Greta Thunberg lo ha vuelto a conseguir. Ha logrado que su mensaje cale muy hondo en la población mundial, y ya hay una familia australiana que está dispuesta a traerla hasta la capital de España. En este caso, el catamarán de 15 metros de eslora, la trasladará desde Estados Unidos hasta España, zarpando hoy desde Hampton, Virginia.

Greta Thunberg

El tweet que ha enviado Greta Thunberg para informar de su felicidad de poder zarpar hacia Madrid.

Catamarán de energías renovables

El matrimonio australiano formado por Riley Whitelum y Elayna Carausu, es el que ha acogido a la joven activista sueca. Se trata de una familia ecoresponsable, que pesca su propia comida y diseña bañadores y bikinis realizados con redes de pesca recicladas, dedicandose, además, a navegar por todo el mundo y contar sus andanzas a través de un canal en You Tube.

En esta ocasión, le acompañará a Greta el nuevo componente de la familia: un bebé de tan solo 11 meses, por lo que el viaje será animado, tanto por el gran trayecto que deben recorrer, como por la compañía.

«La Vagabonde» es el nombre del impresionante catamarán, que utiliza energía solar y eólica, y que surcará las aguas del océano Atlántico para llegar a tiempo a la COP25 (Conferencia de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático) del 2 al 13 de diciembre.

Como mucho, tendría que pisar tierra firme en España el día 1 de diciembre para después trasladarse a Madrid, en un transporte menos contaminante que el avión. La opción más plausible sería en tren, ¿de alta velocidad? Ya se verá lo que sucede. Mientras tanto formará parte de la vida de esta familia australiana las 24 horas del día y de la noche, y, aseguro que también, de sus grabaciones.

Greta sigue a flote y a toda máquina

Pero, ¿quién se puede resistir al encanto de la joven Thunberg? Porque a pesar de las críticas despiadadas hacia su persona y su comportamiento, nadie puede negar que su inconformismo y su obstinación los conocen en casi todos los rincones del planeta, y por mucho que les pese a algunos, detenta voz y voto, y mucho peso. Aunque aún tiene, y tendrá, muchos muros que salvar.

Un reto que acomete el equipo organizativo español, y que esperemos apoyen en todo momento a la valiente sueca en su empeño por asistir y poder seguir comunicando su discurso ecologista. Con una cumbre trastocada en el país en el que se debía haber celebrado, nos llega a España de rebote, pero no podemos desperdiciar la ocasión para apoyar la causa de Greta, y de todos los jóvenes que la siguen.

Greta Thunberg

En el océano y en la vida hay que superar muchos obstáculos que te impiden llegar a la meta.

Icono

Greta se ha transformado en un icono, a pesar de haber pasado tan poco tiempo desde que se la encumbró a las altas esferas de la popularidad, lo que conlleva un agotamiento físico y emocional que esperemos que pueda soportar por largo tiempo. Una carga que se hace el doble de costosa debido al síndrome de Asperger que padece, y que es una de las cuestiones más increíbles de creer, para quién conoce de cerca la problemática de estas personas.

Al fin y al cabo, del cerebro humano conocemos muy poco, pero casos como el de la activista sueca hay de forma global. Es decir, por mucho que los expertos diagnostiquen y coloquen el el sello de una determinada patología, muchas veces la realidad se conforma de multitud de variantes que hacen que sean superadas todas las expectativas y las barreras que se habían puesto sobre determinados individuos. La superación forma parte de la vida diaria.

Desinformación

No podemos dejarle de agradecer que haya abierto los ojos a muchas personas que permanecían en las tinieblas, unas tinieblas generadas por esos actores que querían que el telón estuviese siempre bajado. La desinformación es el mal de nuestra nueva sociedad, a pesar de estar constantemente informados, la información suele estar trastocada y sesgada, según quién y cómo la cuenta.

Greta Thunberg

Gracias a su coraje, se ha pasado del blanco y negro al color. De la inacción a la acción.

La verdad tiende a flotar y emerger, como una madera que navega por el océano, pese a quien le pese. No se pude tapar la boca a quien tiene palabras para expresarse, ni cortar las alas a quien aspira a llegar mucho más alto.

Líderes de cumbres poco responsables

Teniendo esto en cuenta, poco más hay que añadir. Nadie la va a frenar, nadie les frenará a las y los nuevos «Gretas Thunberg», porque su convencimiento y su magnitud no tiene límites, y habiendo visto lo que se «cuece» en estas cumbres y la ineptitud de muchos dirigentes (con los que nadie se mete y nadie mira con lupa por volar en aviones, ni por usar los coches más contaminantes del mercado, ni por consumir productos poco sostenibles), el rapapolvos está garantizado.

Y seguirán pensando, ¿una niña nos va decir lo que tenemos que hacer? Está claro que sí, y con mucha razón, porque están tomando el pelo a toda la humanidad, y esto ya ha desbordado el vaso del que teníamos que seguir bebiendo.