He tenido el placer de entrevistar a Cristina Prat, gerente del Plan de Dinamización de la Ruta del Vino Ribera del Duero, en el marco de FITUR, y me ha confirmado que lo español está de moda, y el enoturismo más. Se está promocionando dentro y fuera de nuestras fronteras, lo que supone un orgullo poder mostrar todo lo que puede ofrecer este territorio paradigmático. Una apuesta segura por el turismo de calidad.

C.E. ¿Cuáles son los productos turísticos más innovadores de la Ruta del Vino Ribera del Duero para este 2013?.

C.P. En la Ribera del Duero tenemos una amplia oferta que podemos ofrecer al público final, hemos agrupado este año diferentes paquetes enoturísticos que abarcan distintas tipologías: paquete Descubre los Castillos, paquete de Cultura, paquete Gastronómico, paquete Vinoterapia, Relax y Spa, paquete de Iniciación a la Cata. Para llegar a todos los públicos que nos interesan.

La Ribera del Duero se ha asociado muchos años el enoturismo a parejas, a pasar un fin  de semana, pero no es así; ahora mismo existe un paquete Familiar, y otro para Descubrir la Naturaleza, para practicar algunas actividades en la naturaleza, como senderismo y cicloturismo; también para descubrir las aves rapaces del Parque Natural de las hoces del Riaza, montar a caballo.

En definitiva, hay una oferta variopinta para todos, para satisfacer la demanda de todos los públicos.

C.E. El Plan de Dinamización para el 2013 ¿en qué consiste y cuál es la previsión de visitantes?.

C.P. La previsión de visitantes desde el año 2006 hasta el 2011 se duplicó el número de visitantes, por lo que estamos muy contentos. Las últimas cifras que tenemos son del año 2011, cerramos con 112.500 visitantes. Las expectativas o el objetivo es que superemos los 125.000 turistas en el 2012, suponemos que en el 2013 habrá un incremento de un 10% o un 15%, estaríamos hablando de superar los 135.000 o los 140.000 visitantes en este 2013.

La ruta ha ido en crescendo desde el año de su creación, lo cual significa que el número de visitantes en bodegas, que es el que contabilizamos, ha ido aumentando. De hecho, están abiertas los fines de semana para que los turistas puedan visitarlas, con una amplia disponibilidad horaria en esas temporadas que son cuando los turistas viajan.

Los objetivos de esta Plan de Dinamización, que ya dura cuatro años, financiado por la Junta de Castilla y León y la Secretaría de Turismo, y las cuatro diputaciones que forman parte de la Denominación de Origen, Burgos, Valladolid, Soria y Segovia, y el propio Consorcio; los ayuntamientos, las asociaciones y los propios empresarios turísticos (bodegueros, restauradores, hosteleros, propietarios de enotecas o de tiendas especializadas, o empresas de actividades).

Hemos ido acometiendo una serie de actuaciones, se ha tratado de trazar unas líneas, para que el próximo año se pueda seguir trabajando la cohesión territorial, el trabajo conjunto entre ellos. Estamos hablando de un territorio de 115 km., y no siempre ha existido comunicación entre ellos. Lo que hemos hecho ha sido intervenir en la colaboración entre ellos, que no se vieran como competencia sino como colaboración, y que se conocieran. Y las actuaciones durante este 2013, principalmente, van a ser promoción y publicidad. Una fuerte inversión de una campaña que empezamos en el 2012 que es “Sensaciones con Denominación de Origen” con un spot televisivo y unas imágenes asociadas, para darle más volumen a nivel nacional; e intervenir en aquellos países que nos demandan, en públicos y mercados internacionales prioritarios: Alemania, Bélgica, Holanda, países nórdicos, intervenir a nivel publicitario y de promoción.

CE. ¿Se sigue pensando que el enoturismo es para gente sibarita, o cada vez más se está abriendo a un público más amplio?.

C.P. Desde los inicios de la ruta se ha intentado romper con este estereotipo de sólo gente sibarita o sólo gente conocedora del vino, porque queremos que aumente el consumo de vino en España, y queremos que aumente el número de enoturistas en España, en cualquier destino nacional. Tenemos que conseguir que la cultura del vino llegue a la gente. Ha habido unos años que las catas profesionales y los grandes términos y las descripciones de los nombres han asustado al consumidor final. Tenemos que conseguir entre todos llegar al consumidor final sin asustarlo. Darle a entender  lo que es el vino, cómo se hace, y las cuatro cosas básicas para que él  lo conozca y consuma vino, pida vino en los bares; y se atreva y comparta una comida en casa o una cena en casa con vino. Esto lo hacemos a través de las visitas a bodegas, durante una o dos horas en las que se cuenta el proceso de elaboración del vino, de forma pedagógica y fácil; terminando con una cata final, que dura 10 o 15 minutos; con ellos se dan dos o tres pinceladas de lo que uno tiene que saber para pedir un vino: ¿por qué me gusta este vino?, etc. Hay además, cursos de iniciación a la cata de tres o cuatro horas en los que te dan las bases, y eso ya te sirve para cuando tienes una comida o una cena con amigos para presumir o poder elegir.

