Seguramente, habrás tenido la oportunidad de observar de cerca las conchas marinas cuando te has acercado hasta la orilla del mar, y habrás comprobado el asombroso diseño que la madre naturaleza ha creado para los moluscos. Una armadura para protegerles de todas las agresiones físicas a las que pueden ser sometidas por la fuerza del mar y el contacto con otros elementos, como los depredadores. Si este fabuloso recubrimiento ha perdurado en la faz de la Tierra desde la Prehistoria, es porque realmente tiene las características esenciales para la supervivencia: dureza y ligereza al mismo tiempo. Además de unas formas sinuosas que resultan ser bellas y prácticas al mismo tiempo.

¡Fíjate en sus asombrosos diseños para sobrevivir en los océanos!
Matemáticas en la naturaleza
Quizás lo que no sabrás de las conchas marinas es que esa geometría única que presentan, se debe a una formación con patrones creada a partir de tres acciones: expansión, rotación y retorcimiento. Una morfología única creada a partir de una helico-espiral logarítmica. Esas zonas que sobresalen de la estructura de base, como deformidades o espinas, se han desarrollado a partir de la tensión entre la concha y el manto interior. Existen diferentes estudios científicos que explican estas particularidades.

Distintos tipos de conchas marinas que podemos encontrar en las playas de España: Tritón del Atlántico, Turritella y Calilla.
Formación de las conchas marinas
Los moluscos como los caracoles y las almejas tienen cuerpos muy delicados, por lo que necesitan protección contra los elementos y depredadores. A medida que los moluscos se desarrollan en el mar, su tejido del manto absorbe sal y sustancias químicas. Secretan carbonato de calcio, que se endurece en el exterior de sus cuerpos, creando una cáscara dura. La cáscara permanece adherida al molusco, pero en realidad no es parte de su cuerpo vivo porque está hecha de minerales, no de células de molusco (a diferencia de la mayoría de las estructuras animales). El molusco continúa tomando sal y sustancias químicas del mar y secreta carbonato de calcio, lo que hace que su caparazón crezca aún más. Cuando un molusco muere, descarta su caparazón, que eventualmente se lava en la orilla. Así es como las conchas terminan en la playa.

Los ejemplares más grandes de bivalvos pueden pesar hasta 300 kg.
Una concha está hecha principalmente de calcio, con no más del 2 por ciento de proteína. Se forma de abajo hacia arriba, creando tres capas transparentes: un periostio proteináceo externo no calcificado (similar a las uñas humanas), una capa prismática calcificada y una capa interior nacarada. Las conchas marinas son auto reparadoras; utilizan las secreciones de carbonato de calcio de su tejido del manto para reparar cualquier daño.
Las conchas marinas varían mucho porque hay diferentes tipos de moluscos, que a su vez comen muchos tipos diferentes de dietas. Por ejemplo, los moluscos en las cálidas aguas tropicales tienen una variedad más amplia de fuentes de alimentos, por lo que obtienen una gran cantidad de pigmentos distintos, y resultan conchas más coloridas. Por otro lado, los moluscos que viven en aguas frías tienen opciones de alimentos más limitadas y tienden a conformar conchas en colores más sólidos y oscuros.
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