Hoy, 23 de noviembre, se celebra el Día Mundial de los Bosques Autóctonos 2020, una fecha que reivindica el cuidado y la protección de estas especies para que sigan estando presentes en nuestro país.
Vamos a echar un vistazo a algunos de las especies autóctonas más representativas de nuestro país:
Acebo
Es un arbusto que está presente en el centro y norte de España, al que le gustan las laderas sombrías de las montañas y la humedad. Suele encontrarse de forma solitaria, entre robles y hayas en zonas de bastante altitud.
Es un árbol navideño, sus ramas se usan en la decoración, en sustitución al muérdago. Al igual que sus frutos de color rojo brillante. Destacan sus hojas fuertes, ovaladas y espinosas características de los ejemplares jóvenes o de las ramas más bajas de los árboles adultos. Sí, se piensa que es una forma de defensa. Sus flores son blanquecinas o rosadas.
Quejigo, carvallo o roble carrasqueño
Se trata de un árbol de hoja caduca, originario del oeste de la zona mediterránea (Península Ibérica y norte de Marruecos). En España puede observarse sobre todo en la zona este. Se caracteriza por unas hojas dentadas obovadas, sus pequeñas flores amarillas y por sus semillas, las bellotas. El alimento de muchos animales en esta zona.
Es un árbol que puede crecer en torno a los 20 m de altura, y al que los contrastes de temperatura no le incomodan. Por ello, se adapta muy bien a las sierras del sur, en donde crece hasta los 2.000 m.
Sabina albar o enebro
Es un tipo de conífera autóctona de la Península Ibérica y del norte de África. Resiste perfectamente el calor y el frío, por lo que se la puede encontrar en el centro, norte y este. Aparece en zonas de altitud media, en torno a los 700 m y los 1.200 m.
Lo peculiar de estos arbustos (no suelen llegar a los 2 m) es que los ejemplares masculinos y los femeninos son diferentes. Su fruto se denomina gálbulo, es de color azul oscuro casi negro, y se recolecta durante el otoño y el invierno. Se usa seco como condimento para cocinar.
El enebro es una especie que desde tiempos inmemoriales ha sido utilizada por el hombre por sus propiedades medicinales, usándolo por sus poderes curativos para infecciones urinarias, parásitos intestinales o problemas respiratorios, entre otros.
Abeto pinsapo
Este árbol es autóctono de las provincias de Málaga y Cádiz. Se trata de un endemismo que se da en las zonas de sierra en estas zonas, porque necesita la humedad para vivir. Se ha extendido a otras provincias de forma silvestre.
Da una serie de flores rojizas en primavera, y sus frutos son un tipo de piñas erectas. Pueden observarse ejemplares de gran altura, en algunas ocasiones llegando a los 50 m.
Encina o carrasca
Es uno de los árboles más representativos de la Península Ibérica, aunque desaparece en la zona noroeste. Crece desde en zonas más bajas hasta los 1.500 m. Aguanta bien las altas temperaturas veraniegas y el frío del invierno. Se caracteriza por unas pequeñas hojas duras y por la forma de su copa: ancha y grande.
El fruto del árbol, las bellotas, es usado de forma común para dar de comer a los animales. Florece en primavera con una florecillas amarillas pequeñas que caen en cascada.
Haya común
Es un árbol de hoja caduca, que se puede observar en casi todas las zonas montañosas de la zona norte y centro de España hasta los 2.000 m. Prefiere los ambientes húmedos y frescos, el verano caluroso no lo lleva bien. Por eso, se le suele encontrar en las zonas de umbría.
Hay bastantes ejemplares muy longevos en las distintas zonas en las que prosperan. Su tronco grisáceo y sus hojas aovadas, además de sus frutos espinosos, los hayucos, son su señas de distinción.
Palmito
Se trata de un árbol con hojas de palma de reducidas dimensiones, que se puede encontrar en España en las islas Baleares y en las zonas costeras de la Península Ibérica. Es autóctono de nuestro país, del sur de Italia y del norte de África.
Le gusta el calor, es muy resistente a la sequía, pero necesita humedad. Sus flores pequeñas y amarillentas cuelgan en primavera. Se caracteriza por sus frutos, los palmiches, unos dátiles de forma redondeada.
Pino
Este tipo de conífera es típico de nuestro país, aunque existen muchas variedades del mismo que se distribuyen por distintas zonas. Destacan el pino laricio o salgareño, pino negro, pino silvestre, pino piñonero, pino negral o marítimo, pino canario, pino carrasco o de alepo.
Se distinguen por sus hojas aciculadas o agujas, y por sus frutos, las piñas, y sus semillas, los piñones, que pueden consumirse. Estos árboles crecen en casi todos los climas, resisten el frío y el calor, así como la falta de humedad. Forman bosques frondosos en muchos espacios naturales.
Roble común
Es un árbol característico de la zona norte de España, aunque puede aparecer en el centro. Autóctono de Europa, de las zonas mas templadas. Su hoja caduca lobulada y sus bellotas le distinguen de otras especies. Suelen ser ejemplares, que destacan por su gran longevidad.
Tejo común
Es un árbol autóctono de Europa y del norte de África. Se caracteriza por su denso follaje verde, sus flores diminutas amarillas y sus hojas aciculares, además de sus frutos rojos. Hay que tener cuidado con su toxicidad, incluidos los frutos.
Prefiere la humedad, las zonas sombrías y el frío, por lo que lo puedes encontrar en toda la zona norte de España entre los 600 y los 2.000 m.
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