Esta increíble sustancia que se extrae de un arbusto silvestre de ramas delgadas repletas de espinas, cuyos tallos y ramas están llenos de flores blancas y rosadas; resulta ser uno de los más poderosos remedios naturales para tratar los problemas de piel. Ya lo descubrieron los indios patagónicos, y lo utilizaban para cicatrizar sus heridas y mantener su epidermis protegida. El aceite proviene de unas enormes semillas que contiene su fruto rojizo de forma ovalada.

Se sabe que el 95% son ácidos grasos considerados esenciales: pálmico,esteárico, linolénico, linoleico y oleico. Vitamina C, ácido retinoico, carotinoides, flavonoides, pectinas, polifenoles y riboflavina. Gracias a todos ellos, la piel se muestra más permeable y flexible, y están directamente relacionados con la síntesis del colágeno y la elastina, componentes que dan firmeza y elasticidad a los tejidos.

Las propiedades del aceite de Rosa Mosqueta son:

  • Regenerante dérmico: está constatado que su aplicación en quemaduras de primer y segundo grado, quemaduras solares, cicatrices, cirugías o depilaciones abrasivas hace que se renueva en poco tiempo la piel, con la aplicación diaria en la zona a tratar.
  • Antiarrugas: por su penetración en las capas más profundas de la piel. Afectando por lo tanto a una mayor producción de elastina y colágeno. Previene los signos de fotoenvejecimiento mediante la autogeneración de melanina
  • Hidrata en profundidad: su acción llega también a reforzar la barrera de ceramidas en el interior de las células epidérmicas reduciendo así la pérdida de agua de la piel. Muy útil para las zonas más secas del cuerpo.
  • Disminuye las manchas solares: proporciona uniformidad en el tono de la piel, y con el uso continuado termina eliminando la hiperpigmentación de todo el cuerpo.
  • Antiinflamatorio: Descongestiona y reduce las inflamaciones.
  • Reconstituye el cabello dañado: El pelo seco, teñido o dañado por el sol, el cloro o el frío pueden beneficiarse de este fantástico aceite. simplemente esparciendo unas cuantas gotas a lo largo de toda su extensión, y dejando que actúe durante media hora como mínimo. Después se lava y acondiciona. Los resultados se aprecian al instante.

Lo diversos estudios científicos efectuados han demostrado sus provechosas propiedades, entre ellos destacan los de diferentes universidades a lo largo de todo el mundo: el Departamento de Dermatología de la Universidad de Munich (Alemania), la Universidad de Kingston (Reino Unido), la Clínica Mayo (Estados Unidos), el hospital de la Universidad de Ginebra (Suiza), la Universidad Central de Michigan (Estados Unidos), la Universidad de Gales (Reino Unido), la Universidad de Milán (Italia), el hospital de la Universidad de Helsinki (Finlandia) y el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

 

Entre los que he probado el que más me ha gustado es el aceite de Rosa Mosqueta Orgánico de Rayenshu, que viene presentado en un práctico roll-on para aplicarlo en pequeñas zonas, sin que se desperdicie nada. Su composición es 100% puro de semillas cosechadas en el sur de Chile, con el sello de BCS Oko Garantie Gmbh de Alemania. Obtenido sin disolventes, o procesos químicos. Es de primera presión en frío. Sin refinamiento químico de ningún tipo.

Lo podéis encontrar en herbolarios o tiendas naturales.