Las nuevas soluciones que aparecen en las edificaciones cada vez nos sorprenden más, y es que la investigación a este respecto está dando sus frutos. Como los sistemas de impermeabilización bituminosa. Una solución descontaminante fotocatalítica que contribuye a reducir la presencia de partículas de óxido de nitrógeno atmosféricas que emiten los vehículos de combustión y que tanta contaminación generan en las grandes ciudades.

Construcciones sostenibles

Las nuevas construcciones sostenibles se distinguen por una cuidada selección de los materiales empleados.

Lucha contra las emisiones NOx

Las marcas especialistas en soluciones integrales para las construcciones sostenibles, pretenden luchar contra la contaminación atmosférica y sus efectos en los núcleos urbanos. Pero, más allá de limitar el tráfico o reducir la emisión de gases en la industria, ya es posible tratar este problema a través de los materiales de construcción. De hecho, según datos que se barajan en el sector, una cubierta tipo de 1.000 m2 en la que se incorpore esta solución podría degradar anualmente el NOx emitido por más de 500 vehículos.

Esta lámina de impermeabilización descontaminante absorbe las emisiones NOx –que proceden sobre todo de motores diésel- con ayuda de la luz del sol, para después descomponerlo y eliminarlo con el agua de lluvia. El fotocatalizador de última tecnología que contiene es un agente purificante que se activa por radiación solar, provocando un efecto permanente a lo largo de la vida útil de la impermeabilización.

Asimismo, este tipo de sistemas, diseñados para obra nueva o rehabilitación de edificios industriales y residenciales, posee un acabado blanco, altamente reflectante a la luz solar que disminuye la absorción térmica del edificio y reduce, en definitiva, su demanda energética. Un dato importante, teniendo en cuenta que más de un tercio de las emisiones emitidas a la atmósfera procede de los edificios, sobre todo los más antiguos, que se han convertido en grandes depredadores de energía.

La economía española emitió 344 millones de gases de efecto invernadero a la atmósfera en el 2017, un 2,6% más que en el año 2016, según el Instituto Nacional de Estadística; por lo que es prioritario buscar otras formas para reducir la alta contaminación atmosférica en las grandes urbes.

Tejados verdes

Para disminuir los gases de efecto invernadero en la atmósfera hay múltiples remedios, pero uno de los más efectivo y que aporta otras cualidades positivas para la vida en la ciudad, son los tejados verdes.

Ejemplo de ello son las cubiertas ajardinadas, otra solución con efectos descontaminantes y también estéticos que integra vegetación en los edificios y que puede llegar a revalorizar viviendas y hoteles hasta un 12%. En muchas ciudades del mundo sus tejados ya compiten con los jardines.

Tejados verdes

Edificio de oficinas en la ciudad de Tokio.

Estas cubiertas capturan los gases contaminantes y nocivos, estabilizan las condiciones térmicas del edificio, en verano proporcionan frescor y sombra ante la intensa radiación solar, regulan mejor el drenaje y evacuación de aguas pluviales, y también rebajan la cantidad de dióxido de carbono emitida a la atmósfera.

Una auténtica ventaja medioambiental que ya contemplan algunos partidos políticos en su programa electoral de cara a las elecciones municipales. Y es que las cubiertas ajardinadas permiten compensar la falta de zonas verdes en los núcleos urbanos con el impacto positivo que tienen al mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación atmosférica, actuando como sumideros de dióxido de carbono, al mismo tiempo que representan una mejora para el edificio en términos de impermeabilización, aislamiento térmico y acústico.