necesitan mucha luz, y cuando hablamos de luz nos referimos a luz directa. Lo ideal es contar con unas 6 horas diarias cómo mínimo, aunque esta cantidad dependerá en gran medida de lo que queramos cultivar. Si queremos cultivar cultivos de verano, cómo berenjenas, tomates o pimientos, unas 8 horas de luz son imprescindibles, mientras que si nos decidimos por cultivos de raíz, como zanahorias o rabanitos, podemos acortar el número de horas a 4-5.

Trucos para aprovechar más la luz

  • Averigua las zonas de sol y sombra de tu jardín, balcón o patio, úsalas para generar microclimas en tu huerto. Ten en cuenta la orientación, y la sombra generada por edificios, árboles, etc. ¡Úsalo en tu favor jugando con ello! Coloca aquellos cultivos más exigentes en las zonas con más luz, y aquellos que agradecen cierta sombra bajo estos o en zonas donde las horas de luz directa sea menor.
  • Orienta el huerto hacia el sur o el suroeste, ya que suele ser la orientación con más horas de sol. (Para el hemisferio Norte)
  • Coloca las plantas más altas en la cara norte para evitar que proyecten sombras sobre los cultivos más bajos.
  • En zonas muy calurosas, cierta sombra en las horas de más calor darán un respiro hasta a las plantas más exigentes.

Hazte con un buen sustrato

 

  1. Hazte con un buen sustrato

La base para una planta sana es un suelo sano. Partir de entrada con un buen sustrato nos va a dejar gran parte del trabajo hecho, y nos va a ahorrar unos cuantos quebraderos de cabeza.  Por norma general, aunque cada planta es un mundo, la mayor parte de ellas agradecen un suelo que retenga la humedad sin encharcarse y rico en materia orgánica.  Opta por un buen sustrato recomendado para el cultivo ecológico, o una mezcla de fibra de coco y humus de lombriz al 60-40% respectivamente.

Si cultivas en el suelo, aplicar compost al principio de la temporada renovará los nutrientes y le dará una mejor estructura (más esponjosa y mullida) al suelo.

  1. Hazte con los recipientes que más se adapten a tu situación

Mucha gente piensa que la elección del recipiente es clave para el éxito del huerto, y lo cierto es que es uno de los aspectos que admiten más flexibilidad! Existen infinidad de opciones: mesas de cultivo, macetas y jardineras, jardines verticales… Cada uno con sus ventajas e inconvenientes, la clave aquí está en respetar unas normas básicas y sencillas:

  • Respeta el volumen necesario por planta: una lechuga no requiere el mismo volumen de sustrato que un tomate, para ser más concretos, la lechuga requiere 2 litros, mientras que los tomates 20.
  • Opta por recipientes ligeros en terrazas y balcones: ten en cuenta el peso que ya supone el sustrato y el agua que retiene, optar por materiales ligeros es un plus de seguridad.

¡El resto depende del espacio que dispongas y de tus gustos!

  1. Empieza con cultivos fáciles, pero sobre todo, que te gusten!

verdura de temporada

Hay cultivos más fáciles que otros para empezar, pero lo que no tiene ningún sentido es que plantes remolachas si no las consumes de forma habitual. Empieza con cosas que te hagan ilusión, ¡te resultará muchísimo más gratificante! Aquí tienes algunos cultivos sencillos para empezar:

      • Rábanos (*)
      • Remolachas (*)
      • Lechugas (*)
      • Espinacas (*)
      • Judías (*)
      • Borraja (*)
      • Albahaca (*)
      • Zanahorias
      • Sandías (*)
      • Melones (*)
      • Calabazas (*)
      • Pimientos
      • Berenjenas
      • Pepinos (*)
      • Tomates
      • Calabacines (*)

(*) Estas variedades ni siquiera necesitan una siembra previa en semillero, permiten sembrarse directamente en el espacio de cultivo definitivo. ¡Más fácil imposible!

  1. El riego

No es importante contar con un sistema de riego muy elaborado desde el principio,  una regadera nos hará el papel para regar las macetas con las que empecemos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que en las macetas el agua se evapora más rápido y que, a diferencia de en el suelo, las raíces no pueden aumentar en profundidad para buscar más agua. Así que las plantas requieren mucha más atención que cuando se cultiva en el suelo.

Consejo: Para disminuir la evaporación de las macetas resulta muy útil añadir una capa de unos 5 cm de hojas secas, paja o acolchado plástico 😉

Y para terminar…

Sobre todo disfruta, relájate y ¡aprende sobre la marcha! Tener un huerto en casa es toda una experiencia. Y si ya llevas tiempo iniciado en el mundillo ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere empezar?

¡Hasta pronto!