Ha habido alguien que se ha sentido humillado y ninguneado en la cumbre del G20, celebrada estos días en Australia: el medio ambiente. Una mención en el documento final, similar al clásico “ya lo haré luego”, es lo único que han conseguido los asuntos relativos a la salud del planeta, en una reunión donde la economía lo acapara todo y la menor insinuación de que otras cuestiones también son importantes roza la blasfemia.

g201

El párrafo 19 del comunicado de los líderes mundiales ha sido el elegido para apoyar las acciones fuertes y efectivas que emprenda Naciones Unidas en la lucha contra el cambio climático; como el IPCC, el G20 también habla de adaptación y mitigación, ya sin atisbos de seguir negando la evidencia. Ni en este párrafo han podido evitar hablar de crecimiento económico, al que debe ir siempre ligada cualquier otra iniciativa de carácter global. Más buenas intenciones y ninguna acción concreta con respecto al problema ambiental. Al menos, lo emplazan para la Conferencia de las Partes… de 2015.

Sí, para el COP-21 que se celebrará en París el año próximo. Toda una declaración de intenciones, teniendo en cuenta que el COP-20 aún está por celebrarse, del 1 al 12 de diciembre de 2014, en Lima. Esto nos puede dar una idea de la trascendencia de la próxima Conferencia de las Partes, una suerte de precuela de la gran cumbre que se avecina doce meses después en la capital francesa y que debería ser el escenario de grandes acuerdos de carácter ambiental.

g202

Sin embargo, una rápida búsqueda de titulares nos hace pensar que alguno de los líderes mundiales tomó un avión desde Brisbane a Fuerteventura para protestar contra las prospecciones petrolíferas en Canarias. Según algunos medios, el cambio climático irrumpió con fuerza en la cumbre, otros lo califican de punto clave de la reunión. Sin restar importancia a que el documento final mencione este fenómeno global, no parece que la realidad sea muy distinta a cuando se seguía poniendo en duda.

Además del cambio climático, la eficiencia energética también merece un párrafo del documento final, el 18, donde se habla de reducir las emisiones contaminantes, haciendo una alusión especial al funcionamiento de los vehículos, los edificios y las industrias. El G20 reconoce que estas medidas son necesarias para lograr el desarrollo sostenible. No obstante, no existe referencia alguna a las energías renovables, uno de los pilares de la sostenibilidad.

Para Barack Obama, se ha dado un paso histórico en la lucha contra el cambio climático, con la buena disposición de Estados Unidos para bajar sus emisiones y la aparente participación de China en este propósito. Con pasos así, se tardará mucho tiempo en recorrer el camino.

g203