Entre robles y encinas, en un paisaje sobrecogedor y bucólico, a las afueras de Madrid en la localidad serrana de Robledo de Chavela, se encuentra ISLA, Ideario de Sostenibilidad y Laboratorio de Arte. Un proyecto de desarrollo, experimentación y promoción de la cultura que ahonda sus raíces en la sostenibilidad, estando detrás de él nombres tan conocidos en el mundo artístico como Lucía Mendoza o Blanca de la Torre.
ISLA, regenerando las formas expositivas
Han pasado años desde que comenzaron a tomar forma las ideas del proyecto hasta el momento actual, en el que, por fin, El comienzo se ha materializado en un lugar concreto. Es uno de los escasos lugares en el territorio español en el que se dan la mano o se interconexionan el arte con el territorio, la cultura con el paisaje, el presente con el pasado.
Hay muy pocos proyectos tan arriesgados, que hayan apostado desde el primer instante por acercar al campo el arte contemporáneo (en España se pueden contar con los dedos de las manos), empapado de las diversas ramas de la ciencia, como la biología, la ecología, la astrofísica o la geología, entre otras disciplinas. Una salida al exterior, que le proporciona el oxígeno de las plantas, ese aire fresco, que implica una regeneración de las formas expositivas, tan trilladas.

En la inauguración no faltó la danza con la pieza Inmensidad: la naturaleza es inmensa por lo que es y más aún por lo que evoca, interpretada por María Ibañez, José Luis Magaña y Aida Morón.
Piezas de arte dentro de un universo vivo
Una visión enmarcada en un universo vivo, que además de ser el mejor encuadre desde el que se pueda considerar y contemplar, le proporciona la necesidad de enlazar con el tiempo real y el día a día que condiciona y aporta notables cualidades a las obras artísticas. Los cambios de luz según las horas del día o las estaciones, la meteorología, y la propia fauna y flora, serán también factores prioritarios implicados. Con lo que cada jornada es distinta, cada momento es único.
Rediseñar nuevos espacios al aire libre para el disfrute artístico, promete ser una realidad presente, concebida para unir lazos entre lo rural y lo urbano. Si la sociedad regresa al campo, ya lo hemos comprobado estos últimos años, como lugar de refugio, ¿por qué no iban a ir detrás las manifestaciones artísticas? Transformar y enriquecer el entorno rural, otorgándole esa importancia que se ha quedado relegada, frente a la prepotencia de la ciudad.
Centro de investigación artística y mucho más
Los picos de Almojón y Almenara, topónimos árabes, sirven de bastión protector a ISLA, que se encuentra bajo sus pies. En un terreno de 11 hectáreas, que se dedica a la ganadería, y en el que van a convivir de forma equilibrada el arte y el resto de seres vivos que conforman el espacio natural. Con la idea de reformar las antiguas casas de piedras que todavía se mantienen en pie, como centros de investigación artística; el futuro de este lugar, posiblemente, pasará por ser un referente para otros proyectos artísticos de similar índole.
Agustín Ibarrola
En sus inicios ya cuenta con las obras de artistas de reconocido prestigio internacional, por lo que auguro una proyección que sobrepasará nuestras fronteras, ya que nos da la bienvenida, nada más, y nada menos, que la obra del artista vasco Agustín Ibarrola, Traviesas. Estas traviesas de ferrocarril intervenidas, fusionan la pintura y la escultura con el hierro de su infancia en un paisaje industrial. A modo de tótems guardianes del territorio, las traviesas toman de las pinturas paleolíticas de las cuevas de Santimamiñe, su estética.

Traviesas. Años 80. Agustín Ibarrola.
Luna Bengoechea Peña
Luna Bengoechea Peña ha creado una intervención específica denominada Avere, mediante granos y semillas de producción local con la que a modo de mandala, crea un ave natural del entorno de Robledo de Chavela. ISLA se encuentra dentro de una Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA), en la que habitan especies en peligro de extinción. De esta forma, se minimiza el impacto ecológico y se integra de manera simbólica en el espacio. Una reflexión en torno al sistema dictado por los intereses económicos y especulación con los bienes naturales.

Avere. 2023. Luna Bengoechea Peña.
Bárbara Fluxá
Conectar (24/7) con un Quercus ilex es la obra expuesta en ISLA de Bárbara Fluxá. Una instalación de vídeo creado con cámara termográfica y sensores de captación de datos meteorológicos. Una nueva mirada hacia el mundo vegetal, con especial interés en los árboles y bosques, un hábitat esencial para el desarrollo de la vida en el planeta, donde entra en conflicto con la razón instrumental de la sociedad contemporánea (deforestación, explotación forestal, incendios, etc.), con el derecho natural de supervivencia y agencia de los no-humanos.

Conectar (24/7) con un Quercus ilex. 2023. Bárbara Fluxá.
Toshiro Yamaguchi
Toshiro Yamaguchi expone su obra Infinite Butterfly. Una instalación de papel japonés, alambre, pigmento y aceite. El artista trabaja con materiales livianos y simples para exponer una estructura orgánica. Centrándose en la coexistencia entre humanidad y naturaleza, y la idea de interdependencia mutua y los ciclos interminables de regeneración. Inspirándose en el pensador chino Zhuangzi, ha creado una serie de mariposas rojas, apelando a la armonía simbiótica interactiva del ecosistema.

