Mañana, 29 de septiembre, se conmemora el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos 2022.

Concienciación sobre el desperdicio alimentario

Una jornada imprescindible en el calendario medioambiental, porque la producción y el transporte de alimentos de cualquier tipo, sea cual sea, requiere de un gasto energético y material considerable.

Si encima esos alimentos terminan en un cubo de basura sin haber nutrido a ningún ser vivo, es un gasto, un desperdicio que no se puede permitir.

La concienciación sobre el desperdicio alimentario debe ser una tarea que comience en las propias familias diariamente, inculcando a los más pequeños el compromiso de adquirir productos que vayan a consumirse, evitando el malgasto de comida.

Cocina

Los niños aprenden si los mayores les educan en el compromiso ante el desperdicio alimentario.

Poco a poco, las empresas y organizaciones han ido sumando esfuerzos para hacerlo realidad en el mundo de los negocios, involucrando a toda la cadena alimentaria, pero pese a ello, según los últimos datos obtenidos, el 20% de las pérdidas a lo largo de la cadena, y un 40% se da en la venta al por menor o en los hogares de España.

Durante el año 2020, los hogares españoles tiraron a la basura 1.364 millones de kilos/litros de alimentos, una media de 31 kilos/litros y 250 euros anuales por persona.

Aprobado el Proyecto de Ley contra el Desperdicio Alimentario 

El Proyecto de Ley contra el Desperdicio Alimentario que ha sido aprobado en el mes de junio, intenta suplir todas estas carencias. Si bien, en la práctica, serán complicadas de evaluar, pone las bases para que la sociedad española comience a tratar los alimentos como un recurso natural insustituible, que debe ser protegido a toda costa.

Los alimentos producidos y que no se hayan vendido, según el texto, deben redistribuirse o donarse para consumo humano de manera prioritaria. Nunca se podrá comercilizar con ellos, ni utilizarse como medio discriminatorio entre personas y/o entidades.

Se considerará infracción leve que no entreguen los excedentes a personas desfavorecidas, o que establezcan algún tipo de discriminación en el acceso al reparto de alimentos (por motivos de discapacidad, edad, sexo, salud, orientación sexual, identidad o expresión de género, características sexuales, nacionalidad, situación administrativa, origen racial o étnico, religión o creencias, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social).

Alimentos

¿Controlas lo que consumes en tu hogar para no tirar alimentos a la basura?

¿Cómo controlar las donaciones?

De esta forma, las organizaciones que sean receptoras de donaciones deberán garantizar la trazabilidad de los productos donados mediante un sistema de registro de entrada y salida de los alimentos recibidos y entregados.

Así, la ley establece que todos los agentes de la cadena alimentaria tienen la obligación de disponer de un plan de prevención de las pérdidas y el desperdicio.

El objetivo es que las empresas de la cadena hagan un autodiagnóstico de sus procesos productivos, identifiquen dónde se producen las pérdidas de alimentos, fijen medidas para minimizarlos y se destinen a otros usos, para los que se fija una jerarquía de prioridades.

De cualquier forma, en segundo plano queda el uso de estos alimentos para transformarse en otros productos para el consumo humano (zumos, mermeladas, patés…), o si no es posible la preferencia de uso será, por este orden, la alimentación animal y fabricación de piensos; el uso como subproductos en otra industria ya como residuos, y la obtención de compost o biocombustibles.

Los establecimientos dedicados a la hostelería están obligados de facilitar a sus clientes la comida que no hayan podido consumir en el mismo sitio mediante envases reciclables o reutilizables.

El objetivo es que las empresas de la cadena hagan un autodiagnóstico de sus procesos productivos, identifiquen dónde se producen las pérdidas de alimentos, fijen medidas para minimizarlos y se destinen a otros usos, para los que se fija una jerarquía de prioridades.

Para la donación de los excedentes de alimentos, los agentes de la cadena deberán suscribir convenios de colaboración con empresas, entidades de iniciativa social y otras organizaciones sin ánimo de lucro o bancos de alimentos. En estos acuerdos se deberán recoger de forma expresa las condiciones de recogida, transporte y almacenamiento de los productos, entre otras cuestiones.

Sanciones para quien no cumpla

Según el anteproyecto de ley, se establece como falta grave no contar con un plan de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, para la que prevé sanciones que pueden oscilar entre 2.001 y 60.000 euros, así como la segunda o ulterior infracción leve que suponga reincidencia en el plazo de dos años.

Se considerarán infracciones leves no aplicar la jerarquía de prioridades en el uso de los alimentos o que las industrias, empresas de distribución al por menor, de hostelería y restauración no lleven a cabo la donación de aquellos productos no vendidos que son aptos para el consumo humano a través de un pacto o convenio.

Asimismo se considerarán infracción leve la negativa a colaborar con las administraciones públicas para la cuantificación de los residuos de alimentos. La ley prevé para las infracciones leves sanciones de apercibimiento o multas de hasta 2.000 euros.

Como infracciones muy graves, sancionables con entre 60.001 y 500.000 euros de multa, se considerará la segunda o ulterior falta grave que se cometa en un plazo de dos años.