Parece mentira que a estas alturas en las que estamos, todavía no se contase con un logotipo de 100% raza autóctona en España. La protección de la biodiversidad nacional debería de haber sido algo prioritario para nuestro gobierno, por fin se ha puesto las pilas, y 14 razas autóctonas podrán llevar este sello identificativo: Alcarreña, Ansotana, Asturiana de los Valles, Avileña Negra Ibérica, Berranda en Colorado y Berrenda en Negro, Churra, Malagueña, Manchega, Merina, Morucha, Ojinegra de Teruel, Retinta y Talaverana. En estos momentos cuando ya nada se fabrica o produce aquí, el eslogan ha querido tocar nuestra “fibra más sensible”: “Detrás de cada producto 100% Raza Autóctona, hay una historia 100% nuestra”.

Todos los que hemos tenido pueblo, ya venimos notando esta falta de preocupación por muchas especies animales típicas de nuestros paisajes. No solo hablo de las especies que producen algo, sino de las que no produce nada según nuestras costumbres (ya sabemos que en otras culturas todo se come), pero que han tenido su ecosistema en nuestros paisajes: como son los caballos o los burros.

Raza Serrana negra

Bueno, eso de que no producen nada es relativo, en las poblaciones pequeñas todo se reutiliza para algo, en España y en otras partes del mundo. Los excrementos de los equinos son usados para abonar la huerta, y en África, por citar un ejemplo, muchas tribus (los masáis, entre otras) tienen en las heces el mejor material de trabajo para hacer sus casas. En Pakistán y Afganistán el estiércol se usa como combustible.

Burro zamorano-leonés

Los consumidores cuando vayan a adquirir un producto, sabrán que los huevos, la lana, la carne, los lácteos o el cuero provienen de una raza autóctona española. Ahora la problemática también está en la desinformación de muchos de ellos. Por suerte han caído en esta cuestión, y se ha apostado por realizar una campaña con cuñas publicitarias en radio y con trípticos aclaratorios. Y es que muchos padres y sus hijos no han podido ver a este tipo de animales pastando o correteando por nuestros prados, porque una gran parte está en peligro de extinción, y ya es prácticamente imposible poder verlos.

Gallina_mallorquina_01a

Gallina mallorquina

Ese fenómeno de la globalización, junto con la huida a las ciudades, ha dejado el campo tan abandonado, que se puede decir que en 30 años (¡solo 30 años!), es irreconocible. Antes casi todas las familias tenían alguno de estos animales en sus propiedades (no en gran cantidad, excepto los ganaderos): gallinas, ovejas, burros, caballos o vacas. Ahora, esta fauna domesticada por el ser humano forma parte de la historia. En la actualidad, el Catálogo Oficial de razas ganaderas de España cuenta con 157 razas autóctonas, de las que 128 se encuentran clasificadas como en peligro de extinción.

Cabra pirenaica

Con esta actuación, a mí parecer, se han quedado un poco cortos. Los animales que no están dentro de esa certificación o no se saca ningún producto de ellos, los que viven de manera silvestre ¿qué pasa con ellos?, ¿se va a fomentar de alguna manera su regreso a nuestras tierras? ¿tal vez ayudas para su conservación?

Tengo muchas dudas al respecto. Es un valor en alza y debería ser recompensado. Determinadas zonas de nuestro país podrían ver de nuevo como su economía florecía con este tipo de actividad, generadora de empleo.

Pero sí es importante destacar que el establecimiento de un repositorio de muestras biológicas en un banco de recursos genéticos para conservar el máximo de diversidad biológica, es una iniciativa esencial que debe emplearse siempre que sea posible y antes de que el descenso de la diversidad biológica de las especies que interesa conservar sea manifiesto.

No, si al final, nos pasará que tendremos que congelar el germoplasma, cuando ya no exista otro remedio posible, cuando nadie se haya involucrado en su verdadera protección.