Detalle de Infinite Butterfly. 2016-2023. Toshiro Yamaguchi.
Miguel Sbastida
La instalación de piedras de roca de sal (halita) talladas con formas progresivamente orgánicas, Roca de sal (cycle), de Miguel Sbastida, dispuesta en círculo, hacen alusión a la vitalidad de la sal, como componente esencial de nuestros organismos. Proporcionando nutrición mineral, y conectando al ser humano con el tiempo profundo, unificando el cuerpo y la montaña. ¿Es posible pensar en el cuerpo humano no sólo como creador de geología en el Antropoceno, sino como un territorio para la geología en sí mismo?, se pregunta.

Pieza de Roca de sal (cycle). 2023. Miguel Sbastida.
Lucía Loren
A partir del reciclado de unas piezas que conformaron la instalación Matriz de Agua en el 2017, Lucía Loren crea Hongos. Tras varios meses a la intemperie, las estructuras tejidas en mimbre fueron modificando su apariencia adquiriendo formas orgánicas similares a los hongos. Como Robledo de Chavela, tiene una tradición micológica considerable, esta propuesta pretende explorar desde la práctica artística la micorremediación o la capacidad regeneradora de algunos hongos como elementos indispensables para limpiar el medio ambiente de contaminantes.

Hongos. 2023. Lucía Loren.
Juan Zamora
La instalación de bebederos para la fauna que habita el territorio del artista Juan Zamora, denominada Aflorar las piedras, a partir de cáscaras de sandía, agua y resina de pino, se remite al pasado milenario del lugar y a un tiempo en que las relaciones humano-no humano pudieran haber tomado una deriva diferente. Insertados los recipientes en un área que destaca por un conjunto de grandes rocas, con este gesto de empatía, a modo de ritual, el artista desarrolla una obra que formará parte de la tierra y será un lugar para calmar la sed de todo tipo de aves, jabalíes y conejos. Basándose en la idea de ecodependencia y aprendizaje de interespecies.

Pieza de Aflorar las piedras. 2023. Juan Zamora.
Lecuona y Hernández
Los mármoles de la región son los protagonistas de la obra de Lecuona y Hernández, Posar para la muerte. Una instalación de fragmentos de mármol de la zona y cinta de algodón. El mármol es un material noble asociado históricamente al poder y empleado en la construcción de monumentos, que han servido para afianzar algunas de las bases del constructo civilizatorio. Los artistas sugieren la desarticulación de estas narrativas mostrándolo en fragmentos livianos, que operen como contrapesos aéreos. Los fragmentos insinúan la ruptura con los cimientos de la idea de progreso como crecimiento continuo y establecen un puente simbólico con el origen canario de Lecuona y Hernández, una relación isla-ISLA.

Una pieza de Posar para la muerte. 2023. Lecuona y Hernández.
Mercedes Lara
La fragilidad y maleabilidad de los hilos de algodón, le han permitido investigar a Mercedes Lara, con el paso del tiempo y nuestra percepción de él. Su pieza, Líneas rectas, nos remite a la necesidad de establecer lazos con el lugar e invita a los visitantes a colaborar en la pieza e imitar la tierra e interpretar sus movimientos, creando una suerte de esqueletos de una nueva fluctuación colectiva. La artista busca conectar con la recuperación del trabajo manual y tradicional, con la cotidianidad de los quehaceres mundanos. Interviniendo en los árboles del territorio, sugiere el desarrollo de nuevas redes de colaboración y nos recuerda la trama de hilos de ecodependencia e interdependencia que conforman la base del tejido que sostiene la vida.

Pieza de Líneas rectas. 2023. Mercedes Lara.
Elena Lavellés
Una selección de árboles de ISLA conforman la obra expuesta de Elena Lavellés, From the Core to the Future, es una instalación a partir de muestra de cores de árboles y barrena de Pressler, que no daña a las especies, y con ello se puede saber la edad de un árbol, o incluso, los cambios ambientales experimentados por él. La dendrocronología, estudia esto. Una manera de interpretar lo macro a través de lo micro.

Pieza de From the Core to the Future. 2023. Elena Lavellés.
Menhir
Finalmente, la pieza sonora del colectivo Menhir, 13 Moons and a Blackhole, se sitúa en un territorio más temporal, que espacial, en torno a los ciclos lunares y los objetos astronómicos. La obra consiste en un recorrido geolocalizado que dialoga con los márgenes de la astrofísica que tienen lugar en la naturaleza, dedicándose a una contemplación radical y exhaustiva del universo. Una experiencia de música caminada, que debe performarse por el oyente. La cercana Estación Espacial de la NASA, perteneciente a la Red del Espacio Profundo de Robledo de Chavela, ha sido clave para crear esta obra sonora.
Estas obras artísticas dan paso a una nueva manera de conectar el arte con la naturaleza mediante la sostenibilidad. Unas piezas que desarrollan todo su potencial experiencial en el entorno rural, porque el marco ya no está entre cuatro paredes, el marco debe transmutar para adaptarse a las distintas formas de concebir lo artístico, así como de sentir como nuestro el territorio y el paisaje. Una simbiosis que revaloriza lo auténtico, lo fundamental, la vida en estado puro.
No hay Comentarios