Si te gusta disfrutar del sol y del mar, el Algarve en Portugal es tu destino para tu próxima escapada. Dado su enclave geográfico, es un país que tiene muy presente el mar. Pero si quieres disfrutar de unas playas espectaculares tanto para simplemente bañarte, observar el idílico paisaje y bucear; hasta para hacer deportes acuáticos o para degustar su exquisita gastronomía, no puedes dejar de visitarlo. Es difícil elegir las playas, porque son todas a cuál más bonita, por tanto la selección ha sido a conciencia. ¡Te puedo asegurar que querrás repetir la experiencia de nuevo!

Algarve

La erosión ha esculpido las formaciones carbonatadas con formas originales y caprichosas.

1. Aljezur: Playa do Vale dos Homens

Una playa preciosa enmarcada entre montañas en la misma altiplanicie vicentina, rodeada de pinares y jaras que despliegan todo su encanto y aroma, y campos dedicados a la agricultura. El contraste del verde con la arena dorada y el azul del mar es digno de ser fotografiado. Hay que esperar a la marea baja para disfrutar de toda su belleza. No es muy frecuentada. Se accede a través de una larga escalinata de madera, pudiéndose dejar el coche en el aparcamiento situado en la parte superior. No hay servicios, aunque está vigilada en la época estival.

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Una pequeña playa en la zona Oeste del Algarve portugués.

2. Vila do Bispo: Playa do Beliche

Se encuentra dentro de una Reserva de la Biodiversidad, por lo que está prohibido coger plantas o trastornar de cualquier forma el ecosistema. Surge de la nada en medio de los acantilados calcáreos muy estratificados que provocan un recorte visual muy atractivo. Es sorprendente también las numerosas y grandes rocas que se encuentran esparcidas por el arenal, símbolo de la resistencia a la intemperie y la erosión. Está resguardada de los vientos del norte y del oeste, y se puede acceder a elle mediante una larga escalera de piedra. Vigilada en el verano, posee aparcamiento y restaurantes próximos. Perfecta para ir con niños.

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Los acantilados de Ponta da Piedade estaban más dentro del agua, pero la fuerza del mar, del viento y del aire se han ido deshaciendo.

3. Lagos: Playa da Boneca

La playa ideal para bucear cuando hay marea baja, con piedras sumergidas modeladas por el oleaje, es el refugio ideal de distintas especies de animales. Situada en una ensenada, casi forma una piscina natural entre las gigantescas formaciones rocosas. Es complicado llegar a ella, por lo que hay que extremar la precaución por los acantilados, se va desde el faro de Ponta de Piedade a unos 300 m. Un remanso de paz en la que encontrarás fósiles marinos y arbustos de orgaza. En plena naturaleza, podrás divisar aves sin problema.

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La impresionante cueva de Benagil.

4. Portimao: Playa de Prainha

Otra playa perfecta para bucear y estar con los críos sin peligro. Abrigada y con orientación sur, no dejes de llevar la cámara fotográfica para sacar instantáneas para el recuerdo con sus increíbles cuevas, arcos y grutas surgidas de los agentes naturales encargados de moldearlos (agua, viento y aire). Tampoco puedes perderte una sesión de birdwatching con grajillas, cormoranes moñudos, gaviotas patiamarillas o palomas bravías; y un paseo por los acantilados para observar plantas como la sosa prima, la alcolecha, la uva de pájaro, el lentisco, el caramillo, el asterisco o margarita de mar. Está vigilada en época estival y para acceder hay que atravesar una urbanización.

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Los acantilados y el mar embravecido en la costa Oeste.

5. Lagoa: Playa da Marinha

Otra playa digna de postal y de reportajes fotográficos. No le falta de nada para disfrutar de una jornada magnífica: acantilados muy fracturados que han dejado restos en medio del mar, junto a los arcos, las cuevas o las grutas; no tendrás tiempo de aburrirte. Además, este precioso entorno cuenta con una agua cristalina para poder ver estrellas de mar, marrajos, anémonas, julias, mulas, pulpos o sepias, entre otras especies marinas. Y si te parecía poco en primavera hay orquídeas que surgen en el acantilado. Hay aparcamiento, restaurantes y vigilancia en la época estival.

Espectacular instantánea de la playa de Carvoeiro perteneciente a Lagoa.

6. Albufeira: Playa do Barranco das Belhauras

El enclave de esta playa inmensa fascina porque no hay excusa para no recorrerla a pie, disfrutar del camino para acceder a ella a través del bello barranco con unas formas rocosas asombrosas decoradas con abundante vegetación como enebros y pinos. Las altas paredes son aprovechadas por la fauna para hacer su lugar de residencia, como la de los abejarucos, de ahí el nombre de la playa. Esta playa es para aquellos que les gustan las extensiones amplias y la sensación de libertad. Existe una gran aparcamiento, restaurantes y vigilancia en el verano. 

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El relieve del terreno es abrupto y escarpado como en la playa da Falesia.

7. Vila Real de Santo Antonio: Playa da Lota

Otra de las playas insignes de arena blanca y con kilómetros y kilómetros para disfrutar del sol y del mar. Un espacioso arenal con dunas y vegetación del desierto, como la retama blanca que salpica algunas zonas, aunque es más fácil encontrar el barrón o carrizo. Es un lugar tranquilo con todos los servicios, incluido el acceso para minusválidos, pero las distancias, dada su amplitud, son considerables. Aún así no puedo dejar de recomendarla.