La historia del jabón de Marsella se remonta al siglo XII cuando aparecieron las primeras fábricas de jabón en Tolon y luego en Marsella. Pero fue a partir de los siglos XVI y XVII cuando la industria se desarrolló y se organizó gracias en particular al Edicto de Colbert, por el cual en 1688 se reguló la fabricación del jabón de Marsella, y  se protegió las fábricas de jabón de Marsella en detrimento de las de Tolon. 

¿Cómo distinguir el jabón de Marsella auténtico?

Este edicto nombraba de forma expresa los ingredientes específicos que todo jabón de Marsella debería tener, prohibiendo la grasa animal.

Con las primeras colonias y la preocupante escasez de aceite de oliva, las fábricas de jabón empezaron a comerciar con otros aceites, en particular aceite de palma y de coco. Estos aceites producen un jabón de Marsella de color blanco o beige. Este jabón, de mejor calidad, permite el lavado de tejidos frágiles.

Jabón de Marsella auténtico

Una preciosa torre con jabones de Marsella apilados.

Muy popular en Francia y en el extranjero, el jabón tradicional de Marsella, compuesto en un 72% de aceite, es un producto simple cuyas cualidades y múltiples usos se han promocionado durante siglos. Económico, ecológico y muy eficaz, se utiliza tanto para la higiene personal, como para el mantenimiento del hogar.

¿Cómo reconocer el jabón de Marsella original? Por su forma de cubo y sus seis sellos en su seis caras.

Este cubo, originario de Marsella, todavía se elabora en su región, utilizando el método tradicional del caldero, bajo la atenta mirada de un maestro jabonero, exclusivamente a base de aceites vegetales, sin perfume, ni colorantes, ni conservantes. A pesar de su especificidad, muchas copias se realizan en todo el mundo, de manera abusiva, sin respetar los métodos tradicionales y fuera del área de producción.

El jabón de Marsella es uno de los jabones más conocidos en todo el mundo por su elaboración tradicional y sus componentes naturales vegetales. Es un imprescindible en cualquier maison francesa, ya que es uno de los productos multiusos que resuelve casi todos los problemas prácticos. ¡Todos deberíamos tener uno a mano!

Marcas con solera

El jabón de Marsella de la marca francesa La Corvette produce jabones artesanales compuestos con un 72% de aceite vegetal, y elaborados en caldero como a la antigua usanza, sin perfumes, sin colorantes, sin conservantes. Además, su gama bio como la de su Jabón suave a base de hojas de higuera usa solo productos con certificado ecológico por Ecocert y Cosmos Organic, con fragancias 100% naturales y aceite de palma sostenible certificado por RSPO.

La Corvette

Jabón suave a base de hojas de higuera de La Corvette.

Me gusta porque proporciona una espuma muy agradable, con un aroma que me traslada en un momento a un campo lleno de higueras, no reseca y es muy eficaz para lavarse las manos a diario, incluso el rostro. A pesar de tener el cutis hipersensible, es muy tolerable.

La marca es una de las más conocidas y respetadas en el país vecino. Además de esta gama de jabones suaves con distintas fragancias, tiene distintos tipos de jabones de Marsella, tanto en pastilla como líquidos, e incluso jabón negro, y otros productos para el hogar a base de jabón de Marsella, que hacen las delicias de quién los prueba.

Colada

La colada de los más pequeños de la casa debe de hacerse con un detergente suave, como el jabón de Marsella.

Utilización del jabón de Marsella

  • El mejor quitamanchas del mundo. Da igual que tejido se manchó, su eficacia es 100%. Frotando la zona manchada y humedeciéndola con agua, o dejándola actuar minutos u horas, dependiendo de la clase de mancha, y después aclarando la superficie.
  • ¡Aleja los pulgones de las plantas!, y otros insectos como la araña roja, la mosca blanca, la cochinilla o los trips, que se pueden convertir en plaga. Rallando 20 gramos de jabón de Marsella y disolviéndolo en 1 litro de agua, para después pulverizar las hojas de las plantas afectadas. Es el mejor fitosanitario, ya que no tiene ningún efecto tóxico sobre la salud humana, animal o vegetal.
  • Limpiador de muebles de teca. Disuelve una cucharada de jabón rallado de Marsella en medio litro de agua, y aplica la solución. Verás como comienza a brillar y a resurgir su precioso color, y su pátina será preciosa.
  • Limpiar el cuero. Con la misma cantidad que has utilizado para limpiar los muebles, puedes limpiar el cuero de sofás o de cazadoras. Superficies que tengan una suciedad considerable, y que no sirve higienizar con un paño.
  • Perfumar tus cajones. Si te encanta el olor a jabón en los cajones y armarios, no dudes en incluir en bolsitas de tela confeccionadas en telas naturales como algodón o lino, escamas de jabón de Marsella. Durán mucho, y disfrutarás de su perfume cada vez que quieres escoger un artículo.
  • Si ya te has apuntado al club de cero residuos como yo, usa tu jabón de Marsella para fregar tu vajilla o limpiar toda las superficies de la cocina o del baño. ¡Es genial, y te ahorrarás mucho dinero, además de dejar de intoxicarte con sustancias peligrosas! Puedes crear varios sprays con distintas cantidades de jabón para los distintos espacios o dependiendo de la suciedad, son muy prácticos: con un 20% de jabón de Marsella, con 30% de jabón de Marsella, con un 50% de jabón de Marsella…
  • El jabón de Marsella es perfecto para la piel, incluso teniéndola sensible, ya que es hipoalergénico. Cura eczemas, heridas, sirve para el afeitado, también para enjuagarse la boca de vez en cuando para sanar las encías o llagas (aunque no a todo el mundo les gusta el sabor, por eso hay que diluirlo mucho en agua o con el enjuague habitual) y es biodegradable, por lo que no intercede con los ecosistemas marinos y terrestres. De cualquier forma, yo recomendaría hacer una prueba dos o tres días, porque cada piel es única. ¡No hace falta que te lo diga un dermatólogo!
  • Cualquier tejido que tenga un olor fuerte, ya sea los bañadores por el cloro de la piscina, o por estar en contacto con animales, puede ser sumergido en agua caliente o templada (dependiendo de la tela) unas cuantas horas (de dos a cuatro) con una cantidad importante de jabón de Marsella. ¡No habrá rastro de ese olor permanente!
  • Por último, utiliza el jabón de Marsella para la colada, introduciendo dos cucharadas de jabón rallado para un lavado normal en el propio tambor de la lavadora. Si hay ropa muy sucia puedes añadir un poco más. Lo ideal es que tengas un rallador con varios tipos de superficies para rallar, así puedes usar la que mejor te convenga.

Lo mejor es escoger para tu casa un jabón de Marsella auténtico de gran tamaño, por ejemplo de 600 gramos. Si es para usarlo en la ducha, lavarte las manos o el cabello (se recomienda para cabello corto, si es largo y fino, tendrías que diluirlo y añadir aceites esenciales, miel o aceite de oliva), yo prefiero alguno más elaborado con base de jabón de Marsella, pero que ya contenga otros ingredientes más hidratantes, nutritivos o suavizantes.