Hoy, 25 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Pasta 2022, una fecha en la que recordamos todas las virtudes de este tipo de alimento, que llegó a nosotros gracias a las expediciones de Marco Polo por Oriente.
Por suerte, cada vez tenemos más propuestas en nuestros platos para hacerlos irresistibles. Si pudiera parecer una comida monótona, hay que subrayar su versatilidad, y su capacidad de ligar con prácticamente todo.
Pasta clásica versus Pasta de legumbres
Las más clásicas están hechas con trigo, pero en la actualidad contamos un sinfín de sabores, colores e incluso de texturas. Quizás donde se ha avanzado más es en los tipos de pasta sin gluten, debido a que una gran parte de la población ha comenzado a presentar problemas de intolerancia a los cereales que contienen gluten.
También aquellas personas que se han decantado por una alimentación vegetariana o vegana, tienen en la pasta una fuente de hidratos de carbono y fibra muy interesante, si se realiza un equilibrio con otros tipos de fuentes de hidratos de carbono.

El marisco combina a la perfección con los espaguetis.
Y es que la pasta ya no se compone solamente de cereales, sino que en muchos casos se hacen mezclas sorprendentes con un gran valor nutricional o se realizan con otro tipo de alimentos.
Es el caso de las nuevas pastas de legumbres que podemos encontrar en el mercado ecológico. Compuestas de harina de garbanzos, azuki, soja, lentejas, guisantes, habas o alubias, entre otras variedades.
Estas aportan menos azúcares, pero más proteínas y fibra, con lo que se convierten en una opción más saludable para determinadas personas que necesiten una ingesta de este tipo, y que presenten problemas para consumirlo de otras formas.
Se cocinan igual que la pasta tradicional. Difieren según el tamaño de la pasta, ya que es posible adquirir desde espaguetis, pasando por espirales, siguiendo por sedanis y macarrones, hasta llegar a sopa de letras; entonces la cocción depende más del tamaño y del grosor.
También pasta con cereales antiguos
Todo un abanico de gamas a las que hay que sumar las propuestas que incluyen cereales antiguos sin gluten y vegetales. Con lo que ya no hay ninguna excusa para no tomar una o dos veces a la semana un plato de pasta.

Dependiendo del tipo de pasta elegida, puedes incorporar otros tipos de elaboraciones con vegetales.
Entre estas últimas destaca la incorporación de harinas de teff, amaranto, sorgo, trigo sarraceno, quinoa, arroz integral, maíz…una oferta ecológica irresistible para todos los amantes de la pasta que quieran probar nuevos sabores sin gluten.
Y es que a la pasta no se le puede negar nada, ni las mezclas más inverosímiles, ni las combinaciones más escandalosas. Todo es posible con la pasta.
Eso sí, siempre al dente. Para no pasarse de cocción vigilar de forma escrupulosa el tiempo e ir probando. Lo ideal es que poco a poco se vayan incorporando a nuestro menú esos nuevos tipos de pasta, que siempre pueden ser la manera más sencilla y rápida de tener siempre listo un plato en pocos minutos.
Tanto fría, como caliente o templada, la pasta lo permite todo. Solo hay que ponerse delante de los fogones con el delantal y comenzar a explorar nuevos mundos culinarios en los que cobren protagonismo los cinco sentidos. ¡Nada mejor que reunir a la familia y a los amigos en torno a una mesa y en torno a un plato de pasta bien hecho!
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