Por fin, han hecho su aparición las tan ansiadas lluvias. El inicio del otoño en pocos días ha traído consigo las tormentas típicas del mes de septiembre, pero en esta ocasión la humedad subtropical de la borrasca Danielle está dejando su impronta, aunque no llega en todo su esplendor, sino con los últimos coletazos.

Lluvias otoñales

El oeste peninsular será el más beneficiado por estas lluvias pretotoñales. Pudiendose acumular en algunos lugares hasta 150 litros por metro cuadrado en el transcurso de la primera parte de la semana.

Tormenta

Esperemos que este otoño lleguen las suficentes lluvias para los cultivos salgan adelante.

Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Madrid, Pirineos, oeste de Andalucía, Aragón y zonas de la Comunidad Valenciana, Navarra, País Vasco, son algunas de las comunidades que deben estar más alerta frente a las lluvias torrenciales, que puedan provocar riadas u otros tipos de fenómenos meteorológicos, y terminen afectando tanto al campo, como a los pueblos y ciudades.

A medida que avance la semana la borrasca Danielle perderá su fuerza. Solo entonces podremos comprobar si las lluvias han sido lo suficientemente abundantes como para mejorar la sequía que sufre el país, y dar una alegría a la gente que vive del campo. Es decir, todos y cada uno de nosotros.

Embalses en España

Algo a lo que estamos acostumbrados, verano tras verano, pero que se agudiza a finales del mismo. En especial, cuando vemos la cantidad de agua embalsada en las cuencas hidrográficas, que se mantiene a unos niveles bajos en comparación con otros años.

Presa

Los pantanos son nuestra única fuente de agua dulce.

Aunque tendremos que echar la vista atrás cuando en la primavera pasada, y en este mismo verano, muchos embalses recurrieron a abrir sus compuertas como ocurrió en Castellón, Murcia, Zamora, Salamanca, León… pero también cuando allá por el mes de junio las eléctricas decidieron, de nuevo, que había que abrir las compuertas para generar electricidad, después de que el gas llegará a su tope, por entonces.

Todo ello, habiendo restricciones de horarios y de uso para los vecinos de las respectivas zonas.

Estando en plena ola de calor ocurrió esto, pero esto condujo a reducir el nivel de reservas hidroeléctricas pasando más del 30%, que en el tercer trimestre de 2021 respecto al mismo periodo del año anterior.

Es difícil de explicar, por no decir inverosímil esta situación, que por mucho que quieras aclarar, nadie se responsabiliza de nada, pero quien paga las consecuencias son siempre los mismos.

Cuencas hidrográficas

Ya hora nos fijamos en los datos de todas las cuencas hidrográficas a 13 de septiembre y todas están por debajo de su nivel habitual. Y en muchas, como la del Ebro (3.127 hm3),  con una gran diferencia entre el año anterior(4.220 hm3), pero muy por debajo de su capacidad (7.919 hm3).

También la cuenca del Duero no se queda atrás (2.691 hm3), pero la diferencia es considerable si miramos el año anterior (3.449 hm3), y, sobre todo, si lo comparamos con su capacidad (7.507 hm3).

No podemos pasar por alto estos datos, pero tampoco las acciones poco responsables que se están llevando a cabo sin consultar a la ciudadanía, para luego exigir que restrinja la población sus quehaceres, porque alguien ha decidido abrir compuertas o usar el agua para generar energía.

La cara de asombro y perpeljidad que se nos ha quedado es indescriptible, ya que parece más un juego de niños. Ahora abro, ahora tiro, ahora corto, ahora cierro. Nada tiene sentido. Se va obedeciendo órdenes dadas por algunos que poco piensan en el daño que se está haciendo, sino solo y en exclusiva, en su propio beneficio.

¿Hasta cuándo vamos a seguir así?, porque para mentir, hay que tener memoria. Parece más una tomadura de pelo orquestada para que nadie se responsabilice de nada, y unos echen la culpa a los otros. Otra vez con el juego de niños. Pero la ciudadanía más informada si sabe, si tiene memoria. No olvida.