Estamos en plena temporada de Black Friday, que como la propia Navidad, cada vez se adelanta antes por cuestión de ventas. Si el espíritu navideño, y de consumo, está presente en esos próximos regalos que tendremos que comprar para obsequiar a nuestros amigos o familiares, con los descuentos que muchas marcas realizan, algunas personas deciden aprovechar la ocasión de adquirirlos a un precio más ventajoso.

Pero la opción más consumista va perdiendo partido. Primero, claro está, por la crisis económica que es la que afecta particularmente al bolsillo de muchas familias (esa de la que nunca se acaba de salir). Segundo, porque la opción más verde y sostenible va tomando las riendas del trineo, y quién más o quién menos, comienza a pensar en otras opciones más sostenibles y, en definitiva, más respetuosas con el entorno natural.

Compras

Tú compra vale mucho, mira siempre a quién va destinada.

¿Te apuntas al Green Friday?

Si la premisa del Black Friday, era quemar la trajeta de crédito en las compras prenavideñas y arrasar con las existencias de los comercios sin mirar qué hay detrás de cada producto y de cada venta, en contraposición el Green Friday, llega para comenzar a tener cierta conciencia y plantearse quién fabrica cada objeto que se compra y en qué condiciones. Por cierto, si realmente quieres impulsar la riqueza local debes pagar en efectivo en los establecimientos presenciales.

Su filosofía no es más por menos, como el Black Friday, sino que prima la calidad y el origen cercano y de proximidad, frente a las importaciones de países lejanos. Una compra green y slow con cabeza.

Replanteándose el hecho de adquirir artículos sin más, el Green Friday, apuesta por una nueva forma de acercarse a comprar: solo si es necesario y por una buena causa.

Por eso, las firmas con responsabilidad medioambiental y social clara, sin greenwashing, empiezan a triunfar entre esos ciudadanos que esperan gastar su dinero para fomentar un mundo mejor, más equitativo o justo, con alma, que se preocupa por la naturaleza y el resto de seres vivos que habitan el planeta.

Foto de MART PRODUCTION

Si apoyas al pequeño comercio local, estarás ayudando a crear una economía fuerte, resistente e independiente.

¿En quién quieres gastar tu dinero cómo consumidor?

Un beneficio mutuo, una cooperación que se debe fomentar: «tu gastas tu dinero en mí, y yo a cambio te doy lo mejor que puedo realizar». Mientras, estás contribuyendo a que las pequeñas economías sigan adelante, de forma digna e independiente.

Primando aquellos artículos locales o provenientes de comercio justo (si viene de lejos, por lo menos que sea para una causa solidaria), y/o desarrollados con materias primas biodegradables, recicladas y reciclables.

Otra opción para aquellos que no puedan permitirse el lujo de comprar es fabricar sus propios regalos. Seguro que son los más originales y personales, porque se pueden crear pensando en exclusiva para la persona a la que van dirigidos. Suelen ser lo más valorados, así que es una muy buena opción, para ahorrar y tener la mejor puntuación y clasificación.

Solo si inicias este nuevo camino, esta nueva andadura, frente a las colosales ofertas promovidas por el marketing, sin dejarte caer en la tentación de las compras vacías, sin corazón; solo entonces, habrás comprendido que tú tienes el poder en tus manos. Tú haces y deshaces a tu antojo. Tú eres el mago que puede transformar el mundo.