En pocos días se conmemora el Día Mundial del Suelo 2020, una fecha imprescindible en el calendario medioambiental, ya que de nuestros suelos depende casi todo en la vida en la Tierra: las plantas por las que respiramos oxígeno, la comida que nos alimenta y nutre, la supervivencia de los animales, el espacio donde realizar nuestras actividades o construir nuestras viviendas…
Suelo: fundamental contra los desastres climáticos
El suelo mantiene la biodiversidad del planeta, si se perjudica de cualquier forma, va a repercutir en la salud y en la existencia de todos cuantos lo habitamos. Necesita de un equilibrio, que solo puede llevarse a cabo si se le cuida y respeta. En la naturaleza esa armonía se hace y deshace con tiempo, pero cuando el hombre toca suele haber demasiados problemas que le llevan a perder su fertilidad, su consistencia, sus cualidades intrínsecas.
Los recursos naturales que obtenemos del suelo son necesarios e insustituibles. Es la base sobre la que se asientan los vegetales, las raíces requieren al suelo, y el suelo de las raíces para compactarlo y que pueda sobreponerse a los diferentes agentes meteorológicos, como la lluvia, el viento o el aire. Creándose relaciones simbióticas y asimbióticas entre las raíces de las plantas y el propio suelo.
De esta forma, se reduce el impacto de la erosión que se pueda producir con el tiempo, así como los desastres climáticos, tanto las sequías o las inundaciones. Si el suelo está saludable, es complicado que sea dañado.

Infografía de la FAO sobre la degradación del suelo.
Fertilidad o degradación
La degradación de los mismos, además de por los efectos del clima, también obedece a las acciones humanas llevadas a cabo. Entre ellas, la deforestación, las construcciones, los químicos vertidos por las industrias o por las prácticas de la agricultura intensiva, con fertlizantes o pesticidas tóxicos para su regeneración y mantenimiento.
El suelo necesita árboles y plantas para su fertilidad, ya que le proporcionan los nutrientes necesarios para su conservación. ¡Las bacterias hacen el resto! Hay millones por el suelo, pero son todas beneficiosas y esenciales. Descomponen la materia orgánica, eliminan sustancias tóxicas, regulando la absorción de los gases de efecto invernadero. Hace dos años, en el 2018, se hizo por primera vez en la historia un atlas global de las bacterias que habitan en los suelos, y aún así, todavía hay mucho que descubrir sobre ellas.
En algunas ocasiones, nos encontramos con suelos desnutridos y agotados por el uso. Pueden ser el foco de plagas. Sí, también hay enfermedades que llegan por abajo, si no se hace nada para evitar su degeneración. Dependiendo de su situación y de las causas hay distintas formas de hacerlos renacer de nuevo. Pero siempre con mucho tiempo. En la era de la celeridad, no nos damos cuenta que el tiempo lo cura todo o casi todo, además del descanso. Dejar al suelo descansando, es como un sueño reparador para las personas.

Infografía de la FAO sobre los suelos y los cultivos.
La rotación de los cultivos, puede ser una solución, así como el cambio de la agricultura convencional a la ecológica. Es una transición necesaria, que eliminaría muchos de los problemas actuales. Los suelos actúan como sumideros de carbono, por eso no podemos dejar de preocuparnos por su estado.
Si tuviésemos en cuenta los principios de la permacultura, otro gallo nos cantaría. Esos principios son: «Cuidar la Tierra, cuidar las personas, cuidar el futuro». Los sistemas agropecuarios sostenibles son la solución para no desperdiciar esa riqueza que poseen los suelos.
Los suelos albergan un cuarto de la biodiversidad del planeta, pero cada año se pierden más de 50.000 km2 de suelos.
Otra de sus funciones que no solemos tener en cuenta, es que gracias a la presencia de los suelos podemos obtener agua dulce para beber. Su composición única es la que le hace tener esas características funcionales: 45% de minerales, 25% de agua, 25% de aire, y 5% de materia orgánica (humus). La pedología estudia su formación, estructura y clasificación; y la edafología su relación con las plantas.
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