El nabo es un tubérculo perteneciente a la familia de las plantas crucíferas, que posee numerosas propiedades beneficiosas para el organismo. Su consumo está subiendo en las últimas décadas debido a la recomendación de muchos expertos en nutrición, de incluirlos como parte fundamental de una dieta saludable. Aunque se sabe que ya nuestros antepasados prehistóricos lo consumían, según se ha podido extraer de las distintas excavaciones arqueológicas halladas en Europa.

Nabo

Un fresco manojo de nabos, listo para su consumo. ¡No se desperdicia nada!

Propiedades medicinales del nabo

  • Esta raíz es un remedio natural para la gota, ya que su consumo frecuente hace eliminar el ácido úrico del cuerpo.
  • También se suele recomendar para tratar problemas relacionados con el hígado (adiciones como el alcohol) o con la desintoxicación del organismo en general.
  • Sus propiedades diuréticas, eliminando el exceso de líquidos, le hacen el acompañamiento ideal en las comidas para las afecciones de los riñones.
  • No se puede menospreciar el efecto contra el cáncer de los glucosilonatos y, en especial del sulforafano, que contiene. Se ha comprobado que es especialmente eficaz para múltiples cánceres desde el melanoma, cáncer de próstata, cáncer de páncreas o cáncer de esófago, entre otros.
  • Baja la presión sanguínea, por lo que se recomienda para personas con la tensión arterial alta y problemas cardiovasculares (agregación plaquetaria o disfunción endotelial). Uno de los últimos estudios científicos publicado en el British Journal of Clinical Pharmacology en el año 2012 corrobora el efecto de los nitratos.
  • Rico en fibra y con un bajo contenido en calorías, el nabo es un alimento indispensable en dietas con poco aporte calórico, perfecto para personas que siguen un régimen de adelgazamiento y para aquellas que necesiten mejorar sus procesos digestivos.
  • Ayuda a mantener el cabello sano, las uñas fuertes y a lucir una piel sin imperfecciones.
  • Posee numerosos beneficios nutricionales por la cantidad de minerales que se encuentran en su composición (magnesio, fósforo, hierro, selenio, zinc o calcio, entre otros).
  • Sobre todo destacan los efectos antioxidantes y antiinflamatorios (se utiliza para mejorar el asma). Tiene una gran riqueza en vitamina C y en aminoácidos.

De forma tradicional, se usa para acabar con los procesos catarrales con tos o garganta irritada, realizando una maceración con miel durante una noche de un nabo entero.

Se puede tomar la raíz en ensaladas, o cocido como acompañamiento de pastas, arroz, trigo sarraceno o quinoa. Encajan a la perfección con casi cualquier guiso o crema de verduras, un manjar del que los niños o chavales en crecimiento pueden sacar un buen provecho. Es habitual consumir sus hojas o grelos con patatas en Galicia.

La mejor época para adquirirlo es en otoño, ya que sus propiedades organolépticas son las ideales, aunque se puede encontrar el resto del año. Es preferible que sea procedente de la agricultura ecológica, libre de productos químicos que pueden interceder en sus beneficios para la salud.

Hay multitud de variedades, con formas y colores que van desde alargados hasta redondos, con tonos morados, blancos o amarillos en su parte exterior, entre los más comunes.