La tórtola europea (Streptopelia turtur) ha sido elegida como Ave del Año 2015 por SEO/Birdlife, que quiere así alertar sobre la situación de esta especie de la familia de las palomas, antaño muy común en los campos españoles, pero que ha entrado en un declive poblacional grave, que le ha llevado incluso a cumplir los requisitos para estar protegida.

Según la sociedad ornitológica, el principal problema que ha tenido la tórtola europea en las últimas décadas es el deterioro del medio rural, hábitat de esta ave migratoria en sus temporadas en la Península Ibérica. Las causas que han desembocado en esta situación han sido la proliferación de técnicas intensivas en la agricultura, el abandono de los campos, la mala gestión de la Política Agraria Común (PAC) y otras malas prácticas agrarias, como el uso de pesticidas.

Un detalle preocupante es que la población española continúa en declive a pesar del fuerte descenso, con una caída del 30% en los últimos 15 años. En este aspecto, tiene que ver que la mala situación de la tórtola europea debe evaluarse en toda su área de distribución, incluida su estancia en África y los países que atraviesa en sus migraciones, un detalle que hace más complicada su conservación, así como la implementación de planes específicos de protección.

La tórtola europea es la única especie de paloma que es migradora de larga distancia, y sobrevuela más de 4.000 kilómetros desde el África subsahariana hasta Europa, ya que no solo se queda en España. De hecho, en otros países del continente la situación tampoco es positiva. En el Reino Unido, sin ir más lejos, está prácticamente desaparecida, con un descenso del 70% desde 1970. En Francia ha sido del 50%, mientras que en Portugal se ha documentado hasta un 80% en algunas regiones y épocas desde 1972.

Con estos porcentajes, en algunos países europeos la tórtola ya está protegida, pero no en España, donde aún está considerada como especie cinegética. Por eso, desde SEO/Birdlife apuestan por incluirla en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, categorizada como Vulnerable, ya que cumple las condiciones para entrar en ese grupo (rápido declive poblacional y disminución de su área de distribución).

Asimismo, abogan por poner en marcha una moratoria para evitar que se cace, hasta que la población se haya recuperado en unos términos que aseguren su supervivencia y permitan su regreso a la actividad cinegética mediante una gestión sostenible.

No obstante, la ONG deja claro que la caza no es, de lejos, su principal amenaza, ni esa moratoria, como única actuación, supondría una solución a su declive poblacional, pero es una medida inmediata que puede rebajar la presión sobre esta ave. El factor determinante es la degradación del medio rural y es ahí donde hay que actuar, promoviendo un “medio rural vivo”, donde el desarrollo de las especies autóctonas se vea favorecido.

La recuperación de la tórtola europea pasa por implantar una estrategia nacional de conservación que, además de la catalogación de la especie como vulnerable y la moratoria en su caza, incluya estudios científicos para conocer las verdaderas razones de su pésima situación poblacional.

Además, será necesario conocer con más detalle sus migraciones, así como la fenología de su reproducción, de manera que se puedan optimizar aspectos clave para su recuperación, como la gestión del hábitat o la fecha de las vedas de caza en el futuro (que no debe solaparse con la época de cría). Ojalá se puedan llevar a cabo algunas de estas propuestas, si no todas ellas, para que podamos ver de nuevo a la tórtola europea sobrevolando los cielos españoles.