Nuestro cuerpo tiene determinadas zonas que por cuestiones de hábitos de vida o de genética aparecen resecos o agrietados, es el caso de los codos y los talones. En el primero de ellos, suele ser por temas genéticos, pero no por ello nos debe pasar inadvertido. Podemos utilizar tratamientos naturales para controlar esa desagradable y molesta aparición, al igual que ocurre con los talones. Esos pequeños insurgentes que siempre delatan nuestros pasos, y soportan la mayor parte de nuestro peso. El problema de esta zona es todavía mayor al “ir escondidos” durante una gran parte del año entre calcetines y medias, y zapatos poco ergonómicos. Lo que dificulta su recuperación natural.
Lo primero para que empiecen a sanar es realizar baños calientes para ablandar la piel, y que puedan penetrar las sustancias que vayamos a utilizar convenientemente. Un limpieza en profundidad no viene mal, por ello dos o tres veces a la semana realizaremos un peeling o exfoliación para limar las asperezas. Los mejores productos son la sal marina, el azúcar no refinado o los polvos de arroz (arroz machacado); también si tienes cerca una playa, lo más efectivo es andar sobre la arena varios días a la semana, esto además activa la circulación y es muy beneficioso para el sistema linfático.
Después de realizar este primer paso, extenderemos sobre la piel cuarteada algún aceite vegetal 100% natural con acción hidratante o nutritiva, a ser posible ecológico. Son fantásticos el de: aguacate, coco, argán, rosa mosqueta, uva, o el nuestro, el de la dieta mediterránea, el aceite de oliva. Procura que sean de primera presión en frío. Con ellos podremos realizar un masaje envolvente por toda la zona, insistiendo y presionando en las grietas más preocupantes, y dejándolo absorber en su totalidad. También te recomiendo probar con manteca de karité, es nutritiva y suavizante; la puedes encontrar bio. Para mayor efectividad se puede envolver la zona con calcetines de algodón orgánico, o si son los codos, con tela o tejido de punto de algodón. Y todos los días de la semana, después de ducharnos realizaremos este masaje en los codos o en los talones, hasta que el problema desaparezca. Después, nos hidrataremos todos los días la zona con alguna loción hidratante, y procuraremos realizar el peeling una vez a la semana junto con el masaje con aceite o la manteca.
De cualquier forma, si ves que estos tratamientos no acaban de darte resultado, consulta con un podólogo para que te de su opinión, puede ser que sea por otros problemas de salud que se exteriorizan en estas zonas.
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