En la sociedad en la que vivimos, cada vez más personas se sienten insatisfechas con su vida, porque no es, o no ha sido hasta el momento como ellos se esperaban. En muchos casos, eso no sucedería si buceásemos más en nosotros mismos, y no fijásemos nuestras metas o nuestras ambiciones siempre en consonancia a lo que los demás esperan de nosotros, y nos centrásemos más en lo que somos, con nuestros defectos o virtudes.
El eneagrama como camino de transformación
El camino hacia la liberación del sufrimiento puede estar en el eneagrama, que se ha descrito como un camino hacia un profundo despertar espiritual independiente de cualquier tradición religiosa. Pero su senda tampoco ha sido fácil. Al parecer el primero que enseñó este sistema fue un filósofo-místico ruso llamado George Gurdjieff.
Unos veinte años después, Óscar Ichazo, un místico boliviano empezó a enseñar el eneagrama como un sistema de la personalidad. Uno de sus estudiantes, el desconocido, por entonces, Claudio Naranjo, fue el refinó el modelo, añadiendo descripciones de la personalidad y los subtipos. Y el que definitivamente expendió esta sabiduría ilimitada por Occidente a través de la psicología.
«El eneagrama es un cuerpo de conocimiento vasto y profundamente vivo», como relata Susan Piver, autora del libro El eneagrama budista. Las 9 sendas del guerrero de la Editorial Kairós. De hecho, continua explicando, «se trata del medio más hábil y más potente que he encontrado».
Susan Piver es autora de éxitos de venta como How Not to Be Afraid of Your Own Life, The Wisdom of a Broken Heart, Start Here Now o The Four Noble Truths of Love. Es budista practicante desde 1993 e instructora de meditación. En 2012 lanzó Open Heart Project, la comunidad virtual de mindfulness más grande del mundo.

Portada del libro «El eneagrama budista. Las 9 sendas del guerrero» de Susan Piver, Editorial Kairós.
Como recalca la escritora, en Occidente, si una escuela de pensamiento se presenta sin el respaldo de la ciencia o la religión, tendemos a mirar hacia otro lado.
Suele tener que ver con el miedo a lo desconocido, a la sabiduría más allá del pensamiento convencional. Queremos profundizar espiritualmente, tener una visión verdadera, abrir nuestro corazón y nuestra mente, pero siempre desde un lugar seguro y sintiéndonos bien. El eneagrama nos ayuda a estar conectados con el mundo, sin escabullirnos, afrontando nuestro propio sufrimiento y el de los demás.
Buscando entre los eneatipos
El eneagrama te va a ayudar, ya que se adapta a cada persona, a cada visión, pero a su vez cambia la visión personal, tu punto de vista. Te permite observar la matriz de cualidades que componen el «yo», como pinceladas únicas y diferentes entre sí, pero que juntas crean una obra de arte singular que eres tú. Para ello presenta nueve hojas de ruta por las que perderte, y volver a reencontrarte: los nueve eneatipos.
La detección del tipo es realmente algo muy profundo, porque como suele ocurrir: escucho lo que dices, no por lo que quieres decir, sino por lo que resuena en mí. La única forma de experimentarlo es dejando que las palabras y la presencia de otras personas te alcancen sin que tú añadas nada.

9 eneatipos cuyas líneas confluyen.
El camino más profundo para encontrarte transcurre a través de escuchar y leer las señales, tomando indicaciones de la realidad, y dejando a un lado los pensamientos, para acceder a la escucha de una voz más inteligente dentro de ti. Recorriendo el arco de la transformación, y disfrutando lentamente del viaje del no retorno hacia la autoaceptación y la autocompasión.
El eneagrama nos va a enseñar a ver a las personas más allá de nuestras proyecciones, suposiciones o juicios. Un camino de amor más allá del interés propio. Nos desligamos de la despiadada rueda de la superación personal para ver lo que ya es perfecto en nosotros mismos, en los demás, y en cada momento. ¡Bienvenido al viaje del guerrero, un universo desconocido por explorar!
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