El próximo 29 de octubre se conmemora el Día Mundial por el Decrecimiento 2021, una jornada en la que debemos reflexionar qué tipo de mundo queremos construir para el futuro.

Un futuro que no pinta bien, ni bonito. Si seguimos dependientes a nivel global de una economía mundial, que está dirigida desde cuatro mega-monopolios, controladores de casi todo lo que está en el mercado, mediante distintas empresas.

Una red que comienza a desbaratarse por todos los lados, porque no hay quien pueda sostener esta economía insostenible y artificial. Una economía globalizada no tiene ningún sentido, y ya se ha ido vaticinando a lo largo del tiempo, no por pitonisas, sino por personas con suficientes conocimientos y estudios para atreverse a desmarcarse de lo que se estaba llevando a cabo.

Ahora es el momento de cambiar para lograr una estabilidad económica. La riqueza de una nación está en su cultura y en su gente, y de ahí tiene que surgir el paradigma.

Día Mundial por el Decrecimiento 2021

La fuerza del desarrollo rural y local pude mantener una economía boyante.

La economía local es la que promueve estabilidad, porque no tiene tantos altibajos, ni vaivenes, que puedan desestabilizarla, y mucho menos destruirla. Centrémonos en revalorar nuestros productos e incentivar la economía no dependiente.

¿Cómo se puede llevar a cabo? Fundamentalmente, con ganas, con compromiso, con valor y con pasión. Si ya lo tienes claro, apuesta por crear pequeñas redes en tu entorno para satisfacer tus necesidades. 

Me quedo con la frase, que al parecer dijo el gran pensador Voltaire, y que resume bien la idea del decrecimiento:

No pienses que el dinero lo hace todo o acabarás haciéndolo todo por el dinero.

Ideas y soluciones para apostar por el decrecimiento

Adquirir solo los productos necesarios

Parece un tópico, pero nos han lavado el cerebro desde pequeños para que poseamos cada vez más objetos y tengamos cada vez más necesidades de adquirir. Destierra esta idea de tu mente. Esto no significa que tengas alguna afición, como coleccionista y que no puedas seguir llevándola a cabo, siempre con mesura.

Deja atrás el consumo excesivo, y comienza a consumir de forma consciente.

Procura informarte de sitios o espacios cercanos a tu domicilio dónde comprar, intercambiar o hacer trueque de objetos o de servicios. Son realmente eficaces y comprometidos, además conocerás a nuevos amigos para acompañarte en el camino. 

¿Tienes algún familiar o amigo agricultor?, pues encárgale la fruta y la verdura de la semana; y si no es así, busca lugares de forma local donde realicen compras a granel o ponte en contacto con tiendas donde puedan llevarte a casa un pedido de km 0.

Día Mundial por el Decrecimiento 2021

Verdura «slow» en nuestra mesa.

Elige productos ecológicos que cuiden del medioambiente y de la salud, descarta los de la agricultura intensiva, si pretendes ayudar al decrecimiento.

Cosechar alimentos lleva su tiempo, sobre todo si se cuidan con amor, y se deja que la naturaleza y el tiempo hagan su labor. La agricultura slow no entiende de prisas para comercializar el producto.

No solo puedes recurrir al comercio local para tu alimentación, sino para cualquier tipo de servicio que necesites. Desde un zapatero, un profesor, un jardinero, un fontanero, un tapicero…tienes miles de opciones para lograr hacer resurgir una economía local fuerte.

Y si tienes espíritu emprendedor, ¿qué te parece montar tu propia empresa para dar unos determinados servicios especializados? Nunca sobran. Eso sí, rodéate de gente que crea en lo mismo que tú, y que tengáis los mismos proyectos en mente.

Reparar y reutilizar

Las claves del decrecimiento pasan por dar más vida a cada objeto que atesoramos en nuestras casas. Es decir, que tenga un pequeño defecto, esté deteriorado o haya dejado de funcionar, no significa que sea basura. Otra idea, que por desgracia, tenemos implantada en el cerebro.

Piensa cómo puedes reutilizar ese objeto, ya sea un armario viejo, al que puedes volver a pintar o arreglar la puerta o el cajón que no cierra; o la lavadora, que ya no centrifuga.

Día Mundial por el Decrecimiento 2021

¿Un mueble viejo? No, un tesoro restaurado con mucha vida por delante.

Ya sabemos, que los días de vida de muchos aparatos eléctricos están contados. Hay que luchar contra la obsolescencia programada, arreglando los aparatos que podamos, y dejando de adquirir esas marcas que sus artículos dejan de funcionar a los pocos años: para eso nada mejor que quejarse y dar tu opinión por Internet.

Y de cualquier forma, siempre puede haber alguien que esté interesado en nuestro tesoro, aunque nosotros no lo queramos. Desde la ropa, hasta los muebles, los productos electrónicos…todo puede ser de nuevo usado, de segunda, tercera o cuarta mano.

Y si ya vemos que no hay forma de recuperarlo, la solución es reciclarlo o crear a partir de él otro objeto. No necesitas ser un manitas para ello, solo un poco de imaginación y ponerte en modo «artista». Seguro que algo sale. Algo original y único.