Hoy, 3 de marzo, se celebra el Día Mundial de la vida Silvestre 2020, la ocasión perfecta para sensibilizar sobre la conservación de los espacios naturales y los seres vivos que hay en ellos. Este año con el lema “Garantizar el sostenimiento de la vida en la tierra”, se intenta hacer comprender la importancia y la repercusión de los hábitats prístinos para albergar vida, sin esos bosques primarios y sin esos paisajes autóctonos que son la base de nuestra existencia, nuestro planeta estaría al borde del abismo.

La biodiversidad de la vida silvestre

Al parecer se van a celebrar una serie de actos por todo el mundo para divulgar la trascendencia de mantener y proteger la biodiversidad, en cualquier caso lo que se pretende es frenar su desaparición. Entre otros, se prepara el Marco Global para la Biodiversidad después del 2020, con una visión hasta el 2050.

Pero según el último informe de la Organización de Naciones Unidas sobre su estado publicado por IPBES (Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services), nos pone en un compromiso muy serio a los humanos: un millón de especies animales y vegetales están ahora en peligro de extinción.

La salvaje expansión del hombre y sus actividades por el planeta ha dañado la mayoría de los ecosistemas que eran el fundamento de la existencia. El cambio climático ha sido la consecuencia de este desmedido afán de conquistar y de pensar que la naturaleza se puede manejar por antojo. Craso error, que nos va a costar una catástrofe global si no ponemos el freno ya, mucho antes del 2030, fecha que se ha considerado como tope.

Hemos devastado muchos recursos naturales sin pensar en la vida que se iba con ellos, en su aporte para nuestra salud, sin tener en cuenta las consecuencias, y sin ver como se podían utilizar de forma sostenible. Pensando en el presente, hemos aniquilado el futuro. Ahora toca salvaguardar lo poco que nos queda, sin cortapisas, porque la cuesta atrás ya se puso en marcha hace mucho tiempo.

8 datos para reflexionar

1. El último informe sobre la biodiversidad publicado en mayo de 2019 afirma que el 75% del entorno terrestre se encuentra severamente alterado hasta la fecha por acciones humanas, estando los ambientes marinos con un deterioro del 66%.
2. Las especies nativas en la mayoría de los hábitats terrestres han disminuido en al menos un 20%, principalmente desde 1900.
3. El 50% de la expansión de la agricultura que se ha producido en el mundo ha sido a expensas de los bosques.
4. Los ecosistemas se han visto afectados: en un 28% el área de tierra global mantenida y / o administrada por pueblos indígenas, incluyendo> 40% de áreas protegidas formalmente y  el 37% de todas las áreas terrestres restantes con muy poca intervención humana.
5. A su vez otro de los datos más significativos recae en la pérdida de humedales en todo el mundo: 85%: de los humedales presentes en 1700 se habían perdido para el año 2000. La pérdida de humedales es actualmente tres veces más rápida, en términos porcentuales, que la pérdida de bosques.
6. Los océanos, además de tener cada vez más contaminación, preocupan por el problema de la sobrepesca: en el 2015, el 33% de las poblaciones de peces marinos se cosechaban a niveles insostenibles.
7. Más del 40% de las especies de anfibios, casi el 33% de los corales formadores de arrecifes y más de un tercio de todos los mamíferos marinos se encuentran amenazados.
8. Alrededor de 680 especies de vertebrados se han extinguido desde el siglo XVI, siendo más del 9% de todas las razas domesticadas de mamíferos utilizados para la alimentación y la agricultura se hasta el 2016, con al menos 1,000 razas más, amenazadas.

La conservación pasa por el decrecimiento

Y a pesar de estas cifras, que no están todas las que son, no se está promoviendo un decrecimiento por las autoridades, con compromisos efectivos, porque sería la opción más restauradora y equilibrada para la Tierra.

Frenar esta economía sin límite sería una opción plausible, pero ya estoy escuchando la mayor parte de las voces en contra, a pesar de que existan otras opciones mejores para todos, porque todos somos uno. El dicho «es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer» nos está retrasando, no sigamos viviendo en el pasado: el futuro será slow, o no será.