Debido a la situación en la que nos encontramos muchos papas y mamas no saben que hacer con su prole para mantenerla entretenida. Una de las mejores opciones es dedicar un rato cada día a crear. En este caso, el reto va a ser dar una estética diferente a esas plumas de aves que nos hemos encontrado en el campo, en el jardín o en el parque.

Seguramente que si te da por atesorarlas, junto a tus chavales, tendrás de todos los tipos, largas o pequeñas. ¡Nos sirven todas! Lo ideal sería que con una pequeña esponja las limpiases con un poco de jabón suave y agua, sin empaparlas demasiado. Por último, las aclaras pasando la esponjita con agua solo. Y es fundamental dejarlas secar completamente.

Decorar con plumas

También necesitamos hojas secas. Si os pasa lo mismo que a mí, seguramente que tendréis un montón de ellas de las diferentes especies de plantas que hayáis podido encontrar. Todas son magníficas para estimular la creatividad, pero en este caso emplearemos solamente las que más se asemejan en forma y tamaño a una pluma de ave. Es decir, lanceoladas, elípticas, ovadas, oblongas o falciformes.

Al igual que con las plumas, deberíamos limpiarlas de forma delicada con un paño húmedo, ya que la esponja podría dañarlas si son muy finas. Y lo mismo que con las anteriores, hay que dejarlas al aire para que se sequen.

Teniendo el material listo, es hora de ponernos manos a la obra. Con temperas o pintura acrílica podemos ir dando toques de color a las plumas. Como podemos observar en la fotografía los degradados con tonalidades parecidas quedan estupendos si les añadimos motivos geométricos en blanco. Un resultado muy tribal para decorar cualquier objeto de nuestro hogar o complemento de moda.

A los más pequeños les encantarán, y seguro que ya tienen pensado en qué o en dónde colocarlas. 

 

Decorar con plumas

 

Pero sigamos con las hojas secas. Tampoco tienen desperdicio, porque según la imaginación de cada uno pueden parecerse a las plumas de un pavo real, una perdiz, un faisán, un guacamayo o cualquier ave que nos guste o les guste a los niños/as. Y si no acabamos de encontrar unas que pintar, liberemos la creatividad para hacer el diseño que nos plazca. Seguro que hay algún animal por todo el planeta que luce algo parecido.

Esta preciosa imagen ha sido tomada de unas hojas de eucalipto, pero como os repito, pueden ser cualquiera. Y se aprecian la multitud de motivos que se pueden plasmar en ellas. Pueden parecer sencillos, pero visualmente son muy potentes y espectaculares. 

Se necesita paciencia y algo de virtuosismo, pero sobre todo elegir unos pinceles finos. Para los críos que tengan poca edad, lo más aconsejable es que hagan unos prácticos puntos o líneas, que no tienen que ser regulares. Jugando con los colores y la cantidad de motivos se pueden concebir unas plumas-hojas fantásticas que podrán conservar.

Decorar con plumas

Dependiendo del número que tengáis podéis ir haciendo temáticas en torno a ellas, inspiradas en algún animal concreto o incluso un tipo de cultura. La idea de reutilizar objetos de la naturaleza es una opción asequible y práctica a alcance de todos, pero está prohibido arrancar hojas de los árboles o plumas de las aves. ¡Solo de deben y pueden usarse las caídas y encontradas en el suelo!