El próximo 6 de marzo es el Día Mundial de la Eficiencia Energética 2021, una jornada para llamar la atención sobre el gasto energético, y en la que se pretende que se tome conciencia de la importancia de reducir el consumo de energía.
¿Te has parado a pensar en toda la energía que desperdiciamos de forma individual sin darnos cuenta? Pues parece que es una tónica general en cada uno de nosotros. Por eso, es imprescindible ser conscientes de nuestros actos diariamente. Derrochamos como si no importase, o como si fuera algo regalado, o algo que no tiene consecuencias. ¡Nada más lejos de la realidad!

¡Tú eres quién controla la energía que gastas!
Aquí no solamente nos vamos a centrar en la electricidad, sino en cada uno de los gestos que conllevan un gasto energético y que lo obviamos; por pereza, por desconocimiento o por tener la cabeza en otro lado.
20 errores usuales en los que malgastamos la energía
- Dormir con el móvil encendido se ha convertido en un hecho contante en los hogares. Los expertos en salud recomiendan apagarlo y situarlo lejos de la cama, debido a las ondas electromagnéticas; pero además ya supone un gasto energético innecesario.
- Lo mismo ocurre con el resto de aparatos eléctricos que no los usamos en horario nocturno. Ni que decir tiene el WiFi, irradia una gran contaminación electromagnética, y a pesar de que se ha vuelto indispensable en muchos hogares, no se utiliza mientras uno duerme o mientras se está fuera de casa, pero está en on de forma continuada, y eso que se puede desconectar en la mayoría de las ocasiones de forma individual.
- En muchos hogares tenemos regletas con múltiples enchufes: ¡vamos a usar el botón de encendido y apagado que incorporan, porque muchos de los aparatos consumen, si están enchufados!
- Seguimos ahora con las luces. Es típico salir de las habitaciones por un largo tiempo y dejar la estancia iluminada, aunque no haya nadie que esté empleando esa luz para algo.
- Abrir el frigorífico quince minutos mientras hacemos otras tareas que se pueden hacer con la puerta cerrada. Como por ejemplo, abrir un envase o un táper.
- Apagar la vitrocerámica justo cuando ya está cocinada la comida. ¡Es posible apagarla tres minutos antes, se tapa y sigue cocinándose!
- ¡Lo mismo ocurre con el horno! Siempre se apaga cuando ya está listo el asado, en vez de dejarlo que se siga asando con el propio calor generado en el interior.
- Poner la lavadora con dos prendas en un lavado largo sin estar muy sucias. ¡La lavadora siempre llena, y si necesitas lavar una prenda muy sucia hay programas más cortos que no gastan tanta energía, o si es una pequeña mancha, a mano!
- Cocinar a diario está fenomenal, pero muchas veces cocinamos pequeña cantidades, que podrían hacerse en mayor volumen para después guardar para otro día, o congelar, y así ahorrar una gran energía. ¡También es tu energía la que se desperdicia y tu tiempo!
- Si tratamos el tema de la alimentación, podemos adentrarnos en algo mucho más transcendental. Cada alimento que tiramos a la basura sin haberlo consumido, es un gasto energético desmesurado. Ya sea de origen animal o vegetal, conlleva una energía desde que se produce hasta que está en nuestro hogar.
- ¡Ventilamos las habitaciones con la calefacción puesta! Y luego nos quejamos de cómo ha subido la factura de la luz o del gas.
- Poner el lavavajillas medio vacío y con un programa largo. Si no ensuciáis mucho en casa, podéis lavar a mano la vajilla rellenando la pila con agua jabonosa, solo tendrás que frotar un momento cada plato y enjuagarlo en un instante.
- ¡Tardo diez minutos en recoger la mesa después de comer! Intenta que en cada viaje que realices a la cocina, lleves varios objetos. También está nuestra propia energía, la energía individual. Procura conservarla y utilizarla en exclusiva, cuando la necesites. ¡Observa a los animales, ellos son expertos!
- ¡No me ha dado tiempo hoy a realizar ninguna actividad física! Planifica tu día, para que te dé tiempo a realizar lo que deseas. Muchas veces «perdemos» tiempo y energía en otras cuestiones innecesarias.
- He tenido una conversación con una compañera de trabajo y cuando he colgado el teléfono no me sentía bien. Atento a esto, hay muchas personas birladoras de energía que engullen la energía de los demás para su propio bien y regocijo. ¡Rehúyelas, porque te dejarán agotado!
- ¡Realizo diez desplazamientos para diez cosas! Haz una lista de la compra cuando tengas que salir de casa a adquirir productos o servicios. ¡Puedes aprovechar el viaje para hacerlo todo!
- ¡Voy en coche a todo! Los automóviles nos dan comodidad, pero también suponen un gran gasto energético. Si lo usas de manera racional, para las situaciones que no tienen más remedio, entonces ¡genial!
- ¡Tiro todo lo que adquiero en el plazo de tres meses! Por desgracia, la sociedad consumista en la que estamos inmersos a creado este tipo de individuos, que no tienen ningún problema en malgastar le energía que cuesta crear cada objeto que llega hasta sus hogares, ¡y encima se regocijan en ello! Donar o regalar, siempre, a alguien le servirá.
- ¡He comprado un producto que se encuentra a 100.000 km de distancia! Si necesitas obtener algún servicio de alguna empresa, da igual el que sea, procura ser responsable y elegir aquellos locales o de lugares próximos. Además de contribuir a la economía local, evitas desperdiciar una energía muy valiosa.
- ¡Tengo un trabajo que no me gusta y siempre estoy enfadado! Síntoma de que tu energía no la estás utilizando para lo que deberías, y que seguramente amas y lo haces a la perfección. Intenta buscar algo que te apasione y que te paguen por ello, o por lo menos que tengas una afición que te llene, salta los obstáculos que te lo impiden. ¡Nunca se sabe en qué vas a terminar trabajando, y la energía creativa es tu mejor llave para abrir tu interior y sacar lo mejor de ti mismo!

La energía personal es fundamental para llevar a término los objetivos propuestos.
1 Comentario