Cada vez tenemos más marcas de cosmética eco a nuestra disposición, ya no sólo se quedan en ser meramente una muestra de un mercado naciente, sino que ya podemos obsequiar u obsequiarnos, con unas gamas completísimas en las que podemos encontrar una pequeña porción de naturaleza pura en envases reciclados o reciclables.

En esto creo, que no hay vuelta atrás. Todos preferimos que nuestros productos de higiene o belleza no lleven químicos, sus ingredientes provengan de cultivos biológicos  y estén realizados con el máximo respeto hacia el medioambiente, los animales y el ser humano.

Pero, el meollo de la cuestión es que se “normalicen”, si se le puede llamar así, en los establecimientos habituales donde compramos. Sigue siendo una labor titánica buscarlos en tiendas físicas, eso se debe a que sigue estando descompensada la oferta con la demanda, y que la mayoría de los usuarios de este tipo de productos los adquiere vía Internet.

El reto en los próximos años consistirá en que lleguen a todas las estanterías de nuestras tiendas ordinarias, y la única manera de lograrlo es concienciar a la sociedad de que es algo que merece la pena comprar, ya no sólo por su valor intrínseco, sino por todo lo que conlleva haber producido ese bote, y todo lo que hay detrás de él.

Bueno, y quiero desmentir esos bulos que corren acerca de lo cara que es la cosmética orgánica, «bio» o «eco». Ahora, existen en el mercado una gran variedad de precios, muy asequibles para todos los bolsillos. Hay una alta gama, que incluye ingredientes muy selectos y costosos de producir o extraer, pero también nos podemos encontrar precios que pueden competir con los productos de la droguería tradicional.

Lo fundamental es que es un mercado en auge, ahí están las cifras que lo demuestran. Ahora, lo único que tenemos que hacer es cambiar el “chip” para creernos que realmente es algo conveniente para nosotros y para el planeta.

Si no conoces nada sobre la cosmética bio, te invito a que te des una vuelta por la Feria de BioCultura, en Madrid,  del 3 al 6 de noviembre, situada este año en el IFEMA. Allí podrás conocer y probar de primera mano, todo lo que escribo tan afanosamente en estas líneas. En las Jornadas de ECOestética, organizadas por la Asociación Vida Sana y CultivaBio, aprenderás a distinguir cosmética natural y cosmética eco, que aunque parezcan o suenen igual, no lo son en absoluto. También, darán a conocer los ingredientes más comunes empleados en los productos cosméticos, que pueden resultar peligrosos para la salud, además de ser potenciales alergénicos.
Como señala Ángeles Parra, directora de BioCultura, “la cosmética ecológica certificada -ECOEstética- es un subsector dentro del sector ‘bio’ que está creciendo mucho. Pero todavía hay confusión con la ‘cosmética natural’. De lo que se trata es de aclarar conceptos a profesionales y consumidores, y que la cosmética certificada siga creciendo. Además, la palabra ECOestética incluye ecología y ética, porque esta producción es sana para todos. En cambio, el sector de cosmética, higiene y  perfumes convencional incluye muchos productos muy nocivos de los que cada vez oiremos hablar más”.

Programa: Viernes 4 de noviembre
Sala S-15
11h. Presentación de la Red ECOestética
Montse Escutia, Coordinación Comité de Selección de BioCultura.
11.10-12.30h. Los peligros de la cosmética convencional
Daniel Ortiz, Naturópata y profesor de Cosmética Ecológica Natural.
12.30-14h. Alimentación y Belleza
Daniel Ortiz
16-17h La Cosmética ecológica y natural recomendada por Vida Sana
Marga Roldán, Técnica Asociación Vida Sana
17-19h Demostraciones de cosmética ecológica y natural

Inscripción previa a través de la web www.cultivabio.org.

Plazas limitadas.

Organiza: Asociación Vida Sana / CultivaBio