El día 16 de noviembre se conmemora el Día Internacional del Patrimonio Mundial 2019, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) ha querido dar así una mayor relevancia a las joyas culturales y naturales que existen en el mundo, y a las que cada año se van sumando algunas más. Este año se han agregado seis más, entre ellas una española: Paisaje cultural del Risco Caído y montañas sagradas de Gran Canaria.

Palmeral de Elche

Preciosa Instantánea del Palmeral de Elche con un arco iris al fondo. Imagen de José Carlos Díez.

No podemos dejar de celebrarlo, aunque se necesita más apoyo para su correcta conservación, para que las futuras generaciones puedan seguir admirando cada conjunto monumental universal. Algunos de ellos se encuentran en peligro por su antigüedad o porque la actividad humana está causando estragos en su estructura.

El Palmeral de Elche

En esta ocasión nos vamos a centrar en otro que también está situado en nuestro enclave geográfico, se trata de el Palmeral de Elche, en la provincia de Alicante. Reconocido como Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, se trata del mayor palmeral de Europa, con 200.000 ejemplares, la mayoría de la misma especie que las palmeras datileras de Irán

Palmeral de Elche

Un pavo real macho posa para la cámara en un banco del Palmeral de Elche.

En la actualidad, se conservan palmeras con más de 300 años de antigüedad, sabiendo que cada palmera necesita alrededor de 10 años en tener un metro de tronco, podemos echar las cuentas de la edad de cada una.

Palmeras datileras

Su situación ha desatado distintas opiniones entre los arqueólogos e historiadores, pero en la actualidad se piensa que la teoría de que estuviese allí, además de como plantación con utilidad agrícola, es porque la palmera datilera (Phoenix dactylifera), la especie más representativa del conjunto (aunque hay también tropicales), ha existido desde los primeros tiempos en ese lugar. Según las distintas excavaciones arqueológicas en las que se han hallado huesos de dátiles y palmeras pintadas en cerámicas (en concreto, en los vasos ibéricos de Elche).

A pesar de que se pensó en que su origen fuera árabe, se sabe que es mucho más anterior en el tiempo. Al parecer, en época ibérica ya existían sistemas de riego que posibilitaban la explotación, aunque posteriormente con los romanos se perfeccionó y amplió.

Palmeral de Elche

Algunas imágenes del Palmeral de Elche recuerdan a un oasis en el desierto.

Lo más increíble es que los egipcios que arribaron a la zona de la Comunidad Valenciana, según se sabe habituados a las crecidas del río Nilo, lograron darle orden y estructura. Aunque su mayor expansión se produjo en época árabe cuando estaría ocupado con cerca de 300.000 especímenes, siendo el príncipe omeya Abderramán I, el encargado de que tuviese una gran red de acequias.

Desde la Edad Media se ha cuidado y conservado con leyes como símbolo y legado.

Picudo rojo

El mayor problema al que se enfrenta El Palmeral de Elche es la plaga de picudo rojo, un coleóptero proveniente de Asia tropical que se ha instalado poco a poco en todo el territorio español, a pesar de las medidas de prevención adoptadas en las palmeras, su principal objetivo, y en el que depositan los huevos que en poco tiempo se convierten en feroces larvas que excavan extensas galerías en los árboles.

Un remedio infalible para su desaparición se encuentra en una especia: la pimienta de Cayena. Resulta del todo eficaz para los escarabajos rojos, pero es inofensiva para el árbol, a diferencia de otros tratamientos. Solo hay que inyectarla en el tronco. Se trata de un tipo de vacunación sin riesgos que, según los entendidos, es infalible.