Según ha publicado hoy la Fundación Thomson Reuters, Zimbabwe se pasa a cultivos alternativos por el cambio climático. En este país africano existe un distrito muy árido, llamado Jambezi, un lugar donde la tradición impulsa a seguir cultivando maíz por ser el alimento básico del país, pero debido al cambio climático han tenido que comenzar a producir otro tipo de alimentos más resistentes a las largas sequías.

En su caso, los agricultores no se han querido arriesgar, porque eso supone dejar hambrienta a su familia, y han apostado por el cultivo del sorgo y el mijo, unos cereales con un gran valor nutricional, y que además está demostrado que resisten condiciones climáticas muy adversas. El consumo de maíz, en concreto de gachas de maíz, denominadas isitshwala, parece que va a ser un plato que va a pertenecer al pasado, dadas las buenas previsiones que se esperan de estos dos alimentos.

maíz zimbabwe

El problema radica a hora en controlar esos cambios climáticos de alguna manera, ya que en las últimos años han variado bastante, cambiando el inicio de la precipitaciones, o pasando varias temporadas sin llover. Es cierto, que la cantidad de toneladas que se puede producir de maíz es mucho mayor, pero es un riesgo que no pueden correr. Incluso en una mala temporada, la realidad es que sí pueden echarse algo a la boca.

Los agricultores están comenzando a usar el pluviómetro para tener un registro del patrón de lluvias y saber qué cantidad deben plantar según cada caso. Además, al tener pocos mercados para vender su cosecha, en el año 2014 fue de más de 10 toneladas de sorgo en el Distrito Jambezi, todos los productores se han unido formando una cooperativa en la que han introducido máquinas para poder producir y empaquetar su propio sorgo y venderlo en otros lugares, como es el caso de los mercados en Bulawayo, la ciudad grande más cercana a la ciudad turística de las Cataratas Victoria.

zimbabwe

Al parecer, el gobierno de Zimbabwe con objeto de promocionar estos cultivos más sostenibles y resistentes a la sequía, ha fijado el precio de compra igual que el del maíz. Una iniciativa que esperemos sirva para que los trabajadores obtengan un trabajo mejor remunerado, que proporcione una mayor prosperidad en la zona. Y es que no nos queda más remedio que amoldarnos para poder sobrevivir, y poner los medios que estén en nuestra mano para salir adelante.