Un estudio reciente de la Universidad de Exeter encuentra rastros de bisfenol A (BPA) en el 86 por ciento de los adolescentes. Esto es preocupante por sus efectos sobre el equilibrio hormonal (disruptor endocrino).

Foto propiedad de Can Stock Photo ©
El bisfenol A, también conocido como BPA, es una sustancia tóxica que se encuentra en todo tipo de plásticos policarbonatos, latas de alimentos, en muchos recipientes de plástico, botellas de agua, latas de alimentos, hilo dental y papeles resistentes al calor, lo que significa que los humanos entran en contacto con mucha frecuencia.
Un estudio reciente de la Universidad de Exeter encontró rastros de bisfenol A (BPA) en el 86 por ciento de los adolescentes. Esto es preocupante, ya que el BPA es un químico conocido que interrumpe las hormonas que imita las hormonas sexuales femeninas y se ha relacionado con el cáncer de mama y de próstata, así como con bajos recuentos de espermatozoides y desfiguraciones de los espermatozoides en los hombres.
Este estudio particular se propuso para ver si era posible reducir el nivel de BPA al modificar los hábitos alimenticios.
94 estudiantes entre las edades de 17 y 19 años de escuelas en el suroeste de Inglaterra. Siguieron una dieta de reducción de BPA durante siete días. Esto incluyó el cambio a recipientes de acero inoxidable y vidrio, no al microondas alimentos en plástico, lavarse las manos después de manejar recibos, evitar alimentos enlatados y comida en plástico, y usar un filtro de café o cafetera en lugar de cafeteras plásticas que pueden contener policarbonato tanques de agua y tubería a base de ftalato. Los estudiantes dieron muestras de orina antes y después de las intervenciones.
¿La conclusión?
Los participantes no pudieron lograr una reducción en su BPA durante el período de prueba de 7 días, a pesar del buen cumplimiento de las directrices suministradas.
Este alarmante descubrimiento demuestra que el BPA está omnipresente en nuestro entorno que, incluso cuando tomamos medidas para minimizar la exposición, es imposible evitarlo por completo.
De dónde viene, sin embargo, no está claro. Los autores del estudio escriben que la exposición puede ocurrir a través de la ingestión de polvo y la absorción de la piel, y que el BPA puede filtrarse a los alimentos a partir de resinas de policarbonato o epoxi después de la fabricación.
La velocidad de migración aumenta con temperaturas más altas, y con el tiempo y el uso (razón por la cual nunca debe reutilizar una botella de plástico desechable o alimentos para microondas en plástico).
Dificultad a la hora de identificar el Bisfenol A
La mayoría de los participantes en el estudio (66 por ciento) dijeron que sería difícil mantener la dieta de reducción de BPA a largo plazo, debido al etiquetado inexistente, problemas de abastecimiento y tener que modificar las preferencias alimentarias.
Los investigadores piden un etiquetado más consistente en los envases para que sea más fácil para las personas evitar el BPA. Como la profesora Lorna Harries, una de las autoras del estudio, le dijo a la Universidad de Exeter :
«En un mundo ideal, tendríamos opción de elegir sobre lo que nos ponemos en nuestros cuerpos. En este momento, dado que es difícil identificar qué alimentos y envases contienen BPA, es imposible tomar esa decisión».
No hay Comentarios