Si acercamos la cultura del vino o su conocimiento, vamos a conseguir que el enoturismo aumente, vamos a conseguir que se consuma más vino en este país, y así conseguiremos que no se asocie a un público sibarita. Se puede disfrutar en pareja, en familia, o para solteros.

C.E. ¿El enoturismo ecológico está presente en la Ruta Ribera del Duero?.

C.P. En la Ribera del Duero, creo, que hay dos bodegas que sólo trabajan vino ecológico, y luego, hay otras más, que dentro de su gama de productos más comerciales, tienen alguno ecológico. Abriendo así un nicho de mercado.

C.E. El enoturismo ha llevado de la mano al turismo de salud interesado en la vinoterapia. ¿En qué consiste y cuáles son sus beneficios?.

C.P. En la última década se han hecho muchos estudios e investigaciones y se ha demostrado que los polifenoles de las uvas o los taninos pueden aportar una mejora al cuerpo, sobre todo a nivel de epidermis. Entonces, en la Ribera del Duero lo que se ha hecho ha sido turismo de salud, belleza y spa; dentro de los hoteles. Se practican una serie de tratamientos, con esta vertiente de la vinoterapia, con mascarillas, cremas, masajes, baños en bañeras de hidromasaje, …; a la vez que te puedes tomar una copa de vino, puedes a su vez ver todo el viñedo plantado delante de tus ojos, que según la época del año puedes tener unos colores impresionantes. Es una experiencia, en la que nadas en vino, y tu cuerpo está recibiendo todas estas propiedades positivas que tienen los polifenoles y aportan los taninos.

C.E. El turismo de naturaleza es una opción de viaje cada vez más solicitada. ¿Cuáles son los lugares más sorprendentes y recomendables para visitar o admirar en la zona?.

C.P. Dentro de la Ruta del Vino Ribera del Duero se encuentran las hoces del río Riaza. En él, hay un refugio  de aves rapaces, se puede además, pasear por los senderos, o visitar a través de una excursión guiada por el parque. Es una maravilla para perderse, o ir un fin de semana y dormir dentro de lo que es el Parque Natural; y luego, en el resto de la Ribera del Duero hay una red de senderos que bordean toda la zona. Se pueden recorrer andando, o en bicicleta, o  en algunos tramos, a caballo. Están señalizados y cuidados con un mantenimiento anual. Para recorrerlos hay que hacerse con la Guía de Senderos de la Ruta de Ribera del Duero, y ponerse a andar y descubrir estos territorios, que en cada uno de los meses del año varían muchísimo. Los colores del paisaje de Castilla y León son impresionantes. Otras posibilidades más lúdicas son actividades con kayaks y quads, paintball, que se pueden intercalar con una ruta a las bodegas o a un restaurante. Pudiendo te montar tu propio paquete.

C.E. El turismo gastronómico tiene también  su lugar en estas tierras. ¿Qué platos típicos podemos degustar junto a unos buenos vinos?.

C.P. La gastronomía en la Ribera del Duero está íntimamente relacionada con el vino, de hecho es uno de los pilares del enoturismo, la asociación de enoturismo y gastronomía está en auge.

El plato estrella es el lechazo, es el cordero lechal que se asa en un horno de leña, durante dos o tres horas, con unos ingredientes muy básicos: agua, limón y sal; y sobre todo, es importante la materia prima que sea de buena calidad, certificada por la IGP de Castilla y León (Indicación Geográfica Protegida). Luego, para acompañar se pueden probar los pimientos asados, la morcilla, otras carnes de caza, los platos con escabeche, las ensaladas y los embutidos, el bacalao con restaurantes especializados; y de postre hojaldre de crema o nata, los empiñonados o yemas. Existe además, una gran oferta de quesos curados, y se está empezando hacer y comercializar aceite en la Ribera del Duero.

Fotografías cedidas por la Ruta del Vino Ribera del Duero