resumen-ambiental-20132014 está a la vuelta de la esquina y promete ser otro año intenso para los que nos dedicamos al medio ambiente. Qué mejor momento que este para repasar lo que hemos leído y debatido en 2013. La nueva legislación española, el fracking, el juicio del Prestige, las fugas de agua radiactiva de Fukushima o los 30 del Ártico han sido temas de actualidad ambiental durante este año que nos deja.

En España, las reformas legislativas del gobierno desataron la polémica en más de una ocasión. La Ley de Costas fue la primera gran reforma del año y la reducción de 100 a 20 metros de la zona de servidumbre, que liberaba a miles de viviendas de estar situadas en una zona protegida, levantó ampollas. No menos conflictiva fue la nueva Ley de Parques Nacionales, que abría las puertas de las áreas más protegidas a la inversión privada y al turismo masivo, con actividades dudosamente compatibles con la conservación como la navegación. La buena noticia fue que 2013 vio nacer, por fin, al decimoquinto parque nacional español, el de Guadarrama. La implantación de bancos de conservación o la Ley de Evaluación Ambiental también fueron asuntos de actualidad.

Para terminar el año, la reforma energética acaparó titulares y debates. La nueva ley o RD en contra el autoconsumo energético, favoreciendo de nuevo a las eléctricas e impidiendo el autoconsumo con multas de hasta 60 millones de euros. Una nueva subida de la luz (y van…) desató la polémica, que el gobierno tuvo que calmar con una solución temporal para amortiguar el incremento de la factura. Para 2014 le queda al ejecutivo la tarea de establecer un nuevo sistema para determinar el precio de la energía que contente a todos, mientras que los consumidores tendremos que ser aún más responsables con la gestión de la electricidad.

Y este no será el único foco de atención que tendrá el nuevo año. Tampoco se han resuelto otros temas candentes durante 2013, como los proyectos de minería en Galicia en busca de oro, representados por el caso de Corcoesto, las posibles prospecciones en Canarias y Baleares en busca de petróleo, el almacén de gas en Castellón que provocó más de 300 seísmos en la zona o la proliferación del fracking o método de la fractura hidráulica para la extracción de gas, prohibido en algunos sitios (Cantabria) y fomentado en otros (Cataluña) dentro de nuestro país.

La energía nuclear estuvo en portada en varias ocasiones durante este año. En febrero, se hundió el techo de la sala de máquinas de la central de Chernóbil, aunque no hubo daños en las instalaciones que pudieran provocar escapes. En Japón sí los hubo, de forma intermitente a lo largo del año, debido a fugas de agua radiactiva de la central de Fukushima. A pesar de ello, el Reino Unido anunció la construcción de dos nuevos reactores para cubrir la demanda energética.

Seguramente los 30 del Ártico también estuvieran en contra de la energía nuclear, pero su detención en Rusia este año fue por protestar contra la explotación del océano ártico por parte de empresas gasísticas rusas. Tras semanas de incertidumbre, finalmente los activistas de Greenpeace fueron liberados, aunque su odisea aún no ha acabado. Por el camino, llamativas protestas de la organización pidieron su liberación enjaulándose en Bilbao o colgándose de la Torre Eiffel en París. Los ecologistas han seguido con su política de llamar la atención lo máximo posible y siguen sin dejar indiferente a nadie. Se podrá estar más o menos de acuerdo con sus ideas o sus métodos, pero hay que reconocerles la fidelidad a sus ideales y su perseverancia.

Chapapote

Una de las noticias más importantes del año fue el juicio del Prestige, el petrolero que llenó de chapapote las costas españolas hace once años. Tras ocho meses de testimonios, informes y recuerdos, resultó que nadie fue responsable de lo que ocurrió con el barco. Tan solo el patrón fue condenado por no acatar a tiempo las órdenes que se le dieron, pero en nadie recayó la culpa de las decisiones políticas que alejaron el buque de la costa o de las dudosas revisiones y reparaciones que lo mantuvieron a flote hasta que ocurrió lo peor. De cualquier manera, aún no es un caso cerrado y todavía cabe la esperanza de que haya una sentencia ejemplar, como la que la justicia holandesa aplicó en enero a Shell por contaminar el delta del Níger entre 2004 y 2007, que obligó a la petrolera a indemnizar a un campesino nigeriano que perdió sus cultivos a causa de vertidos que podrían haberse evitado.

Esperamos que 2014 sea un año positivo para todos y, en particular, para el medio ambiente, con buenas noticias que podréis seguir leyendo en Conciencia Eco, o también puedes recibir nuestra newsletter mensual ¡No esperes más, suscríbete ahora!