Cada vez son más las empresas que se comprometen a ser parte de la solución en la lucha contra el cambio climático, incluyendo casas de apuestas deportivas como Retabet, donde se pueden encontrar entre la oferta de su catálogo deportes sostenibles como ciclismo, natación, deportes de montaña o artes marciales entre muchos otros.
Es una realidad que, durante mucho tiempo, el ser humano puso en prácticas conductas destructivas, para con el medio ambiente, por consiguiente, para con nosotros mismos.
Por eso, y tras sufrir las consecuencias con la extinción de especies, subida de temperaturas, desastres naturales o niveles de contaminación alarmantes, que traen consigo cientos de enfermedades, parece que, por fin, existe una concienciación global sobre la sostenibilidad y el cuidado para con el medio ambiente.
Por eso, el deporte, incluido como requisito indispensable para mantener un estilo de vida sostenible, empieza también a ser uno de los aliados para luchar contra el cambio climático.

Deporte en la naturaleza, pero siempre respetando el medio natural.
El deporte a favor de la preservación del planeta
Desde el 2015, junto con la ONU, más de 174 países incluyeron el deporte como un o de los puntos del proyecto “Objetivos de desarrollo sostenible”.
Dentro del proyecto, cada país deberá cumplir con los 17 objetivos propuestos, con un total de 169 metas y encontrándose el compromiso con el deporte en varios de esos objetivos.
El ejemplo más reciente de un gobierno ofreciendo en un evento deportivo ligado a la sostenibilidad, fue el de Japón. El país nipón utilizó más de 5,000 toneladas de metal para hacer de material reciclado las medallas que los deportistas se llevarían consigo tras las olimpiadas.
Y aunque es un gesto, digno de repetir, todavía falta mucho para llegar a organizar eventos de esta magnitud, 100% responsables con el medio ambiente y nuestro entorno.
Para ello, se debe de trabajar teniendo en cuenta los siguientes puntos por parte de empresas organizadores, federaciones o gobiernos:
Minimizar el consumo energético evitando la instalación de equipos de sonido e iluminación excesivos. Esto, no solo reduciría el consumo de electricidad, también evitaría alterar la normalidad de la flora y fauna de ciertos entornos.
Impulsar el uso de materiales responsables y biodegradables, no solo de cara a los asistentes como público a los eventos, si no, también en lo que respecta a la equipación y material de los deportistas.
Compromiso de recogida y limpieza de los residuos generados a la vez de concientizar sobre la importancia de depositar dichos residuos en contenedores apropiados de reciclaje.
Antes, el uso racional de agua habilitando fuentes o dispensadores era una opción antes de la pandemia, este puede seguir siendo un punto a trabajar evitando el uso excesivo de botellas de plástico y ofreciendo alternativas.
Evitar entornos naturales para la realización de eventos deportivos, por el daño que se puede generar, al movilizar a cientos de personas y automóviles al entorno natural.

Los deportes de motor son los más perjudiciales para el medioambiente.
Muchos de estos puntos, pueden ser utilizados en eventos que se celebran de manera semanal como los encuentros de fútbol o baloncesto, entre muchos otros alrededor del mundo.
Sin duda, eventos de tal magnitud, son la herramienta perfecta de difusión para llegar a aquellos rincones, a los que solo pueden llegar eventos de gran importancia.
Sea como fuere, debemos ser conscientes de que el planeta nos está pidiendo ayuda, y que el único con el poder de ponerle freno a la destrucción del planeta, es el propio ser humano.
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