La primavera ya está aquí. Una estación de renovación en la que todo parece resurgir en la naturaleza, pero también en nuestro cuerpo. Por eso, es el momento ideal de realizar un acto de purificación, un ritual de limpieza. Tanto interior, como exterior.

Renovación interior: ayuno

Si necesitas tener un mejor aspecto y que tu organismo funcione a la perfección, dedica de uno a tres días a realizar ayuno o semiayuno. Puedes estar un día entero con zumos de frutas y verduras, o solo con caldos de verduras, al siguiente puedes ingerir frutas (sin mezclarlas en la misma toma) y al otro incorporar alguna verdura.

Ritual de limpieza primaveral: ayuno y limpieza corporal con exfoliación

Zumos o smoothies de frutas y verduras pueden ayudarte a regenerar tu organismo.

Si no te apetece el plan, puedes realizar ayunos intermitentes dejando de comer a partir de las cinco de la tarde hasta el desayuno del día siguiente, bebiendo agua o infusiones mientras tanto. Favorece la recuperación del organismo, es como si fuera la función de autolimpiador de una plancha o de los hornos pirolíticos. Si ellos necesitan una limpieza de vez en cuando, ¿por qué tú ibas a ser menos?

Renovación exterior: exfoliantes faciales y corporales

Exfoliantes corporales

El siguiente paso es realizar una purificación de tu piel, tanto como corporal, como facial. Para ello puedes elaborar tu propio exfoliante natural en casa usando sal marina, a la que podrás añadir aceites, zumos,  especias, o plantas. Sería recomendable realizar tu propia composición, estudiando cuáles son las más beneficiosas para tu piel.

Para el calor, me encanta añadir zumo de pomelo y aceite de jojoba para suavizar. Su efecto es reafirmante, mejora le celulitis y la circulación. Otra versión consiste en añadir unas gotas de aceite esencial de menta, y añadir algunas hojas picadas a la fórmula. Lo ideal es que la sal marina sea ecológica, así como el resto de componentes. Si no puedes encontrarlos, elige aquellos que te aseguren que son 100% naturales.

También puedes hacer una exfoliación golosa a partir de azúcar moreno de caña y café molido, añadiendo aceite de argán. ¡Será un exfoliante de comercio justo! Además, puedes guardarlo en un tarro en la nevera para otra ocasión.

Ritual de limpieza primaveral: ayuno y limpieza corporal con exfoliación

El azúcar moreno de caña es un poderoso exfoliante.

Exfoliantes faciales y mascarillas

Para el rostro, puedes probar a realizar una exfoliación con azúcar moreno de caña y aceites de rosa mosqueta, de cáñamo o de argán. Son los mejores para recuperarse de cualquier problema dermatológico, ya sean arrugas, flacidez, manchas…Si tu piel es joven y con imperfecciones, entonces apúntate al aceite de jojoba.

Para terminar puedes colocarte una mascarilla en el rostro a base de yogur (también puedes probar kéfir, se nota la diferencia) y avena machacada. Es perfecta para pieles sensibles, e incluso con problemas de eczemas o rojeces.

Para pieles grasas o mixtas que quieran liberarse de sus impurezas, es recomendable la mascarilla a base de carbón activado en polvo mezclado con agua purificada o filtrada, a la que se puede añadir unas gotas (de 3 a 5 gotas) de un aceite esencial que beneficie a vuestra piel como el de lavanda, hierbabuena, palmarosa o limón.

Ritual de limpieza primaveral: ayuno y limpieza corporal con exfoliación

Guarda tu mascarilla o tu exfoliante en un tarro de cristal en la nevera, puede servirte para otro momento.

Si por el contrario tu piel es seca, no te puedes olvidar de pasar por la cocina para recoger un aguacate con el que fabricar una deliciosa mascarilla de aguacate con miel. ¡Cuando la retires tu rostro resplandecerá!

Para las pieles deshidratadas nada mejor que elaborar una mascarilla casera con gel de aloe vera y yogur. A la mezcla le puedes añadir aceite de coco, ¡te parecerá que estás en un spa tropical!

Hay que tener en cuenta que las proporciones de aceites o aceites esenciales son mínimas o menores, en comparación con la base de los exfoliantes o mascarillas de sal marina, azúcar moreno de caña, yogur, o gel de aloe vera. La exfoliación debe realizarse de forma esporádica para que la barrera hipolipídica de la piel nos proteja, y siempre en pieles que puedan tolerarla.