Desde la Antigüedad el ser humano ha introducido las setas en su alimentación. Se han descubierto en multitud de yacimientos y sabemos de su consumo en el Antiguo Egipto. Eso sí, estaban destinadas a las clases altas y los farones. Pero no tenemos constancia de una verdadera clasificación hasta los tiempos de la Antigua Grecia. En Grecia y Roma también eran consumidas por la alta jerarquía, aunque ya comenzó un mercado creciente que las hizo ser uno de los alimentos más deseados y lujosos.

En Oriente empezó su cultivo alrededor del siglo II, en concreto las referencias nos llevan hasta China, donde el conocido Shiitake desarrolló su expansión, llegando posteriormente a Japón. Desde entonces, las setas aparecen ligadas a todas las civilizaciones y en todos los rincones del planeta. Siempre se ha tenido en cuenta sus propiedades medicinales, pero ha sido hasta hace poco tiempo en que se ha descubierto sus verdaderas cualidades de manera científica.

Propiedades anticancerígenas de las setas

El shiitake es una de las setas más consumidas por sus cualidades terapéuticas.

Se estudian las propiedades anticancerígenas de las setas usadas en la Medicina Tradicional China

El interés por el estudio de las setas es imparable. Sobre todo las que se han estado usando miles de años por la Medicina Tradicional China: 270 tipos de setas eran empleadas con fines curativos, según aparece en el “Tratado de Materia Médica” de Pen Tsao Kang Mu en 1575. En la actualidad, se pueden consultar multitud de estudios publicados por diferentes universidades y centros científicos que alaban los beneficios de los hongos.

Los hongos se consideran alimentos funcionales debido a sus compuestos bioactivos y una fuente de desarrollo farmacológico y nutracéutico. Más de 50 especies presentan un potencial inmunológico que muestra actividad anticancerígena in vitro o en modelos animales, y algunas de ellas se han investigado en cánceres humanos. Los hongos son una fuente de ergotioneína, selenio, fibra y muchas otras vitaminas y minerales.

Propiedades anticancerígenas de las setas

La seta ostra o seta de cardo también pertenece a un género en el que se han centrado los últimos estudios científicos.

Compuestos bioactivos

Tienen compuestos bioactivos utilizados en el tratamiento del cáncer debido a sus efectos antitumorales y anticancerígenos. Contienen β-glucanos, β-proteoglicanos, lectinas, triterpenos, ergosterol, glutamina y arginina. De manera que los distintos estudios existentes analizan los impactos positivos de los compuestos de hongos en el tratamiento del cáncer debido a sus efectos antitumorales y anticancerígenos y su posible compatibilidad con el tratamiento de la quimioterapia. La revisión indica que una dieta saludable con consumo frecuente de hongos aparentemente reduce el riesgo de desarrollar cáncer. Incluso muchos óncólogos los están incluyendo como terapia en forma de complementos nutricionales.

Las setas se han utilizado como alimento durante siglos, su consumo en las distintas culturas está asociado con la prevención de enfermedades, el tratamiento y la longevidad. Las especies medicinales han sido utilizadas por los países orientales como medicina popular en tratamientos de enfermedades.

Durante los últimos 30 años, las investigaciones científicas y médicas en Japón, China y Corea y recientemente en los Estados Unidos han confirmado las propiedades y compuestos únicos extraídos de los hongos para la prevención y el tratamiento del cáncer y otras enfermedades crónicas.

Propiedades anticancerígenas de las setas

Maitake o «Grifola frondosa», una de las setas más reconocida en China y Japón por sus propiedades medicinales.

Existen aproximadamente 10,000 especies de hongos, de las cuales 50 a 200 tienen propiedades medicinales, en concreto se han estudiado de forma más minuciosa las propiedades anticancerígenas de las setas. Contienen componentes químicos fundamentales y macro y micronutrientes. Son una fuente de proteínas, selenio, aminoácidos esenciales, vitaminas y fibras.

Géneros de setas investigados

Las evidencias preliminares sugieren que los hongos tales como los géneros Agaricus, Amauroderma, Coprinus, Ganoderma, Grifola, Lentinula, Phellinus, Pleurotus y Polyozellus pueden apoyar respuestas inmunitarias e inflamatorias saludables. Las principales sustancias bioactivas son los β-glucanos, los β-proteoglicanos, las lectinas, los triterpenos, el ergosterol, la glutamina y la arginina. Algunos estudios preclínicos y clínicos sugieren los efectos de los hongos en el tratamiento del cáncer debido a sus efectos antitumorales y anticancerígenos.

Propiedades anticancerígenas de las setas

Propiedades anticancerígenas de las setas: El género «Agaricus» figura entre aquellos que han despertado el interés científico.

Además, la l-ergotioneína es un aminoácido inusual que se encuentra en los hongos y tiene propiedades antioxidantes como bloqueador de radicales libres con la capacidad de proteger a las células del estrés oxidativo. Puede servir como una defensa final contra la oxidación en las células donde el glutatión puede haberse agotado, lo que sugiere un papel ventajoso para la salud humana a largo plazo. Además, se ha sugerido que la ergotioneína debe considerarse como una vitamina de longevidad basada en la teoría del triage debido a su papel único en la protección de las mitocondrias de la oxidación.

Un consumo mantenido en el tiempo, acompañado de una alimentación anticáncer saludable, proporcionará unos beneficios profundos para la salud. De ahí la importancia de incluir a las setas en el menú semanal. Teniendo cuidado de no cocinarlas a muy alta temperatura, ya que perderían sus valiosas propiedades curativas. Y lo más importante: consumirlas silvestres o procedentes de la agricultura ecológica.