Mañana, 23 de noviembre, se celebra el Día Mundial de los Bosques Autóctonos 2022, una jornada dedicada en exclusiva a la conservación de este tipo de bosques tan singulares, que cada vez son menos los que siguen en pie en el planeta.
El estado de los bosques en el mundo
En septiembre del año 2021 la organización Botanic Gardens Conservation International publicó un informe sobre el estado de los bosques en el mundo. La principal conclusión a la que se llegó fue que el 30% de las especies arbóreas están amenazadas de extinción (según la Lista Roja de la UICN), y al menos 142 especies de árboles están registradas como extintas en la naturaleza.
Aunque hay que tener en cuenta que existen pocos datos de algunos tipos de árboles en regiones difícilmente accesibles, que constituyen un 13, 2% del total, y hay otro 8,2%, que no ha sido posible su evaluación.
Han contado con la colaboración durante los últimos cinco años de más de 60 instituciones y más de 500 expertos a nivel global.
Las principales amenazas en general para las especies arbóreas son la tala de bosques, además de otras formas de pérdida de hábitat, incluyendo la explotación directa de madera y otros productos, y la propagación de plagas y enfermedades invasivas.

En la isla de Java (Indonesia), el bosque autóctono está desapareciendo para extender las tierras de cultivo.
¿Qué ocurrirá si se extinguen?
Si las especies en la base de las pirámides tróficas se extinguen, esto podría conducir a una extinción en cascada que conduce potencialmente al colapso del ecosistema global.
Los árboles son indicadores visibles y medibles de la salud de un ecosistema. Los árboles alteran y cambian el entorno en el que se encuentran, convirtiéndolos en ingenieros clave del ecosistema.
Además, los árboles proporcionan muchos ecosistemas servicios a través de la purificación del agua, prevención de la erosión,
defensa frente a inundaciones, captura de carbono, control de la temperatura del aire y regulación de la calidad del aire.
Con cerca de 60.000 especies existentes, los árboles constituyen un grupo muy diverso y forman los hábitats más variados del planeta, representando la mayor parte de la biomasa terrestre.
Cubriendo aproximadamente el 31% de la superficie terrestre del mundo, los bosques juegan un papel importante en la Tierra, como en los procesos biogeoquímicos, que influyen en la producción del suelo; en los ciclos hidrológicos, de nutrientes y de carbono; así como en el clima global.
Los bosques forman alrededor del 50% de la superficie terrestre del mundo. Las reservas de carbono y más del 75% del agua dulce accesible del mundo se obtiene de cuencas boscosas.
Casos concretos
El mayor número de especies de árboles se encuentra en América Central y del Sur, seguido por las otras regiones tropicales del Sudeste Asiático y África. Aunque la mayor proporción de especies amenazadas se encuentra en el África tropical, incluyendo Madagascar, que es uno de los países con el nivel más alto de árboles amenazados.
Las zonas templadas de Europa, Asia y América del Norte, que tienen árboles relativamente bajos, en proporción la diversidad de especies de árboles que están en peligro de extinción es más baja.

Nothofagus dombeyi en la Patagonia de Sudamérica.
El rápido declive de especies de árboles dominantes actualmente evaluadas como de Preocupación Menor, también puede desencadenar el colapso del ecosistema en áreas amplias como ha suecedido con la mortalidad de Pinus tabuliformis en 0,5 millones de hectáreas en el centro-este de China, y la mortalidad generalizada de Nothofagus dombeyi la Patagonia Sudamericana.
Muchos de los mejor documentados son los ejemplos son de América del Norte, incluida la muerte de > 1 millón ha de múltiples especies de piceas en Alaska, >10 millones de ha de Pinus contorta en Columbia Británica, 1 millón de ha de Populus tremuloides en Saskatchewan y Alberta, y >1 millón de ha de Pinus edulis en el suroeste de EE.UU.
La conservación todavía brilla por su ausencia
En la actualidad, el 15,4% de la superficie terrestre mundial tiene al menos una protección formal. Las áreas protegidas pueden adoptar una variedad de formas, desde reservas naturales estrictas en la naturaleza en las que las actividades humanas están estrictamente controladas, hasta áreas protegidas que permiten actividades humanas, con gestión sostenible de los recursos naturales.
La conservación in situ de los árboles mediante protección de los bosques existentes (y otros hábitats arbóreos) es reconocida como el mejor método para conservar la diversidad arbórea. Comparando la distribución distribución conocida de las especies arbóreas del mundo, con la red de Áreas Protegidas, al menos el 64% de todas las especies arbóreas están representadas en al menos un área protegida.
Las no amenazadas tienen más probabilidades de encontrarse en áreas protegidas (85%), que los árboles amenazados, donde sólo el 56% de las especies se encuentran in situ.
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