Nuestro planeta se encuentra en estos momentos en emergencia climática con multitud de lugares que están siendo arrasados por los incendios, lo que está provocando que las emisiones de CO2 a la atmósfera se disparen, y en consecuencia vamos a sufrir un aumento de las temperaturas. Un fomento del calentamiento global, que está teniendo fatales secuelas para los seres vivos.

Todos los continentes en llamas

Lejos de parecer un titular de película, la actualidad nos acerca a una realidad que está devastando la naturaleza. Nos podrá parecer lejano (mientras que nuestros ojos no lo vean en directo), pero nos va afectar de manera indiscutible a todos, estemos en el lugar que estemos. La Amazonía en el continente americano ha dado la voz de alarma, pero África tiene varios focos en Zambia, Angola y en la República Democrática del Congo que preocupan.

Incendios por todo el planeta

Incendios por todo el planeta: bosque de coníferas quemándose.

El índice de deforestación en Indonesia es muy elevado, según los datos del Carbon Dioxide Information Analysis Center, Indonesia en el 2014 era el mayor productor de CO2 y metano con 687.49 Mt, y la quema de turberas está provocando que en las islas se respire humo. Aunque la peor parte se la está llevando Siberia: se trata del ecosistema más grande del mundo, sin contar con los océanos, Los bosques boreales comprenden un tercio de todos los bosques del mundo, por lo que saber que desde que comenzó el año 2019 han ardido 13,1 millones de hectáreas, emitiendo alrededor de 166 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, según confirma la organización ecologista Greenpeace.

Amazonía

El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil ha contabilizado los kilómetros cuadrados de selva amazónica que han desaparecido solo en el mes de julio y alcanzan los 1.864, una cifra que en comparación con el año pasado, resulta alarmante, porque triplica los anteriores resultados. La incautación de terrenos a la selva para convertirlos en zonas de cultivos (es el primer productor de soja del mundo) o para ganadería intensiva (figura como el mayor exportador de carne de res), puede ser la razón de muchos de estos incendios, al parecer, provocados. El presidente Bolsonaro dictaminó que no aprobaría «ni un milímetro más», afirmando que debajo de cada reserva había riqueza.

Incendios por todo el planeta

Imagen del satélite de la Nasa: una vista del humo debido a los fuegos en la Amazonía.

El 60% son tierras protegidas, pero el resto, un 40% puede ser víctima de este tipo de especulaciones económicas. Existen lugares en donde se realiza una explotación sostenible del bosque, pero lo que más alarma son las talas ilegales diarias, como es el caso del estado de Pará (el mayor productor de madera del país) entre 2015 y 2016, el 44% de toda la madera tropical se obtuvo de forma ilegal.

Los territorios designados para conservación o reservas indígenas están desapareciendo, ya que cada vez hay más presión para destinar más proporción a la tierra cultivable en los territorios de propiedad privada. Según se apunta, la idea de aprobar una nueva ley que sustituya a la anterior proviene de la familia Bolsonaro. 

África

Hay más incendios que en el Amazonas, pero una gran parte de ellos se deben a la tradición de quemar lo que conocemos como rastrojos, para cortar por lo sano con las plagas, regenerar la tierra y poder empezar a cultivar de nuevo. Aunque estas quemas son rotativas y perjudican al medio ambiente, la biodiversidad y a la tierra (aunque son difíciles de controlar con unos medios inexistentes), lo más alarmante es la sequía y, sobre todo, la desaparición del bosque congoleño.

Incendios por todo el planeta

Los controvertidos incendios africanos tendrán secuelas para el planeta.

 

La tala de los árboles en la República Democrática del Congo corresponde a intereses de empresas madereras que han visto el lugar perfecto para practicar una economía sumergida, libre de trabas y con muchos beneficios económicos. Nos encontramos ante la segunda masa forestal del Planeta.

Indonesia

La contaminación atmosférica proveniente de esa quema del bosque, en la mayoría de los casos a causa de la actividad humana, provoca cientos de miles de muertes prematuras, como ya sucedió con los incendios que arrasaron la zona entre 1997 y 2015. El aprovechamiento de esa tierra para plantar cultivos que produzcan aceite de palma, es el origen de la mayor parte del fuego. Los monocultivos transgénicos  han acaparado las tierras, estando detrás grandes multinacionales que han dejado sin subsistencia a muchas familias que vivían de sus pequeños campos agrícolas.

Incendios por todo el planeta

¿Cuánto tiempo tarda en regenerarse el bosque tras el incendio?

Indonesia ha perdido más de la cuarta parte de sus bosques en los últimos veinticinco años, la industria del aceite de palma usado para productos cosméticos, alimentación o combustibles, como el biodiésel, ha usado este lugar para obtener buenos precios y un mercado sin rival, mientras Occidente sigue consumiendo sus artículos sin inmutarse lo más mínimo. 

Siberia

La mano del hombre también está detrás de estos incendios ubicados en las zonas del bosque en donde se realizan talas, pero al ser dentro de unas «Zonas de control», las autoridades no tienen el deber de apagarlos, ni realizar ningún tipo de acción para ello. Al no tener medios, y estar ubicadas en sitios remotos con difícil accesibilidad, se da por hecho que se apagarán más tarde o más temprano.

Incendios por todo el planeta

Imagen vía satélite de la NASA de los focos de Siberia.

 

Por desgracia, nada se hace, y están provocando que el carbono negro sea transportado hasta el Ártico, en donde hace acelerar la fusión del hielo y de la nieve, acelerando el calentamiento global. Esa falta de control en los incendios siberianos, está afectando a todo el planeta, más de a a 14,9 millones de hectáreas han ardido en Siberia, desde principios de año. Una devastación desastrosa para la vida y la supervivencia en la Tierra.

Esa desaparición de los bosques en todo el mundo provocará escasez de lluvias, ya que gracias a ellos las temperaturas no ascienden en el termómetro y se forman nubes, albergando tres cuartas partes de la biodiversidad del planeta, los bosques evitan la degradación de los suelos y la erosión. Los ríos, a su vez, dependen de que existan los bosques. Una cadena sin principio y sin fin que nuestros pasos han deteriorado, dejando de actuar como protectora garante de la existencia.