Hay que hacer una labor de concienciación a nivel mundial del cuidado y protección del Orangután, una especie animal de gran valor, a fin de evitar su extinción como ha ocurrido con otras criaturas debido al maltrato, la explotación económica y la caza indiscriminada por parte de los seres humanos.

Hoy, 19 de agosto, se celebra el Día Mundial del Orangután, un animal que despierta en la mayoría de las personas un sentimiento de afinidad y simpatía. Estos sentimientos son naturales ya que son grandes simios como nosotros y tienen un ADN muy similar en un 97%. Son, podríamos decir, nuestros primos biológicos.

El nombre de Orangután deriva de las palabras malayas (o indonesias) «orang», que significa ‘hombre’, y «hutan», selva, es decir, es un «hombre de la selva».  Los orangutanes, viven en libertad en el Sureste Asiático, en las isla de Sumatra y Borneo, pertenecientes a los países de Indonesia y Malasia y en la actualidad está descendiendo drasticamente  debido a la deforestación a causa de la intención de cultivar aceite de palma.

En la actualidad, según la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), el orangután de Sumatra (Pongo abelii) aparece en peligro de extinción de forma crítica.

Mapa de la distribución del Orangután

Mapa de la distribución del Orangután

Una investigación publicada en 2018 puso de manifiesto que la mitad de todos los orangutanes de la isla de Borneo (Indonesia) se han visto afectados por la extracción de recursos naturales de su hábitat, y que su número ha disminuido en más de 100.000 ejemplares desde 1999

En numerosas ocasiones, el gobierno de Indonesia ha prometido proteger sus bosques y a los orangutanes que dependen de estos bosques. Pero la realidad es que las plantaciones para la producción de aceite de palma y de pasta de papel siguen expandiéndose a costa de la selva, el hábitat del orangután. 

¿Qué podemos hacer para que el Orangután no desaparezca?

Es importante que como ciudadanía asumamos que cada acto cotidiano puede tener un impacto positivo en el planeta, por lo que debemos ir incorporando hábitos de consumo responsables y saludables, algo que no solo mejora nuestro modo de vida, sino la calidad de nuestro entorno. Podemos empezar con reducir al máximo los productos procesados, alimentos precocinados, bollería industrial, etc. El aceite de palma justo y necesario.

También debemos apoyar las iniciativas que presionan al Gobierno de Indonesia para implantar políticas de deforestación cero, suspendiendo la conversión de bosques en plantaciones y obligar al cumplimiento estricto de la ley que prohíbe la utilización del fuego para despejar la selva.

Famosos como Leonardo di Caprio no han dudado ni un momento en apoyar esta causa, incluso ha ido a comprobar in situ lo que está ocurriendo.

Muchos comercios se han alzado contra esta práctica y han colocado carteles informando a sus clientes que han retirado todos los productos que contengan aceite de palma. Una iniciativa de la que podían tomar ejemplo muchos. El problema reside en que las empresas han reemplazado el conocido aceite de palma por otros términos menos “reconocibles” por el consumidor: puede ser aceite vegetal u otras 200 formas de llamarle.

A continuación os muestro el último vídeo de GreenPeace sobre la estrecha relación entre el orangután y el aceite de palma.

Rang-tan: la historia del bebé orangután y el aceite de palma