El próximo día 15 de abril se celebra el Día Mundial del Arte 2023, la fecha perfecta para centrar nuestra mirada en aquellos artistas que se han valido de materiales naturales como la piedra, para construir su obra artística en base a ella.
El arte en la naturaleza o que emplea elementos de ella, es algo que comenzó en los años 60 y 70 del pasado siglo, como land art. Pero han salido numerosas ramificaciones, aunque siguen teniendo la consigna única de elegir objetos y materiales encontrados en el medio natural para su línea de creación.
Stefano Furlani
Algunos artistas como el italiano Stefano Furlani, comenzó sus obras artísticas creando figuras en la playa junto a su hijo, dejándolas a la intemperie, o simplemente, destruyéndolas.
Hasta que un día logró conformar un increíble cacique indio, según el mismo cuenta, pero por su gran belleza nadie fue capaz de hacerlo desaparecer en la playa de guijarros, llamada Sajonia, de la ciudad de Fano donde nació, a orillas del mar Adriático.
Stefano Furlani nació en 1973, donde aún vive con su esposa Raffaella y sus tres hijos. Tercero de tres hermanos, nacido de Antonia y Giuseppe, un hábil carpintero y restaurador, de quien Stefano siente una profunda admiración desde que era un niño; crece en el taller, junto a él, heredando su destreza, precisión, creatividad y maestría en el trabajo de la madera. Hoy, también carpintero y restaurador, trabaja en su «Bottega del Furlo» que desde 2014 se ha convertido en mitad laboratorio y mitad taller de su singular «Sassi d’autore».
El mar que domina la ciudad en la que vive, es su gran pasión, y la playa de guijarros, llamada Sajonia, es su lugar predilecto de purificación e inspiración.
Fue ese día que decidió empezar a guardar el fruto de ese juego, colocando y pegando sus extraordinarias composiciones de piedras sobre mesas de madera, previamente pintadas por él, con fondos siempre diferentes.
Pronto sus obras de extraordinaria belleza comenzaron a recorrer Italia, tocando muchas ciudades de la península, llegando incluso más allá de la frontera, hasta aterrizar en América.
Hoy, para Stefano, lo que nació como un juego con su hijo, ahora adulto, se ha convertido en mucho más. Continúa cultivando su forma de arte sin precedentes y, gracias a la complicidad y apoyo de su esposa, quien lo apoya en cada proyecto, se dedica a la creación de obras cada vez más complejas, detalladas y realistas.
Ahora es conocido en todo el mundo como «el artista de las piedras», quien gracias a su imaginación y habilidad, logra transformar lo que la naturaleza crea en una obra de arte.

Dos creaciones con piedras realizadas por Stefano Furlani.
Justin Bateman
Pero haya muchos más artistas que utilizan la piedra para configurar sus piezas artísticas. También es el caso del artista británico Justin Bateman, que realiza obras in situ, normalmente en las playas, usando los característicos guijarros a modo de teselas.
En su caso, es un arte efímero que no sobrevive mucho más que al alcance de la subida de la marea. Recrea hasta el marco en donde está expuesta la obra, y las distintas tonalidades con piedras de la playa encontradas a propósito y para la ocasión. Valiéndose de su forma textura y color, pueden acabar encajando para dar vida a un ojo o incluso a un cabello de una joven.
Bateman escoge obras de la historia del arte por todos reconocidas, de los genios inmortales de todos los tiempos, hasta personajes ilustres o iconos de generaciones, y las constituye en un escenario natural.

Imagen de las diferentes obras artísticas en el Facebook de Justin Bateman.
“Al principio fue difícil destruir el trabajo cuando había pasado tantas horas creándolo. Pero el aspecto de la impermanencia del trabajo específico del sitio es importante para mí. Puedo hacer piezas permanentes, pero la mayor parte del trabajo no está destinado a durar. Es efímero, como las estaciones. Prefiero que el entorno natural siga siendo natural, por lo que elimino cualquier indicio de mi presencia cuando abandono el sitio y disperso las piedras”, explica Justin Bateman, quien tiene una extensa trayectoria profesional dedicada al arte, después de haberse gradaduado en escultura en el Central St. Martins de Londres, Reino Unido.
Jon Foreman
Jon Foreman, es otro de los artistas que maneja a la perfección las piedras, aunque en su caso, también se ha decantado por otros materiales naturales como conchas u hojas de los árboles.
Un artista multidisciplinar que crea formas ondulantes que pueden perfectamente haber salido del propio reino natural. Muchas parecen irreales, según se aprecia en la fotografía, o parecen retocadas, dada la perfección y el equilibrio que desprenden.
La unión del hombre y el medio natural nunca estuvo tan cerca, lo humano y lo divino se dan la mano.
Jon, galés de nacimiento, y viviendo en Pembrokeshire, nunca se aleja de la costa. «Las playas aquí son realmente excepcionales», explica, «y hay tantas que dudo haber visitado ni siquiera la mitad de ellas».
Cuando llega a la playa, su plan es pasar cuatro horas (en promedio) construyendo la obra de arte. A menudo, solo tiene una idea parcial de cómo se verá la pieza terminada.
A veces tengo una idea de lo que me gustaría hacer, pero rara vez lo planifico por completo. Me gusta no saber exactamente cuál será el resultado hasta que lo tengo frente a mí.
Si bien la idea de trabajar sin un plan puede intimidar a muchos, Foreman encuentra refugio en lo desconocido. Al no tener nociones preconcebidas de lo que creará, es más probable que experimente y desarrolle nuevas facetas de su trabajo.

1. Multis 2019, Freshwater West. 2. Multis Luna 2020, Lindsway Bay. 3. Coloro Solis 2021, Lindsway Bay. 4. Duplicem Materiam, 2020. Abergele, Clwyd. Todas las obras son de Jon Foreman.
Al jugar con las piedras, Foreman ha descubierto algunas cualidades inesperadas. Ha notado que la roca, a pesar de su solidez, cambia cuando se agrupa; se vuelve «maleable», revela Foreman.
«Hay tantas formas de trabajar la piedra: el color, el tamaño, la forma, el ángulo en el que se coloca, la dirección en la que se orienta; las posibilidades son infinitas. Aunque la piedra no es el único material que utilizo , actualmente es mi favorito, ya que se presta a muchas oportunidades diferentes», aclara el artista.
El land art es efímero por naturaleza y eventualmente será reclamado por la tierra de la que proviene. «A menudo se convierte en una carrera cuando llegan las olas», dice Jon Foreman.
«Trato de quedarme para ver cómo se borra el trabajo y capturar el momento del impacto», concluye Foreman. Podría ser un momento triste, pero elige ver la corta vida de su trabajo como algo hermoso.
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