Existe una simbiosis fabulosa en la naturaleza entre un ecosistema saludable y la diversidad de la vida que florece en sus proximidades. De los microbios, a los insectos, pasando por las las aves, gracias a la polinización, todos nos beneficiamos de este equilibrio natural.

Ya lo dijo Einstein en una de sus citas célebres: “Sin las abejas, el hombre no vivirá más de cuatro años«. La polinización es vital para la producción de alimentos y los medios de vida de los seres humanos, y relaciona directamente los ecosistemas silvestres con los sistemas de producción agrícola. La gran mayoría de las especies de plantas fanerógamas sólo producen semillas si los animales polinizadores han transportado previamente el polen de las anteras a los estigmas de sus flores. Si este servicio no se realizara, muchas especies y procesos del ecosistema conectados entre sí, dejarían de existir.

Bioversity International ha creado una infografía que muestra lo importante que es mantener y fomentar este tipo de equilibrio, así como consejos sobre la manera de garantizarlo, ya sea a través de la rotación de cultivos o mediante la plantación de especies de flores nativas para fomentar la polinización.

Fuente: visual.ly