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Lo más leído en 2021

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Lo más leído en 2021

La contaminación electromagnética cada vez está más presente en nuestras vidas. Rodeados de aparatos electrónicos, que se conectan a su vez con otros, nos envían ondas electromagnéticas de forma constante a nuestros cuerpos, y al resto de seres vivos.

Aparatos electrónicos y redes inalámbricas

Dentro de estos aparatos electrónicos los que más nos afectan de forma constante en nuestros hogares son los teléfonos móviles, aparatos Wifi, microondas y teléfonos inalámbricos, aunque también el resto que tenemos todo el día encendidos, aunque en menor proporción.

Radiación electromagnética

Ahora más que nunca es necesaria una protección contra las ondas electromagnéticas.

En el exterior los que más repercuten en nuestros organismos son las antenas de telefonía móvil o repetidores móviles, en especial el 5G; además de los satélites.

El entorno natural electromagnético de la Tierra podría cambiar, provocando daños irreversibles permanentes a los seres humanos y al resto de seres vivos, antes de que nos dé tiempo a adaptarnos a ese nuevo «medio natural». Una exposición 5G involuntaria, que puede producir un sinfín de enfermedades incapacitantes a largo plazo.

Reducción de la radiación electromagnética

Por ello, lo ideal sería reducir la exposición a esas fuentes de radiación electromagnética. Sobre todo en el horario nocturno para que dé tiempo al organismo a recuperase y a reponerse del daño, pero sería cuestión de evitar esa contaminación electromagnética durante el día.

Para saber la cantidad de ondas electromagnéticas que estáis recibiendo, tú y los tuyos, sería necesario realizar una medición. Podría ser hecha por un profesional, comprando algún aparato para ello o descargando algunas de las aplicaciones para móviles que hay en el mercado, como ElectroSmart.

Radiación electromagnética

Antena de telefonía móvil con 5G

Protección exterior

  • Evitar usar el microondas, y si lo haces aléjate mientras esté funcionando.
  • Suprimir el Wifi, y usar ordenador por cable para conectarse a Internet.
  • Usar algún tipo de protección contra las ondas electromagnéticas para el teléfono móvil.
  • Si tienes cerca una torre o antenas de telefonía móvil, puedes amortizar esas ondas electromagnéticas con pinturas para las paredes, sábanas protectoras, tomas de tierra, mallas de blindaje, láminas protectoras para las ventanas, cortinas o incluso mosquiteras para la cama. Todas estas protecciones llevan o están compuestas por metales como la plata o el cobre, entre otros.

Protección interior

Además de protegernos por fuera, estaría fenomenal que lo hiciéramos por dentro mediante suplementos nutricionales y alimentos.

Melatonina

La radiación electromagnética puede ser absorbida por el cerebro. Se sabe que la melatonina, el principal producto secretor de la glándula pineal, es un potente eliminador de radicales libres y antioxidante. 

Sí, además de ser la que se encarga de que podamos tener un sueño reparador, también puede equilibrar y recuperar a nuestro organismo de las radiaciones electromagnéticas. Hay bastantes estudios científicos sobre ello. Por eso, no está demás comenzar a tomar melatonina como suplementación, aunque antes se debe consultar a un profesional de la salud para ello.

Tulsi

Tulsi o albahaca sagrada de la India.

Tulsi y otras plantas

Hay otra planta que tiene unos poderes extraordinarios, y se ha utilizado de forma tradicional durante siglos por la medicina ayurvédica para tratar una gran variedad de patologías, pero hay otros estudios científicos que hacen hincapié en su función protectora para las ondas electromagnéticas. Se trata de tulsi (Ocimum sanctum), la albahaca sagrada de la India.

Hay muchas plantas que poseen esas mismas virtudes contra las radiaciones ionizantes. Entre ellas podemos contar con: Gingko biloba, Centella asiatica, Hippophae rhamnoides, Panax ginseng, Podophyllum hexandrum, Amaranthus paniculatus, Emblica officinalis, Phyllanthus amarifoila, Piper longum, Tinospontra cordifoila arvensis, Mentha piperita, Syzygium cumini, Zingiber officinale, Ageratum conyzoides, Aegle marmelos y Aphanamixis polystachya.

Alimentación enfocada a la protección electromagnética

Pero otros estudios científicos apuntan al efecto de la cúrcuma, pero sobre todo de la linaza o de las semillas de lino, estas últimas como radioprotectoras, antes o después de la exposición a la radiación.

Todos los vegetales actúan como protectores de las radiaciones electromagnéticas por su capacidad antioxidante frente a los radicales libres, su función antiinflamatoria, y su capacidad regenerativa, actuando frente a la fatiga y la debilidad.

Aquellos alimentos ricos en carotenos, selenio, vitamina D, vitamina C, vitamina E o en glutatión, ayudan en gran parte; aunque siempre se puede recurrir a los suplementos nutricionales si se necesita mayor dosis, siempre con el control de un especialista. Puedes leer este interesante e-book en el que se especifica el tipo de dieta para prevenir los efectos de la radiación electromagnética. 

Alimentación

Todos estos vegetales poseen una gran capacidad antioxidante. Los champiñones, además, son ricos en selenio.

Los japoneses saben mucho de esta cuestión, después de haber sufrido en sus propios cuerpos los desastres nucleares, se han dedicado a estudiar como luchar contra esa radicación antes y después de la exposición a la fuente de contaminación electromagética.

La cocina macrobiótica es ideal para ello, y en general, alimentos como el miso, las algas, el pescado salvaje y los alimentos fermentados. En especial, la pasta de umeboshi, que hasta la misma NASA daba a los astronautas para evitar todos los problemas derivados de la radiación.

Pero si necesitas saber más sobre cómo ha conseguido el pueblo japonés luchar contra la radiación, puedes leer este artículo de Juliá Ferré.